Al respecto el presidente Hugo Chávez dijo en su programa dominical de radio-televisión “Aló Presidente”, que los colombianos estaban vestidos con uniformes militares venezolanos y que no dudaba que planeaban asesinarlo. Agregó que con la desarticulación de ese grupo se había dado otro “golpe al golpismo y al terrorismo”..
La policía política de Chávez, la DISIP, informó que los supuestos guerrilleros colombianos capturados pertenecían a un grupo de 130 que se encontraba en una finca caraqueña donde estaban entrenándose en acciones militares de sabotaje contra el gobierno y las fuerzas armadas venezolanas.
El Ministro de la Defensa de Chávez, General García Carneiro aseguró que los detenidos declararon que fueron llevados a Venezuela por el ex general venezolano disidente Felipe Rodríguez.
Por su parte, la organización opositora Coordinadora Democrática, dijo que no tenía ninguna relación con el suceso. Uno de sus líderes, Enrique Mujica, declaró que "el gobierno no ha dado suficiente información" y tiene que dar más detalles. Subrayó que la Coordinadora Democrática rechaza la violencia, “venga de donde venga”.
A este respecto, otra organización opositora, el Bloque Democrático, afirma en un comunicado entregado a los medios de comunicación, que: “...(el Bloque) siempre ha rechazado la presencia militar de otras naciones, ya sean milicianos cubanos, guerrilleros colombianos, células fundamentalistas o paramilitares de cualquier nacionalidad...”
En Colombia las reacciones no se hicieron esperar y su Presidente Alvaro Uribe declaró que las autoridades de Venezuela hacían bien al capturar a quienes delinquen en ese país.
Pero, también en el vecino país, el jefe militar de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), Salvatore Mancuso, negó que esa organización tenga nexos con la oposición venezolana para ejecutar un golpe contra el régimen de Chávez, como alega el gobierno de Caracas.