El Ministerio del Interior declaró en Damasco que el acto de violencia había sido "un incidente terrorista" que el; gobierno condenaba.
La agencia oficial de informaciones SANA dijo que un funcionario de la seguridad había calificado de "banda terrorista" a los atacantes. Horas más tarde SANA informó que la policía había allanado "una guarida de terroristas" en la cercana ciudad de Kan al-Sheih y decomisado explosivos y armas que pertenecían a los atacantes. Entre ellas había granadas de propulsión por cohete, informó la televisión del gobierno.
La población parecía estupefacta en vista del ataque sin precedentes en el corazón de un régimen autocrático que no tolera disenciones. Siria está gobernada por una facción del Partido Ba-az derrocado en Irak y eliminó ferozmente a insurgentes islámicos en la década de 1980 aplastando una rebelión en la ciudad de Hama.
La policía intercambió disparos con cuatro individuos después que detonaron el martes por la noche la bomba a bordo de un automóvil frente al edificio desocupado que había sido la sede de Naciones Unidas en el barrio Mazze. En el tiroteo murieron dos atacantes y uno fue capturado y herido el otro. También murieron un policía y una mujer que pasaba por el lugar. Extremistas musulmanes dicen que Naciones Unidas es un instrumento del mundo occidental.
El miércoles la calma regresó a Mazze, donde el tráfico iba muy lento porque muchísimos sirios acudieron al sitio para ver lo que quedaba del arruinado edificio de cuatro pisos quemado por el fuego que provocó la explosión. Había una alfombra de vidrios rotos en el pavimento y varios automóviles quemados. Pero parecía haber menos presencia de la policía. Todas las oficinas de Naciones Unidas estaban cerradas así como la Embajada de Estados Unidos, que no está en la misma vecindad donde ocurrió el ataque.
Un funcionario gubernamental dijo a la televisora Al-Yazira que el grupo armado era pequeño, pero empeñado en desestabilizar a Siria.
"Este es un incidente aislado … Siria es un país seguro y seguirá siéndolo", dijo el Ministro de Turismo, Saadala Aga al-Kalaa. Agregó que el gobierno estaba averiguando la nacionalidad de los individuos y que a su debido tiempo informará sobre la investigación.
El gobierno sirio todavía no ha sugerido el móvil del atentado, pero el analista político sirio Imad Shoueibi culpó a la red terrorista Al-Kaeda de Osama Bin-Laden.
"Me parece que Al-Kaeda quiere publicidad para enviar un mensaje a los americanos de que es capaz de atacar cualquier objetivo, aún en países seguros como Siria", dijo Shouebi a la agencia de noticias Reuters. "Esto también pudiera apuntar al propósito de hacer pagar a Siria por su papel en la campaña contra el terrorismo".
Estados Unidos acusa a Siria de complicidad con el terrorismo, servir de santuario a terroristas y de no impedir que mercenarios crucen al vecino Irak.
Por el momento ninguna organización clandestina se ha atribuido el hecho, pero algunos funcionarios sirios y analistas no han tardado en señalar a los musulmanes radicales, vinculando el suceso de Damasco con recientes ataques terroristas realizados en Arabia Saudita, Irak y Marruecos, así como un intento en Jordania que no llegó a plasmarse.