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Cuba

Maestro de Trocadero, Marx, mastodonte y pulga

Intelectuales y poetas cubanos rinden tributo en su tumba a José Lezama Lima, mismos que quizá en vida le negaron y espiaron por órdenes de la Policía Política.
Intelectuales y poetas cubanos rinden tributo en su tumba a José Lezama Lima, mismos que quizá en vida le negaron y espiaron por órdenes de la Policía Política.

Lezama Lima, cuya muerte hace 36 años conmemoramos este agosto, se empeñaría en dotar a los cubanos de una cosmogonía insular.

A José Lezama Lima se le daba, cuando se le daba, en los estudios universitarios de Literatura Cubana, como un oscuro poeta del grupo de Orígenes que había escrito una monumental novela, Paradiso, que contenía un capítulo, el 8, que a su vez contenía, narraba una escabrosa escena homosexual, nada patriótica; no mucho más y dicho así, de pasada, y como quien no quiere la cosa, o la quiere pero no puede o no se atreve; al menos hasta mediados de la década del ochenta.

Lo de oscuro no por desconocido, que no lo era, sino por inextricable, culterano, enrevesado, hermético, pero no hermético metafísico, nada que ver con lo oscuro que derivaría del ocultismo, Dios, Lenin los libre, marxistas al fin, se sostenían, se sostienen en la superficie de las cosas, en la banalización de la realidad, en lo elemental, en boberías al estilo de que la conciencia es el más elevado grado de la materia, pensamiento fecal, vaya. No qué va, nuestros progres profesores no podían siquiera sospechar que Lezama (superior a Marx como un mastodonte respecto a una pulga, no sólo por la mole corporal lezamiana, sino por su alma, por la mole de su corpus filosófico, narrativo, materia áurea frente a la materia excrementicia que sería el marxismo) fuera oscuro en tanto conectado con una sabiduría milenaria; luego oscuro iluminado.

Los pogres pedagogos, demagogos que después devendrían en pobres, no podían aprehender que el hermetismo empleado por Lezama Lima no era el del follaje de la verborrea aspaventosa sino el hermetismo del lenguaje de los misterios, propio de los mistagogos renacentistas, maestros del discurso divino, revelado, que apostaban por el conocimiento de la manera más eficaz de religarse con el Espíritu, discurso, escritura que debía cubrirse con velos y metáforas porque los asuntos del negociado de Dios no podían sino sostenerse mediante el enigma, no tanto como modo de burlar la censura de la religión organizada, oficializada, aunque también, como para impedir que cayera en manos de la plebe no ya social sino espiritual; esa que sin duda haría uso espurio del poder de lo numinoso.

Los pobres pedagogos, plebe espiritual, no estaban en capacidad de entender el hermetismo lezamiano desde la anterior perspectiva, sino que lo hacían, a lo sumo, desde la perspectiva del burdo barroco, sin siquiera sospechar que el autor de Paradiso, 1966, estaría a la altura de Virgilio, Rabelais, Shakespeare, Cervantes, Hugo y Joyce, en la construcción de textos no ya de alto vuelo metafórico sino sagrados.

Hay una sustancial similitud entre el discurso de los misterios y el discurso hermético empleado por Lezama Lima en su novela Paradiso, un monumento construido sobre el sincretismo de los mitos ancestrales, historia, leyenda, realidades científicas, magia y pensamiento proveniente del gnosticismo, por lo que parece que el Maestro de Trocadero 162 se sumerge en las fuentes primigenias del saber, sin intermediarios, sin ataduras a los ortodoxos textos judíos y cristianos, luego, situado si no más allá del bien y el mal al menos, sí, más allá del dogma establecido. Lezama no es autor para entenderlo linealmente, sino para dejarse seducir, ir en la música de su mística. Mago en definitiva, Lezama no se atiene a la rígida realidad histórica, casi siempre histérica, sino que para nuestra suerte recrea una realidad otra, una historia otra, una donde el lector no apercibido puede romperse la sesuda crisma a la búsqueda desesperada de la constatación documental de una tribu hebrea, o helena, para el caso da igual, que, por supuesto, no aparecerá jamás porque jamás existió; excepto en la portentosa imaginación del escriba. Nada, que Lezama Lima es serio, pero no se le debe tomar en serio; por lo menos no literalmente en serio. Mejor, digamos que Lezama Lima es literariamente serio y literalmente burlesco.

El retintín de la referencia, por parte de los pobres pedagogos a la escabrosa escena homosexual, en el Capítulo 8, pudiera no ser tanto por la homosexualidad de la escena, ni siquiera por lo escabroso de la misma, como por la índole de la homosexualidad que adivinan en el autor, la que más detestan, la menos revolucionaria, la no patriótica, esto es, la pasiva homosexualidad, pero, paradoja de paradojas, adivinan mal respecto a la índole de la homosexualidad lezamiana, pues parece ser que la misma no sería pasiva sino activa, sutil pero importante diferencia para el sujeto macho-marxista, locas serán todas esas allá en París o en Nueva York, pero acá, en La Habana, la historia es otra; loca es sólo la que se deja por el envés, el compañero que da pudiera no ser un pervertido sino un pragmático guevarista, táctico talentoso que ante la circunstancia de aislamiento en la guerrilla, o en la cárcel, ni corto ni perezoso, convierte el revés en victoria, es decir, el envés en vagina, vaya, compañero desviado del ortodoxo orificio, pero no del oficio revolucionario; nunca un contrarrevolucionario.

El Capítulo 8 de Paradiso es donde entramos en la narración de la vida escolar de José Cemí, adolescente que comienza a abrirse hacia nuevas y peligrosas amistades que le inducen, o él induce, hacia el despelote de unas escenas que, para cierta crítica no ya marxista sino moralista, o moralista y marxista (que al que no quiere caldo se le dan dos tasas), ostentarían una sexualidad malsana, enrarecida y pervertida por la compostura y las circunstancias de los amantes.

Es cierto que el famoso Capítulo 8 tiene una escena homosexual, pero lo que prima en el mismo es el sexo heterosexual, sodomítico pero heterosexual. Pero la verdad es que lo que preocupaba a los pobres pedagogos, a los comisarios culturales que sobre ellos dominaban, no era la supuesta homosexualidad pasiva del poeta, sino más bien que la practica pasiva dilatara en algún momento no el aro anúbico sino el arco de sus ideas, ¡suspicaces segurosos!, como si el anúbico mandase sobre el cerebro; como si la disidencia por el envés llevase directo a la disidencia de ideas. Sin percatarse los pobres que, acorde con el mismo pensamiento lezamiano, lo anúbico podía ser lo más alto de lo más bajo, pero nunca lo más alto de lo más alto; sitial no ya para el cerebro sino para la corona. Elitista como era el mistagogo.

Juzgaban mal los pedagogos de pacotilla, pues Lezama Lima sería, como la mayoría de los intelectuales isleños, un simpatizante temprano de la revolución, revelación castrista. Así Guillermo Cabrera Infante aseguraba haber salvado al autor de Oppiano Licario de una suerte peor que la muerte: la ignominia de aparecer como un funcionario del aparato cultural batistiano y que, en consecuencia, Lezama pudo celebrar la revolución, al inicio, llamándola un “acontecimiento auroral”.

Cabrera Infante agrega para explicar el entusiasmo revolucionario de la intelectualidad isleña: todos éramos así de crédulos, para luego apuntar, en su libro Vidas para leerlas, que Lezama Lima fue ascendiendo en la escala oficial castrista poco a poco hasta llegar a ser uno de los asesores literarios de la Imprenta Nacional, que se veía ahora más seguro no como poeta sino políticamente, que sugirió algunos títulos, como El proceso de Kafka que Alejo Carpentier encontró “poco propio a nuestra realidad” y que Virgilio Piñera, por su parte, se convertía en el primer dramaturgo cubano, estrenando obras o reponiendo sus viejos éxitos paganos, como Electra Garrigó, tragedia nacional que era una parodia de su modelo griego y a la vez una utilización de formas populares cubanas, como La Guantanamera.

Cabrera Infante continúa narrando las veleidades socialistoides del grupo que, ¡oh ironía!, daba cebo a su saga, a la soga para su cuello, y agrega que, en 1961, Virgilio viajó a Europa, invitado a Bélgica por un viejo amigo, y que a su regreso, dramáticamente, absurdamente, no bien bajó del avión sintió un impulso irresistible de besar la tierra cubana, sin darse cuenta de que besaba en realidad el asfalto de la pista de aterrizaje, muy contento de haber regresado a Cuba para, a los pocos días, verse envuelto peligrosamente en un acontecimiento histórico, nada menos que el desembarco de Bahía de Cochinos y, ¿por ventura agradeció Virgilio que vinieran los patriotas a liberarlo, que muchos patriotas perdieran la vida por venir a liberarlo?, nada de nada, o mucho de mucho, cuenta el Premio Cervantes de 1997 que Virgilio celebró la victoria castrista con los mismos ditirambos con que lo hicimos todos en el magazine y en todas partes.

Luego, parece ser que los pobres pedagogos, los comisarios culturosos de la dictadura, se equivocaban no sólo respecto a la índole de la oscuridad y la homosexualidad en Lezama, sino respecto a la índole de su disidencia que no pasaría del desempeño sodomítico y, eso sí, del empecinamiento a todo trance, y a veces en trance, para burilar una obra monumental y monstruosa, soberbia y sistémica, sin ceder un ápice a las concesiones estéticas que el totalitarismo marxista, totalitarismo al fin, pretendía imponerle de manera que el poeta pasara sin transición del mundo de la imago al del pedestre realismo socialista. “No le pedíamos mucho”, confiesa ahora en entrevista exclusiva para este artículo un ex policía político que atendió a Lezama en ese tiempo, nos hubiera bastado con que escribiera un poema épico dedicado a la Antillana de Acero, eso sí, que abriera y cerrara con una tojosa arrullando en su canto al miliciano que, metralleta en mano, guardaba la pupila insomne la puerta de entrada a la fábrica cantada”.

Y es que José Lezama Lima, cuya muerte conmemoramos este agosto, hace treinta y cinco años, nacido en diciembre de 1910 en el Campamento de Columbia, en las proximidades de La Habana, donde su padre era coronel del Ejército, profundo conocedor de Góngora, Platón, los poetas órficos y, como ya apuntamos, de los filósofos gnósticos, estaría empeñado, como lo estarían Lydia Cabrera y Fernando Ortiz, no en hacer una obra literaria, al menos no una obra literaria al uso, sino en la construcción de una cosmogonía insular que dotase a los cubanos de un pasado más o menos grandioso con que sostener el pesado, pedestre presente; tanto quizá como lo había sido el pasado. Y si los pueblos de la herencia heleno-hebrea cuentan con su Biblia y, más cerca en el continente, los mayas cuentan con su Popol Vuh, Lydia Cabrera escribía El Monte, Fernando Ortiz Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar y Lezama Lima Paradiso; trinidad de textos que, vistos en su conjunto y en el devenir del tiempo, pudiesen tal vez llegar a constituirse en el libro sagrado de los cubanos; dotar así a los azorados isleños de un arma mística con el poder de exorcizar no ya a los demonios, que necesarios son, sino a los demonios de la elementalidad que ahora mismo nos caracteriza.

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Iniciativa de la sociedad civil distribuye alimentos y medicamentos a víctimas de violencia de género en La Habana

Activista Dunia Medina repartiendo ayuda a familias víctimas de violencia de género.
Activista Dunia Medina repartiendo ayuda a familias víctimas de violencia de género.

Donaciones de alimentos, medicinas, productos de aseo, ropa y zapatos han sido distribuidas en La Habana por la Red Femenina de Cuba y los proyectos Corredor Humanitario y Solo el Amor, en una iniciativa encaminada a traer esperanza a mujeres y familias víctimas de violencia de género.

Desde espaguetis y fideos hasta medicamentos esenciales para la hipertensión y antibióticos, cada contribución impacta en la vida de estas personas, explicó la activista Dunia Medina, integrante de la Red Femenina, residente en Lawton, La Habana.

Según explicó a Martí Noticias, la campaña es una idea de la Red Femenina conjuntamente con el proyecto "Solo el Amor" y las donaciones son enviadas desde España, Ecuador, Estados Unidos, República Dominicana, entre otros países.

"Estos recursos son vitales para brindar apoyo a mujeres sobrevivientes de violencia de género, muchas de las cuales continúan viviendo con sus agresores, debido a la falta de opciones seguras", indicó Medina.

“Ellas siguen en esta situación porque no tienen para donde ir. Viven con su agresor en el mismo hogar y es lo que ellas me dicen: ¿para dónde voy a ir si yo tengo un niño pequeño? (...) Aquí no hay un lugar de acogida para mujeres, que uno pueda decir 'puedes venir para esta casa de acogida y te atendemos y apoyamos'. Aquí no tenemos eso”, comentó.

Mujeres víctimas de violencia de género en Cuba reciben ayuda de la sociedad Civil
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Hasta el momento, las ayudas han sido distribuidas principalmente en La Habana, pero se espera que se establezca una estructura que permita llegar a otras provincias del país, señaló Medina, quien indicó que se ha priorizado a las mujeres más vulnerables y necesitadas.

Las donaciones son recibidas con mucha alegría especialmente por los niños.

“Con qué alegría ellos reciben esta ayudita. Brincan, saltan, es una alegría. Las madres lloran y miran así para el cielo y dicen 'Gracias, Dios mío, por esta ayuda!", relató la activista.

Preso político Ángel Cuza espera por más de un mes el paso a régimen de menor severidad

Imagen del preso político Ángel Cuza Alfonso tomada de campaña por su liberación (Facebook de Ángel Cuza Alfonso)
Imagen del preso político Ángel Cuza Alfonso tomada de campaña por su liberación (Facebook de Ángel Cuza Alfonso)

En espera de pasar a un régimen de menor severidad se encuentra el activista y preso político Ángel Cuza Alfonso, en la cárcel Combinado del Este, en La Habana.

“Está esperando desde el mes pasado” ser trasladado a un campamento o régimen de menor severidad, tal como está establecido en las leyes penitenciarias cubanas, dijo a Martí Noticias su esposa, Dianelis Romero, quien el martes recibiera una llamada telefónica del prisionero.

Romero manifestó preocupación por las condiciones carcelarias que enfrenta su esposo en la cárcel Combinado del Este: “Todo está pésimo, tremenda hambre, lo único que me pide que le lleve bastante comida; mucha hambre, muy mala alimentación”.

"Medicamentos no hay, no hay nada. En la calle no hay, imagínate allá adentro en la prisión, menos que menos”, afirmó.

Un mes de retraso lleva el paso a "campamento" del preso político Ángel Cuza
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No obstante, Romero aseguró que su esposo se encuentra bien de salud: “Se ve fuerte, estuvo con alergia, porque él es alérgico a toda la mala higiene y todas esas cosas ahí, pero bueno, está bien”.

La mujer también se refirió a los riesgos que corren los presos políticos cubanos de que les sean “fabricadas” nuevas causas para mantenerlos fuera de las calles.

En enero de 2024, un grupo de 17 organizaciones y medios de prensa condenaron el encarcelamiento de Cuza Alfonso, condenado el 7 de noviembre de 2023 a un año y seis meses de cárcel por el supuesto delito de “desorden público”.

Reconocidas agrupaciones como el PEN Internacional y Artículo 19, exigieron al gobierno cubano la inmediata liberación del reportero de Cubanet y denunciaron que la motivación para sentenciarlo y mantenerlo en prisión es exclusivamente política.

"Ángel Cuza se suma al largo listado de periodistas y activistas que sufren la sistemática violación de sus derechos humanos, acentuada los últimos años por el deterioro socioeconómico y político por el que atraviesa Cuba", indicaron estas organizaciones.

(Con reporte de Ivette Pacheco para Martí Noticias)

Muchos cubanos no pueden cocinar ni preservar los alimentos a causa de los apagones

Muchos cubanos no pueden cocinar ni preservar los alimentos a causa de los apagones
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Otros 18 balseros cubanos tocan tierra en los Cayos de Florida

La embarcación en la que viajaban los migrantes cubanos. (Foto: @USBPChiefMIP)
La embarcación en la que viajaban los migrantes cubanos. (Foto: @USBPChiefMIP)

Un grupo de 18 balseros cubanos habría sido repatriado a través del Puerto de Orozco, en Bahía Honda, provincia Artemisa, tras arribar este martes a un islote deshabitado en la zona de los Cayos del estado de Florida, según trascendidos, que no precisaron género, edades ni lugar de procedencia de los migrantes.

En este caso, intervinieron elementos de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y la Guardia Costera que continúan patrullando las aguas de la región meridional del país, indicó en su cuenta en la red social X, Samuel Briggs II, segundo jefe interino del sector Miami de CBP.

El canal 7 News, de Miami, reportó que los 18 balseros fueron repatriados en las últimas horas, pero un vocero del USCG dijo a Marti Noticias no tener información que confirme que se haya ejecutado la repatriación.

El viernes pasado, la Guardia Costera de EEUU repatrió a 19 balseros cubanos interceptados en el mar el 13 de abril, cerca de Cayo Hueso, Florida, cuando intentaban arribar al país de forma irregular.

El domingo último, un buque de la empresa de cruceros Carnival rescató a 27 balseros cubanos cerca de la región sur del oriente cubano. Usualmente los migrantes detenidos en altamar son repatriados a Cuba en cumplimiento a acuerdos firmados por los dos países para que todos los migrantes que lleguen por mar al territorio estadounidense sean devueltos al país caribeño.

Represión, apagones, escasez de productos básicos, inflación galopante, entre otras penurias, son causantes de una oleada migratoria sin precedente desde la isla. La Habana achaca el evento a lo que llama bloqueo (sanciones de EEUU) y a las políticas estadounidenses que benefician a los cubanos al ingresar de manera irregular a EEUU, como la Ley de Ajuste Cubano.

La Guardia Costera ha reiterado a los cubanos que salir de la isla en embarcaciones precarias con la idea de cruzar el estrecho de la Florida y llegar a Estados Unidos es ilegal y extremadamente peligroso. Por su lado, La Habana ha manifestado que mantiene firme su compromiso con una migración segura y ordenada.

"No hay presupuesto", dijeron las autoridades a las madres que protestaron frente a la casa de Díaz-Canel (VIDEO)

Madres que protestaron frente a la casa de Díaz-Canel / Foto: Captura de video
Madres que protestaron frente a la casa de Díaz-Canel / Foto: Captura de video

Al menos siete madres cubanas exigieron la pasada semana alimentos, medicinas y una vivienda justa frente a la residencia del mandatario Miguel Díaz-Canel, en La Habana.

Varios videos en redes sociales muestran a las mujeres con sus hijos exigiendo sus derechos. Uno de los materiales corresponde a Estanys de la Caridad Rodríguez Aldama, una joven de apenas 20 años y con una niña de dos, quien se acercó a la vivienda del gobernante el pasado jueves para entregarle una petición de ayuda.

Desde allí, Rodríguez Aldama publicó un video en vivo desde su perfil de Facebook en el que contaba lo que estaba haciendo. Luego de varias horas en el lugar, la subieron a un carro de la Policía y se la llevaron.

La joven luego compartió varios clips en sus redes sociales en los que decía que la habían amenazado con quitarle el internet. "Aquí nada más están viviendo los dirigentes, el pueblo se está muriendo de miseria", comentó.

Madres cubanas protestaron frente a la casa de Díaz-Canel
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Un grupo de otras seis mujeres residentes en el municipio capitalino de Marianao se presentaron también con sus hijos la pasada semana en los alrededores de la casa de Díaz-Canel. A ellas las enviaron a presentar sus quejas en el Consejo de Estado y aunque lo hicieron, tampoco han obtenido una solución a sus problemas.

"Nosotras somos de la demográfica", explican las mujeres en referencia a una categoría creada por el gobierno para supuestamente beneficiar con viviendas a las madres (o tutores) con tres o más hijos menores de 17 años de edad.

A su denuncia las autoridades respondieron diciéndoles que no las podían ayudar y que "con lo del tema de las casas teníamos que seguir esperando porque no había materiales ni presupuesto".

A inicios de marzo varias de las madres que han protestado en Cuba conversaron con Martí Noticias sobre las amenazas que han recibido por parte de las autoridades.

“Sé que las represalias que toman aquí, el gobierno cubano, contra las mujeres que se manifiestan son medidas fuertes; lo primero que hacen es amenazarnos con quitarnos a los niños, con meternos presas y todas esas cosas y me he sentido atemorizada", explicó Yadiuska Domínguez, una joven madre de tres menores que protestó en octubre en la comunidad Adriano Galano Cautín, conocida como La Favela, en el municipio guantanamero de Maisí.

"Las mujeres con hijos nos volvemos leonas por la situación que tenemos con nuestros hijos”, comentó por su parte Yaquelín de la Caridad Rodríguez una de las que se unió al grupo de mujeres que protestaron frente al Ministerio de Salud Pública de Cuba en La Habana en noviembre de 2023.

(Con reporte de Yaima Pardo para Martí Noticias)

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