El ex presidente Jimmy Carter llega por segunda vez a Cuba -en menos de una década- en un intento loable por lograr la excarcelación de Alan Gross y mejorar las relaciones entre Washington y La Habana, mientras la revista de Wall Street Journal informa que cerca de 1,600 médicos cubanos se han exiliado en Estados Unidos en los últimos cinco años.
Pero detrás de esta huída de médicos cubanos hacia Estados Unidos -principalmente en busca de libertad- hay una violación flagrante de derechos humanos por parte del régimen castrista que retiene a sus hijos en la isla impidiendo que se reúnan con sus padres médicos en el exterior.
El Wall Street Journal en su reportaje informativo ubica los puntos principales de deserción de médicos cubanos por Venezuela y Colombia, aunque también en cantidades menores usan a Bolivia, Brasil, Ecuador, Guatemala y República Dominicana.
Posteriormente la mayoría de estos profesionales de la medicina obtienen visado de los consulados de Estados Unidos para viajar a Norteamérica.
Entonces comienza la odisea de los niños y familiares en la isla, pues el gobierno castrista los retiene y les prohíbe, en la mayoría de los casos, la reunificación humanitaria en Estados Unidos.
Por lo tanto, es un buen momento para que el ex presidente Carter de visita en La Habana, conozca esta arbitrariedad violatoria de los Derechos Humanos y haga su esfuerzo solidario acostumbrado para resolverlo.