Según esos informes, Arafat se encuentra en estado comatoso un día después que fue trasladado urgentemente a una unidad de cuidado intensivo del hospital francés Armee Percy especializado en trauma, cáncer y sangre donde el viernes de la semana pasada fue ingresado por recomendación de los médicos que comenzaron a tratarlo en Ramalá, Cisjordania, de una rara enfermedad uno de cuyos síntomas era una baja cuenta de plaquetas, que son los organismos sanguíneos que juegan un papel fundamental en la coagulación de la sangre.
El jueves una fuente palestina que dijo que tenía acceso al equipo médico que lo atiende, informó que Arafat estaba en coma, pero no aclaró desde cuándo. Sin embargo, Mohamed Rashid, asesor financiero del líder palestino, desmintió esa información.
“Anoche se realizaron varios exámenes de sangre y de la médula ósea que requerían que el Presidente estuviera en una unidad aislada durante varias horas y no es cierto ninguno de los informes que dicen que está en coma”, aseguró Rashid.
A pesar de esta desmentida, las agencias de noticias The Associated Press, EFE y AFP ofrecieron sendas informaciones sobre el precario estado de la salud de Arafat asegurando que se hallaba en estado comatoso. Por su parte, AFP también informó que todavía no había ningún “parte médico oficial” sobre el empeoramiento de la salud de Arafat.
La Radio Pública de Israel dio a conocer el jueves que desde la noche del miércoles Arafat había sufrido “una recaída en su estado de salud”.
Según EFE, el Comité Central de Al-Fatah y el Comité Ejecutivo de OLP — dos organizaciones palestinas — se reunieron el miércoles en Ramalá, sede de la Autoridad Palestina, para analizar la situación creada por la gravedad de Arafat. Al-Fatah es una organización dirigida por el propio Arafat. OLP (Organización de Liberación Palestina) es un grupo al cual se le atribuye gran parte de la violencia palestina en los territorios ocupados por Israel.