Laura Pollán, vocera de las Damas de Blanco, dijo que la misa del nuevo año, celebrada el sábado en la Catedral de La Habana, fue muy positiva y se "ha desarrollado magníficamente" aunque habían "muchos agentes policiales" en la zona.
Pollán destacó la importancia de que el cardenal se haya referido a los 11 prisioneros de conciencia del Grupo de los 75 que están encarcelados desde la Primavera Negra del 2003.
Ortega recordó que tras el diálogo iniciado por la Iglesia Católica con Raúl Castro el 19 de mayo, han sido excarcelados la mayoría de los 52 presos políticos del Grupo de los 75 que quedaban en prisión.
Afirmó que existe por parte del gobierno comunista la promesa clara de que todos serán puestos en libertad y que tiene la certeza moral de que en los próximos meses serán puestos en libertad tanto esos prisioneros como otros de un grupo mayor de reclusos sancionados por algún tipo de hecho relacionado con posturas o acciones políticas.
Los mencionados 11 presos políticos han rechazado la propuesta del gobierno comunista de ser desterrados. Sus nombres son: Oscar Elías Biscet, Pedro Arguelles Morán, Eduardo Díaz Fleitas, Héctor Maseda, Angel Moya Acosta, Diosdado González Marrero, Librado Linares, Guido Sigler Amaya, Félix Navarro, Iván Hernández Carrillo y José Daniel Ferrer García.
Acerca del futuro económico de la nación, un reporte de la agencia AFP resalta que el obispo de La Habana señaló que las reformas "implican a todos, y la buena marcha de estas transformaciones no depende sólo de las autoridades en sus decisiones, sino también de la comprensión adecuada, por parte del pueblo".
En su homilía de la Jornada Mundial de la Paz, Ortega añadió que el futuro depende "de nuestra capacidad crítica para expresar claramente nuestras divergencias o señalar cuanto nos parezca que debe ser modificado".
El purpurado habanero expresó también sus buenos deseos para todo el pueblo y para quienes rigen el destino de la nación.
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