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Estados Unidos

10 activistas reciben los Premios Globales de Derechos Humanos

Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos. (John Edleson/AP).
Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos. (John Edleson/AP).

El Departamento de Estado anunció los ganadores de la edición de este año de los Premios Globales a Defensores de Derechos Humanos.

"Proteger y apoyar a los defensores y las defensoras de los derechos humanos sigue siendo una prioridad clave de la política exterior estadounidense en tanto son centrales a la democracia, el acceso a la justicia, la existencia de una sociedad civil dinámica, la prosperidad económica y la sostenibilidad ambiental", dijo el Departamento de Estado en un comunicado.

Al celebrar el 75º Aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos y el 25º Aniversario de la Declaración de la ONU sobre los Defensores de los Derechos Humanos, "nos complace homenajear a este conjunto de Ganadores: diez personas de todo el mundo que han demostrado liderazgo y valentía al tiempo que promueven y defienden los derechos humanos y las libertades fundamentales; combaten y exponen abusos de derechos humanos perpetrados por gobiernos y empresas; y movilizan acciones para proteger el medioambiente, mejorar la gobernanza y asegurar que haya rendición de cuentas y que cese la impunidad", indicó el comunicado.

Estos premios son otorgados por la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo. Las personas premiadas este año son:

Mohammad Nur Khan – Bangladés

En las últimas tres décadas, el Sr. Khan lideró a dos de las organizaciones nacionales de derechos más renombradas y se asoció con organizaciones internacionales para documentar violaciones de derechos humanos y promover la rendición de cuentas en Bangladés. Sus intervenciones oportunas, sus acciones de incidencia en representación de familiares de víctimas de desaparición forzada y su liderazgo entre las redes activas de la sociedad civil del país han contribuido a salvar vidas y han restablecido la reputación de víctimas inocentes de cargos penales impuestos por motivaciones políticas.

Elaize de Souza Farias – Brasil

La Sra. Farias es una periodista de investigación de altísimo nivel dedicada a temas indígenas que trabaja desde Manaos, Amazonas, y una de las cofundadoras de la agencia de noticias independiente Amazônia Real, la primera agencia de periodistas de investigación sin fines de lucro que opera en el Amazonas. Informa sobre cuestiones relacionadas con el medioambiente, agricultura, pueblos indígenas y tradicionales, origen étnico, raza, género y el combate a la violencia en la Amazonía, y conecta estos temas con los conceptos más amplios de pertenencia e identidad.

Chhim Sithar – Camboya

La Sra. Sithar lidera el Sindicato de Derechos Laborales de Empleados Jemer en uno de los negocios con mayores nexos políticos de Camboya, el lucrativo Resort y Casino NagaWorld. A fines de 2021, la Sra. Sithar lideró a empleados de NagaWorld durante una huelga en reclamo de mayores salarios y la reincorporación de ocho líderes sindicales encarcelados y otras casi 370 personas que señalaron haber sido despedidas injustamente del casino. Pese al hostigamiento del que es objeto y de su detención en 2022, Sithar sigue expresándose abiertamente en defensa de los derechos laborales.

Nino Lomjaria y equipo – Georgia

La Sra. Lomjaria se desempeñó como Defensora Pública de Georgia entre 2017 y 2022. Durante su función, la Defensoría Pública (DP) fue considerada ampliamente la institución democrática más independiente de Georgia. Como parte de su gestión, Nino y su equipo promovieron protecciones de derechos humanos más sólidas para todas las personas, en ocasiones ante presiones políticas intensas, y mantuvieron su independencia en todo momento. La labor de la DP para combatir la discriminación y defender los derechos de niños y niñas, personas con discapacidad, prisioneros, personas LGBTQI+ y miembros de minorías religiosas, con independencia de cuál sea su signo político, ha procurado establecer un Estado democrático que esté a la altura de las aspiraciones euroatlánticas de sus ciudadanos.

Rosa Melania Reyes Velásquez – Honduras

La Sra. Reyes se ha consagrado por décadas a combatir la violencia contra las mujeres en Honduras, y ha enfrentado a agresores, abusadores, miembros de pandillas y, en ocasiones, representantes de su propio gobierno. Durante los 28 años que integró el Movimiento de Mujeres de la Colonia López Arellano y Aledaños, la Sra. Reyes ha impulsado acciones para asegurar rendición de cuentas y terminar con la impunidad, y ha asistido a más de 7.300 mujeres en su reclamo de justicia.

Nasrin Sotoudeh – Irán

La Sra. Sotoudeh es una renombrada abogada de derechos humanos iraní y una importante activista. Ha representado a activistas y políticos opositores iraníes encarcelados tras las agitadas protestas a favor de la democracia en junio de 2009, a minorías étnicas y religiosas que son objeto de persecución y a presos condenados a muerte por delitos cometidos cuando eran menores de edad. Ha estado encarcelada en varias oportunidades desde 2010, incluso en régimen de aislamiento, y en marzo de 2019 fue condenada a un total de 38 años de cárcel y 148 latigazos por prestar servicios de defensa legal a mujeres imputadas penalmente por no usar hiyab.

El equipo legal de los detenidos de Badinan, liderados por Bashdar Hassan – Irak

Hassan es un abogado de derechos humanos iraquí que lideró a un grupo de abogados que ejercieron la defensa de los “detenidos de Badinan”, un grupo de periodistas, activistas y manifestantes que, según Amnistía Internacional, fueron objeto de “detención arbitraria” y “desaparición forzada” en Badinan (provincia de Duhok) en el Kurdistán iraquí. El equipo representó estos casos de alto perfil exponiéndose a un riesgo personal y profesional significativo, haciendo frente a actos intimidatorios, acoso y amenazas de muerte anónimas.

Mohamed Ely El Her – Mauritania

Gracias al denodado trabajo de El Her a lo largo de varias décadas, su comunidad ha conseguido avances muy significativos en el aseguramiento de derechos sobre la tierra para antiguas víctimas de esclavitud. Ganó arduas batallas judiciales en los años en que el gobierno de Mauritania se negaba a reconocer que existía esclavitud, y actualmente sigue compartiendo mejores prácticas para ayudar a otras comunidades de exesclavos y personas afromauritanas a resolver sus propias dificultades relacionadas con la titularidad de tierras.

Ding Jiaxi – República Popular China

La incidencia en derechos humanos del Sr. Ding en la República Popular China se remonta a más de una década, cuando contribuyó a formar el Movimiento de los Nuevos Ciudadanos, que apoyó a candidatos independientes a postularse en elecciones locales, impulsó campañas instando a funcionarios gubernamentales a divulgar sus finanzas personales, reivindicó los derechos de propiedad y exigió el acceso a la educación para niños y niñas migrantes. El Sr. Ding se encontraría en prisión preventiva por su activismo y sería objeto de un trato inhumano aberrante desde 2019, y ha trascendido que fue juzgado en un proceso secreto en 2022 sin que se anunciara el veredicto.

Ekoue David Joseph Dosseh – Togo

Dosseh ha tenido un papel activo en el desarrollo de las capacidades de la sociedad civil togolesa, el combate a la injusticia y la impunidad, y la promoción de adelantos democráticos en la región durante más de 15 años. Como médico, Dosseh inspiró la unidad y la solidaridad en las profesiones médicas y las regiones para oponer un frente unido y asegurar mejores condiciones laborales a una variedad de trabajadores de la salud. El activismo reciente de Dosseh se centra en adoptar un enfoque creativo regional e internacional para hacer valer los límites a los mandatos presidenciales en África Occidental.

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Universidad de Columbia amenaza con expulsar a estudiantes que tomaron edificio (FOTOS)

Un estudiante ondea una bandera palestina en la azotea del Hamilton Hall de la Universidad de Columbia, en Nueva York, Estados Unidos, este martes 30 de abril. (REUTERS/David Dee Delgado)
Un estudiante ondea una bandera palestina en la azotea del Hamilton Hall de la Universidad de Columbia, en Nueva York, Estados Unidos, este martes 30 de abril. (REUTERS/David Dee Delgado)

Decenas de manifestantes ocuparon la madrugada del martes un edificio de la Universidad de Columbia en Nueva York, colocaron barricadas en los accesos y colgaron una bandera palestina en una ventana, en una nueva escalada de las manifestaciones contra la guerra entre Israel y Hamás que se han extendido a campus universitarios de todo Estados Unidos. La escuela prometió expulsar a los participantes.

La ocupación en Columbia —donde los manifestantes hicieron caso omiso a un ultimátum de abandonar un campamento de tiendas de campaña el lunes o ser suspendidos— se desarrolló mientras otras universidades intensificaban sus esfuerzos para despejar los campamentos. La policía irrumpió en algunos campus, provocando enfrentamientos con los manifestantes y numerosos arrestos. En casos más raros, los funcionarios universitarios y los líderes de las protestas han llegado a acuerdos para limitar la perturbación de la vida en el campus.

Los manifestantes en el campus de Columbia en Manhattan entrelazaron los brazos ante el edificio Hamilton Hall la madrugada del martes y llevaron cargando muebles y barricadas de metal hasta el recinto, uno de los que fueron ocupados durante una protesta por los derechos civiles y contra la guerra de Vietnam en 1968. Publicaciones en una cuenta de Instagram de organizadores de la protesta poco después de la medianoche instaban a la gente a proteger el campamento y sumarse a ellos en el Hamilton Hall. Un cartel con la frase "Palestina libre" colgaba de una ventana.

La toma del Hamilton Hall ocurrió unas 12 horas después del plazo límite de las 2 de la tarde del lunes para que los manifestantes abandonaran el campamento en el campus de la Universidad de Columbia. (Mary Altaffer/Pool vía REUTERS)
La toma del Hamilton Hall ocurrió unas 12 horas después del plazo límite de las 2 de la tarde del lunes para que los manifestantes abandonaran el campamento en el campus de la Universidad de Columbia. (Mary Altaffer/Pool vía REUTERS)

"Un grupo autónomo reclamó el edificio Hind's Hall, antes conocido como 'Hamilton Hall', en honor a Hind Rajab, un mártir asesinado a manos del Estado genocida israelí a los seis años", escribió el martes de madrugada CU Apartheid Divest en la red social X.

El Hamilton Hall abrió sus puertas en 1907 y lleva el nombre de Alexander Hamilton, uno de los padres fundadores de Estados Unidos, que asistió al King's College, el nombre original de Columbia.

La toma del edificio ocurrió unas 12 horas después del plazo límite de las 2 de la tarde del lunes para que los manifestantes abandonaran un campamento de unas 120 carpas bajo amenaza de suspensión.

En un comunicado el martes, el portavoz de Columbia, Ben Chang, dijo que "los estudiantes que ocupen el edificio se enfrentan a la expulsión". Agregó que aquellos que no aceptaran los términos del lunes serían suspendidos.

"Los manifestantes han optado por escalar a una situación insostenible: destrozar propiedades, romper puertas y ventanas y bloquear entradas, y estamos aplicando las consecuencias que describimos ayer", agregó.

Estudiantes protestan este martes con banderas palestinas y kufiyas a la entrada del Hamilton Hall, en la Universidad de Columbia. (Mary Altaffer/Pool via REUTERS)
Estudiantes protestan este martes con banderas palestinas y kufiyas a la entrada del Hamilton Hall, en la Universidad de Columbia. (Mary Altaffer/Pool via REUTERS)

El jefe del Departamento de Policía de Nueva York, Jeffrey Maddrey, dijo en una conferencia de prensa el martes que la policía no ingresará al campus de Columbia sin una solicitud de la administración de la universidad o sin una emergencia inminente.

Los manifestantes insistieron en que permanecerán en el edificio hasta que la universidad acepte tres demandas: desinversión, transparencia financiera y amnistía.

Los enfrentamientos han generado preocupación en la Casa Blanca. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, dijo que el presidente Joe Biden cree que los estudiantes que ocupan un edificio académico es "un enfoque absolutamente equivocado" y "no es un ejemplo de protesta pacífica".

Universidades de todo Estados Unidos buscan la forma de desalojar los campamentos antes de las inminentes ceremonias de graduación. Algunas seguían en negociaciones mientras otras recurrían a la fuerza y los ultimátum, que han producido choques con la policía. Docenas de personas fueron detenidas el lunes en protestas en universidades de Texas, Utah, Virginia y Nueva Jersey, mientras que Columbia dijo unas horas antes de que se ocupara el edificio Hamilton que había empezado a suspender a alumnos.

Por su parte, la policía intervino el martes por la mañana para desmontar un campamento en la Universidad de Yale, en Connecticut, aunque no había reportes inmediatos de arrestos.

Manifestantes estudiantiles acampan en el campus de la Universidad de Columbia, este martes, 30 de abril de 2024, en Nueva York. (Pool Photo/Mary Altaffer)
Manifestantes estudiantiles acampan en el campus de la Universidad de Columbia, este martes, 30 de abril de 2024, en Nueva York. (Pool Photo/Mary Altaffer)

El Yale Daily News, un periódico estudiantil independiente, indicó que policías de Yale y de New Haven habían rodeado el campamento en la explanada del campus con cinta a partir de las seis de la mañana, y dijeron que cualquiera que estuviera dentro del perímetro podría ser detenido y suspendido si no se machaba. Para las 7:30 de la mañana no se habían hecho detenciones, indicó el agente Christian Bruckhart, vocero de la policía de New Haven.

Las protestas en campus de todo el país comenzaron en respuesta a la ofensiva de Israel en Gaza después de que Hamás realizara un letal ataque contra el sur de Israel el 7 de octubre.

Los milicianos mataron a unas 1.200 personas, la mayoría civiles, y tomaron unos 250 rehenes. Israel ha prometido erradicar a Hamás y matado a más de 34.000 palestinos en la Franja de Gaza, según el Ministerio local de Salud.

Israel y sus partidarios han descrito las protestas estudiantiles de antisemitas, mientras que los críticos de Israel dicen que esa acusación se emplea para silenciar a las voces discordantes. Aunque algunos manifestantes han sido grabados haciendo comentarios antisemitas o amenazas violentas, los organizadores de las protestas, algunos de los cuales son judíos, dicen que se trata de un movimiento pacífico que aspira a defender los derechos de los palestinos y denunciar la guerra.

Bancos y contenedores de basura bloquean la entrada a Hamilton Hall, donde algunos estudiantes acamparon, en el campus de la Universidad de Columbia. (Mary Altaffer/Pool vía REUTERS)
Bancos y contenedores de basura bloquean la entrada a Hamilton Hall, donde algunos estudiantes acamparon, en el campus de la Universidad de Columbia. (Mary Altaffer/Pool vía REUTERS)

En la Universidad de Texas, en Austin, un abogado informó de al menos 40 inconformes detenidos el lunes. El enfrentamiento representó un agravamiento de la situación en el campus de 53.000 estudiantes en la capital estatal, donde más de 50 manifestantes fueron arrestados la semana pasada.

Más tarde el lunes, docenas de agentes con material antimotines en la Universidad de Utah intentaron desalojar un campamento ante la oficina del presidente de la universidad, una operación que se alargó hasta bien entrada la tarde. La policía sacó a estudiantes a rastras por los pies y las manos, rompió los postes que sostenían las carpas y retuvo con bridas a los que se negaron a marcharse. Diecisiete personas fueron detenidas. La universidad dijo que acampar durante la noche en terrenos del centro estaba prohibido y que se habían dado varias advertencias a los alumnos antes de la intervención policial.

En la Universidad de Princeton, 13 personas fueron detenidas el lunes por la noche, incluidos 11 alumnos, tras ocupar brevemente un edificio que aloja su facultad. Recibieron citaciones judiciales por allanamiento y se les ha prohibido el acceso al campus, según un comunicado del presidente del centro, Christopher Eisgruber.

También el martes, la policía desalojó un campamento en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill y detuvo a unas 30 personas. En la Universidad de Connecticut, la policía realizó arrestos después de que los manifestantes se negaran a retirar las tiendas de campaña.

La situación de los estudiantes detenidos se ha convertido en una parte central de las protestas, en las que los estudiantes y un número creciente de profesores exigen una amnistía para los manifestantes. La cuestión es si las suspensiones y los expedientes judiciales seguirán a los estudiantes durante su vida adulta.

Las protestas en Texas y en otros sitios —también en Europa y Canadá— fueron inspiradas por las primeras manifestaciones en Columbia. El lunes, los estudiantes activistas en Columbia desafiaron el plazo de las dos de la tarde para abandonar un campamento. Un puñado de manifestantes opuestos ondeaban banderas israelíes, y uno sostenía un cartel en el que se leía: "¿Dónde están los cánticos contra Hamás?".

El campamento improvisado por los manifestantes en el campus de la Universidad de Columbia se mantenía este martes, 30 de abril. (Pool Photo/Mary Altaffer)
El campamento improvisado por los manifestantes en el campus de la Universidad de Columbia se mantenía este martes, 30 de abril. (Pool Photo/Mary Altaffer)

Aunque la universidad no llamó a la policía para desalojar a los manifestantes, el portavoz de la universidad, Ben Chang, dijo que Columbia había iniciado las suspensiones.

Organizadores de las protestas dijeron no estar al tanto de ninguna suspensión para el lunes por la noche.

En un caso excepcional, la Universidad del Noroeste dijo que llegó a un acuerdo con estudiantes y profesores que representan a la mayoría de los manifestantes en su campus cerca de Chicago. Permite manifestaciones pacíficas hasta que concluyan las clases el 1 de junio, requiere el retiro de todas las tiendas excepto una para prestar ayuda, y restringe el área de la manifestación para permitir solamente el ingreso de estudiantes, profesores y otro personal a menos que la universidad apruebe otra cosa.

En la Universidad del Sur de California, los organizadores de un gran campamento se reunieron el lunes con la presidenta de la universidad, Carol Folt. Folt declinó dar detalles, pero dijo que había escuchado las preocupaciones de los manifestantes y que el diálogo continuaría el martes.

La USC abrió una controversia el 15 de abril cuando prohibió que el orador representante de los alumnos, que ha apoyado públicamente a los palestinos, hiciera un discurso inaugural alegando motivos de seguridad no especificados por su inusual decisión.

Policías estatales de Texas montan guardia en la Universidad de Texas en Austin, Texas, el 29 de abril de 2024. (Suzanne Cordeiro/AFP)
Policías estatales de Texas montan guardia en la Universidad de Texas en Austin, Texas, el 29 de abril de 2024. (Suzanne Cordeiro/AFP)

Después, la institución canceló el discurso del cineasta Jon M. Chu, un antiguo alumno, y declinó entregar títulos honorarios.

La indignación por esas decisiones y las protestas en Columbia inspiraron el campamento y las manifestaciones en el campus la semana pasada, donde 90 personas fueron detenidas por policías antidisturbios. La universidad ha cancelado su acto principal de graduación.

En otros lugares, los administradores han intentado salvar sus ceremonias de graduación y varios han ordenado desalojar los campamentos en los últimos días. Cuando estos intentos han fracasado, los funcionarios han amenazado con medidas disciplinarias, incluida la suspensión, y con posibles detenciones.

Pero los estudiantes se han mantenido firmes en sus posiciones en algunas universidades de alto nivel, como Harvard, la Universidad de Pensilvania y Yale, entre otras. Policías con material antimotines intentaron desalojar un campamento en la Universidad Commonwealth de Virginia el lunes por la noche y se enfrentaron con los manifestantes.

EEUU y México planean tomar medidas drásticas contra la inmigración ilegal en su frontera compartida

El presidente Joe Biden y el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador conversaron el domingo vía telefónica sobre la crisis en la frontera entre ambos países.
El presidente Joe Biden y el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador conversaron el domingo vía telefónica sobre la crisis en la frontera entre ambos países.

Estados Unidos y México planean tomar medidas drásticas contra la inmigración ilegal en su frontera compartida, según dijeron el lunes los líderes de ambos países.

En un comunicado conjunto, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijeron que sostuvieron el domingo una conversación telefónica y que sus administraciones pronto tomarían medidas para disminuir los cruces ilegales y, al mismo tiempo, abordarían los problemas económicos y de seguridad que provocan que las personas migren.

“En el corto plazo, los dos presidentes ordenaron a sus equipos de Seguridad Nacional trabajar en conjunto para implementar de inmediato medidas concretas, a fin de reducir significativamente los cruces fronterizos irregulares, protegiendo al mismo tiempo los derechos humanos”, anunció el comunicado.

El comunicado no da detalles sobre las "medidas concretas".

También se comprometieron a promover iniciativas para abordar las causas fundamentales de la migración en todo el hemisferio occidental, señalando que aumentar la prosperidad y la seguridad compartidas será de importancia crítica para enfrentar eficazmente el desafío migratorio a largo plazo.

En la Casa Blanca, al pedido de una periodista de más detalles sobre las medidas, la vocera Karine Jean-Pierre dijo que no quería ir más allá de lo dicho en el comunicado.

“Voy a tener mucho cuidado aquí. No voy a adelantarme a lo establecido en la declaración, pero diría que es un compromiso continuo para fortalecer la relación bilateral, la relación que tenemos y la cooperación regional, y no olvidemos que la cooperación regional beneficiará aquí, a nosotros aquí, en los Estados Unidos, pero también al pueblo de México, así que no voy a ir más allá de la lectura, esa declaración conjunta que salió”, declaró la portavoz.

Por su parte, el López Obrador le dijo a la prensa el lunes que habló con Biden sobre mantener la frontera abierta para aquellos que sigan los procesos legales para llegar a Estados Unidos.

También elogió la reducción de llegadas a la frontera entre EEUU y México, diciendo que se habían reducido a alrededor de 6.000 por día en enero debido, en parte, a programas sociales en otros países latinoamericanos respaldados por su gobierno.

Biden, demócrata que aspira a otro mandato en las elecciones del 5 de noviembre, ha endurecido su enfoque sobre la seguridad fronteriza en los últimos meses, a medida que la inmigración se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los votantes estadounidenses.

Los republicanos lo han criticado por dar marcha atrás en las políticas fronterizas restrictivas de la era de su antecesor, el expresidente Donald Trump, y por no frenar el aumento de los cruces ilegales.

La Casa Blanca ha considerado utilizar la autoridad ejecutiva del gobernante para bloquear a los migrantes en la frontera, pero tal medida podría desencadenar desafíos legales y el disgusto de algunos demócratas.

También está estudiando formas de conceder un estatus legal temporal y permisos de trabajo a los inmigrantes que se encuentren ilegalmente en Estados Unidos y estén casados con ciudadanos del país norteamericano, una medida que podría servir de contrapeso a las restricciones en la frontera.

Corte Suprema de EEUU escucha argumentos sobre afirmación de Trump de inmunidad absoluta

Miembros de los medios de comunicación se establecieron fuera de la Corte Suprema de Estados Unidos mientras los jueces escuchan argumentos sobre el reclamo de inmunidad presidencial del ex presidente Trump, el 25 de abril de 2024. REUTERS/Bonnie Dinero
Miembros de los medios de comunicación se establecieron fuera de la Corte Suprema de Estados Unidos mientras los jueces escuchan argumentos sobre el reclamo de inmunidad presidencial del ex presidente Trump, el 25 de abril de 2024. REUTERS/Bonnie Dinero

La Corte Suprema de Estados Unidos examinó este jueves si el expresidente Donald Trump cuenta con inmunidad y puede evitar ser procesado por su intento de revertir su derrota electoral de 2020 ante el demócrata Joe Biden.

El juicio del ex presidente por presunta interferencia electoral ha sido retrasado durante meses mientras la Corte considera el argumento de Trump de que los presidentes deberían ser inmunes a las acciones que tomen mientras están en el cargo.

En Nueva York, Trump dijo que quería estar presente en la Corte Suprema pero en vez de eso, tuvo que nuevamente presentarse a una corte de Nueva York, donde está siendo juzgado por cargos de falsificar registros para ocultar información perjudicial a los votantes cuando dirigió pagos monetarios a una actriz de películas para adultos a fin de mantener en secreto sus afirmaciones de que tuvieron relaciones sexuales.

"Creo que en la Corte Suprema que tiene que ver con la inmunidad, escuché que el argumento fue brillante. Pensé que las preguntas del juez eran geniales y todos los presidentes deben tener inmunidad", declaró Trump.

La mayoría de los jueces de la Corte Suprema, que se espera que emita su fallo a finales de junio, no parecían inclinados a respaldar la afirmación de Trump.

Pero al menos cuatro de los nueve magistrados parecieron estar en desacuerdo con un fallo de un tribunal inferior que estipuló que un expresidente no goza de "inmunidad absoluta" frente a un proceso penal después de dejar el cargo.

Los abogados de Trump sostuvieron que los expresidentes tienen derecho a inmunidad absoluta por sus actos oficiales. De lo contrario, dicen, los procesos por motivos políticos de exmandatarios serían rutinarios y los presidentes no podrían asumir el papel de comandante en jefe si tienen que preocuparse por cargos penales.

Por su parte, la fiscalía afirmó que quienes redactaron la Constitución nunca tuvieron la intención de que los presidentes estuvieran por encima de la ley y que, en cualquier caso, los actos de los que se acusa a Trump —incluyendo el participar en un plan para incluir electores falsos en estados disputados ganados por Biden— no son de ninguna manera parte de los deberes oficiales de un presidente.

La inmunidad presidencial de Trump en manos de la Corte Suprema

El expresidente estadounidense Donald Trump habla con los medios de comunicación a su llegada al Tribunal Penal de Manhattan en la ciudad de Nueva York el 25 de abril de 2024.
El expresidente estadounidense Donald Trump habla con los medios de comunicación a su llegada al Tribunal Penal de Manhattan en la ciudad de Nueva York el 25 de abril de 2024.

La Corte Suprema de Estados Unidos asumirá este jueves un papel determinante en el futuro político del expresidente Donald Trump, favorito por el Partido Republicano a las elecciones presidenciales del 2024.

El expresidente ha solicitado inmunidad judicial en varias acusaciones que buscan procesarlo por sus esfuerzos por anular el resultado electoral de las presidenciales de 2020.

Otras instancias del sistema judicial han rechazado su solicitud de ser protegido de cuatro cargos penales relacionados con las elecciones con el argumento de que estaba sirviendo como presidente.

Los abogados de Trump dijeron a los jueces que un expresidente tiene "inmunidad absoluta contra el enjuiciamiento penal por sus actos oficiales" y alertaron que sin esa protección "la amenaza de un futuro enjuiciamiento y encarcelamiento se convertiría en un garrote político para influir en las decisiones presidenciales más sensibles y controvertidas".

Una decisión rápida de la Corte Suprema podría permitir que el juicio se lleve a cabo antes de las elecciones de noviembre.

Trump no asistirá a los argumentos de la Corte Suprema, integrada por una mayoría conservadora, entre los que se incluyen Amy Coney Barrett, Brett Kavanaugh y Neil Gorsuch, los tres nombrados por el expresidente republicano. Los miembros de la rama judicial son nombrados por el presidente y confirmados por el Senado.

En 2020 la misma instancia rechazó varios intentos que buscaron anular los resultados de las elecciones presidenciales que dieron la victoria a Joe Biden, por un margen de 306 a 232 votos en el colegio electoral de EE.UU.

En marzo, la Corte Suprema concedió una importante victoria para la carrera de Trump cuando anuló una decisión judicial que le había excluido de la papeleta electoral de Colorado en virtud de una disposición constitucional relativa a la insurrección por incitar y apoyar el ataque del 6 de enero de 2021 contra el Capitolio de Estados Unidos perpetrado por sus partidarios.

Desde la histórica sentencia del caso Bush contra Gore, que en 2000 dio la victoria al republicano George W. Bush sobre el demócrata Al Gore, la corte no había desempeñado un papel tan importante en una carrera presidencial.

Los casos de la Corte Suprema son casi completamente de naturaleza apelativa y las decisiones de esta corte no pueden apelarse ante ninguna otra autoridad, ya que la Corte Suprema es la última instancia decisoria en los Estados Unidos en cuanto a las leyes federales. Sin embargo, la Corte Suprema puede considerar apelaciones de las cortes estatales de mayor rango o de los tribunales federales de apelaciones. La Corte también tiene jurisdicción de primera instancia sobre ciertos tipos de casos, incluyendo aquellos que implican a embajadores y otros funcionarios diplomáticos, y casos entre estados.

Nuevas detenciones en protestas estudiantiles en EEUU por la guerra de Gaza

La semana pasada, más de 100 manifestantes que habían acampado en el campus de la Universidad de Columbia, en Nueva york, fueron arrestados por la policía.
La semana pasada, más de 100 manifestantes que habían acampado en el campus de la Universidad de Columbia, en Nueva york, fueron arrestados por la policía.

Las protestas en universidades en Estados Unidos contra la guerra entre Israel y Hamás obligaron el martes a algunas casas de estudio a imponer las clases virtuales.

NUEVA YORK, EEUU — Los pulsos entre las universidades estadounidenses y las protestas propalestinas de sus alumnos eran cada vez más tensos el miércoles en ambas costas, y la Universidad de Columbia marcó un plazo límite a cientos de personas para que levantaran un campamento, mientras docenas de inconformes seguían atrincherados en dos edificios en un campus universitario del norte de California.

Los dos incidentes formaban parte de unas manifestaciones estudiantiles que ganaban intensidad en todo el país por la guerra de Israel con Hamás. Los estudiantes reclaman que las escuelas corten lazos financieros con Israel y desinviertan de compañías implicadas en el conflicto. Docenas de personas han sido detenidas y acusadas de allanamiento o alteración del orden.

El presidente de Columbia, Minouche Shafik, fijó el martes en un comunicado un plazo límite para llegar a un acuerdo con los alumnos para desalojar el campamento o “consideraremos opciones alternativas”.

Ese plazo pasó sin noticias de un acuerdo. Videos del lugar mostraban a algunos manifestantes retirando sus carpas mientras otros redoblaban sus discursos. Circulaban rumores en internet sobre que el plazo se había retrasado a la mañana, aunque la universidad declinó confirmarlo.

Policías con equipo antimotines montan guardia mientras manifestantes corean consignas afuera del campus de la Universidad de Columbia, el jueves 18 de abril de 2024, en Nueva York. (AP Foto/Mary Altaffer)
Policías con equipo antimotines montan guardia mientras manifestantes corean consignas afuera del campus de la Universidad de Columbia, el jueves 18 de abril de 2024, en Nueva York. (AP Foto/Mary Altaffer)

El incremento de la tensión se daba la noche antes de que el presidente de la Cámara de Representantes Mike Johnson, viajara a Columbia para visitar a los estudiantes judíos y hablar sobre el antisemitismo en los campus universitarios.

En el otro extremo del país, los manifestantes en la Universidad Politécnica Estatal de California, Humboldt, empezaron a utilizar muebles, carpas, cadenas y bridas para bloquear los acceso a un edificio el lunes por la noche. Era un desafío más inesperado en una región conservadora de California, unos 480 kilómetros (300 millas) al norte de San Francisco.

“¡No les tenemos miedo!”, coreaban los inconformes antes de que agentes con material antimotines trataran de abrirse paso en la entrada del edificio, según videos. La alumna Peyton McKinzie dijo que estaba entrando el lunes en el campus cuando vio a la policía agarrar a una mujer por el pelo y a otro alumno al que le estaban vendando la cabeza por una herida.

“Creo que muchos alumnos están en shock por eso”, dijo a The Associated Press.

Tres estudiantes fueron detenidos, según un comunicado de Cal Poly Humboldt, que cerró el campus hasta el miércoles. Un número desconocido de alumnos había ocupado un segundo edificio del campus el martes.

Profesores de la Universidad de Columbia hablan en solidaridad con el derecho de los estudiantes a protestar sin ser arrestados, en el campus de Nueva York, el 22 de abril de 2024. (AP Foto/Stefan Jeremiah)
Profesores de la Universidad de Columbia hablan en solidaridad con el derecho de los estudiantes a protestar sin ser arrestados, en el campus de Nueva York, el 22 de abril de 2024. (AP Foto/Stefan Jeremiah)

El incremento de las manifestaciones ha obligado a las universidades a buscar un equilibrio entre la seguridad del campus y los derechos de libertad de expresión. Muchas toleraron durante mucho tiempo las protestas, que en su mayoría reclamaban que las universidades condenaran el ataque de Israel a Gaza y desinvirtieran de compañías que venden armas a Israel.

Ahora las universidades imponen una disciplina más estricta alegando motivos de seguridad, mientras algunos estudiantes judíos dicen que las críticas a Israel han derivado en antisemitismo.

Las protestas contra la guerra en la Franja de Gaza llevaban meses bullendo, pero se intensificaron luego del arresto el jueves de la semana pasada de más de 100 manifestantes que habían acampado en el campus de la Universidad de Columbia en Manhattan.

En la Universidad de Nueva York, 133 personas habían sido detenidas y liberadas para el lunes por la noche con orden de comparecer ante una corte bajo cargos de alteración del orden público.

En Connecticut, la policía arrestó a 60 manifestantes —incluidos 47 estudiantes— en la Universidad de Yale, luego de que se rehusaron a abandonar un campamento en el centro del campus.

Manifestantes bloquean el tráfico durante una protesta para exigir un alto el fuego permanente en Gaza, cerca de la casa del senador Chuck Schumer, en Brooklyn, Nueva York, el martes 23 de abril de 2024. (Foto AP/Andres Kudacki)
Manifestantes bloquean el tráfico durante una protesta para exigir un alto el fuego permanente en Gaza, cerca de la casa del senador Chuck Schumer, en Brooklyn, Nueva York, el martes 23 de abril de 2024. (Foto AP/Andres Kudacki)

El presidente de Yale, Peter Salovey, dijo que los manifestantes habían rechazado una oferta para poner fin a la protesta y reunirse con los administradores. Después de varias advertencias, las autoridades escolares determinaron que “la situación ya no era segura”, así que la policía desalojó el campamento y realizó los arrestos.

En la región del centro-norte de Estados Unidos, un campamento en el campus de la Universidad de Michigan había crecido hasta tener casi 40 tiendas de campaña. Y nueve manifestantes contra la guerra de la Universidad de Minnesota fueron detenidos luego de que la policía desmanteló un campamento frente a la biblioteca. Cientos de personas marcharon en el campus de Minnesota por la tarde para pedir su liberación.

La Universidad de Harvard, en Massachusetts, ha intentado adelantarse a las protestas cerrando la mayoría de las puertas de acceso a su famoso Harvard Yard y limitando el acceso a quienes lleven una identificación de la escuela. La universidad también ha colocado carteles que advierten contra la instalación de tiendas o mesas en el campus sin permiso.

Las protestas en los campus comenzaron tras el letal ataque de Hamás contra el sur de Israel, en el que mataron unas 1.200 personas, la mayoría civiles, y unas 250 personas fueron tomadas como rehenes. En la guerra posterior, Israel ha matado a más de 34.000 palestinos en la Franja de Gaza, según el ministerio de salud local, que no distingue entre civiles y combatientes pero señala que al menos dos tercios de los muertos eran mujeres y niños.

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