Silvia Iriondo, que preside la entidad Madres Contra la Represión (M.A.R) en Cuba, dijo el martes en rueda de prensa que la votación sobre el proyecto de resolución de Honduras se preparaba "en un marco surrealista y de doble moral".
M.A.R. es una asociación de familiares de presos políticos cubanos. Su presidenta lamentó que la resolución sobre Cuba que la Comisión aprobó en el 2003 no reflejó "las salvajes violaciones de los derechos humanos que se cometen" en Cuba. Iriondo agregó que muchos miembros de la Comisión pretendieron en pasadas reuniones "silenciar la voz de los propios pueblos que ellos oprimen" y que así "se hicieron cómplices de los países opresores".
"Hay que reformar la Comisión para hacerla eficaz y creíble", dijo Iriondo. "Es urgente que recupere el espíritu con el cual fue creada".
"El problema es que esta Comisión ha perdido su credibilidad. De sus 53 miembros la mitad no ha ratificado las principales convenciones de derechos humanos y son países opresores que se protegen entre sí", dijo William Navarrete, de la Asociación Tercera República Cubana.
Navarrete afirmó que la delegación de Cuba en la Comisión de Derechos Humanos es muy activa y Cuba "es la primera dictadura en acudir en ayuda de las otras".
De los once países latinoamericanos miembros de la Comisión, Brasil y Argentina han anunciado que se abstendrán, México y Paraguay no han querido revelar cómo votarán, Honduras ha redactado el texto de la resolución y Guatemala, El Salvador, Perú y Nicaragua han dicho que apoyan el proyecto de resolución hondureño que condena por primera vez el encarcelamiento de 75 disidentes cubanos en marzo del 2003.
El texto, que se estudiará el jueves en la Comisión reunida en Ginebra, repite la petición que se hizo en los años 2002 y 2003, para que el gobierno de Cuba permita que visite la isla un inspector (relator) de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas Para Derechos Humanos.