El gobierno del presidente George W. Bush estima adecuada la decisión de México y Perú de retirar sus embajadores de La Habana. Además, México expulsó al Embajador de Cuba por "injerencias inaceptables" del gobierno de Fidel Castro en sus asuntos nacionales.
"A mi juicio México y Perú han respondido de manera adecuada", dijo el lunes el Secretario de Estado, Colin Powell, durante el seminario de tres días que lleva a cabo el Consejo de las Américas en Washington D.C. Se trata de una entidad que fomenta las inversiones en las Américas .
"Castro ha atacado verbalmente a varias naciones, entre ellas México y Perú, por haberse manifestado contra las violaciones de los derechos humanos en Cuba. Las criticó y las atacó por votar a favor de la resolución que critica a Cuba en la reciente reunión de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra", declaró más tarde Richard Boucher, vocero del Departamento de Estado.
"Dada la naturaleza de las declaraciones de Castro, las acciones de los gobiernos de México y Perú parecen ser enteramente apropiadas", agregó el portavoz. Desmintió que la decisión de esos dos países se haya debido a las presiones de Washington.
El gobierno de México acusó al de Cuba de entrometerse en sus asuntos internos, ordenó el regreso a la capital mexicana de la embajadora Roberta Lajous y dio plazo de 48 horas al embajador cubano Jorge Bolaños para que se fuera de México.
Casi simultáneamente con la decisión de México, Perú retiró a su Embajador en Cuba por considerar "insultantes" las declaraciones de Fidel Castro el Primero de Mayo contra el presidente Alejandro Toledo. Perú también apoyó la resolución contra Cuba en la Comisión de derechos Humanos de Naciones Unidas.
La cancillería peruana entregó el domingo al embajador cubano una nota oficial de protesta y decidió disminuir el nivel de su representación diplomática en La Habana hasta el de "encargado de negocios".