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El gobierno de Rafael Correa cierra los últimos casinos en Ecuador


El presidente ecuatoriano, Rafael Correa (i), estrecha la mano de su homólogo turco, Abdullah Gül, durante la rueda de prensa celebrada en el palacio presidencial en Ankara (Turquía), hoy, jueves 15 de marzo de 2012, con motivo de su visita de tres días a
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa (i), estrecha la mano de su homólogo turco, Abdullah Gül, durante la rueda de prensa celebrada en el palacio presidencial en Ankara (Turquía), hoy, jueves 15 de marzo de 2012, con motivo de su visita de tres días a

El presidente Rafael Correa había dicho públicamente: “Creo que los juegos de azar y el consumo de bebidas disminuyen el nivel de vida de una sociedad”, y adelantó que iba a “declarar a Ecuador libre de juegos de azar, ojalá en un par de meses todo esté listo”.

Después de haber cerrado las salas de juego el año pasado, ahora le tocó el turno a los elegantes casinos de hoteles, que desde este sábado no podrán seguir funcionando en Ecuador. Este pequeño país se suma así a Brasil, el de la región que implementó la misma medida.

De acuerdo con el Decreto Ejecutivo 873, la fecha de cierre (16 de marzo) es “improrrogable”, pero a pesar de que todavía les queda un día de funcionamiento, los casinos de los hoteles Oro Verde, Hilton Colón, Sheraton y Unihotel (de los más refinados del país) decidieron “adelantar la última partida”, como dijo Dieter Koehn, gerente de Casino Sol. Cerraron a las 04:00 de este jueves.

Tras la consulta popular del 7 de mayo de 2011 -en que se defiió el cierre de los casinos y el fin de los juegos de azar- varios representantes de los casinos se reunieron con sectores gubernamentales para buscar una prórroga de dos años más, pero el intento resultó fallido, según Jaime Roura, vocero de los casinos.

Mientras esto ocurre en Ecuador, en España se mira con buenos ojos una inversión de $6.500 millones para construir un complejo de casinos llamado Eurovegas, que ha prometido emplear a 250.000 personas. En Ecuador, por el contrario, quedarán desempleados 2.091 trabajadores, según datos del Ministerio de Turismo. Aunque para la Asociación de Casinos y Bingos del Ecuador (Ascabi) la cifra supera los 3.000 empleados en todo el país.

El gobierno prometió a los ex trabajadores de casinos que serían contemplados en un plan de reubicación, pero hasta el momento lo único que les han dado son charlas de capacitación para trabajar como cajeros de banco, guardias de seguridad y bodegueros.

Dieter Koehn opina que la medida se aplica “sin estudio alguno” y teniendo en cuenta sólo los prejuicios de los gobernantes quienes han satanizado la actividad de los casinos.

Por su parte una vocera de las salas de juego, quien prefirió el anonimato por posibles represalias, explicó que dicha medida es anticonstitucional pues no existe una ley oficial para cerrar los casinos, sino solo un decreto.

En junio del 2010, el presidente Rafael Correa había dicho públicamente: “Creo que los juegos de azar y el consumo de bebidas disminuyen el nivel de vida de una sociedad”, y adelantó que iba a “declarar a Ecuador libre de juegos de azar, ojalá en un par de meses todo esté listo”.

Así está ocurriendo al pie de la letra, con el pequeño detalle que se han eliminado los juegos de azar por simple decreto y no por Ley de la República. La Comisión de Justicia y Estructura del Estado acaba de aprobar el informe para primer debate sobre el proyecto de Ley Derogatoria en Materia de Casinos y Salas de Juego, con la finalidad de eliminar de la Ley de Turismo los artículos relacionados con los juegos de azar.

Además de los decretos ejecutivos y acuerdos ministeriales que permiten el funcionamiento de estos locales, cuya validez fue revocada mediante la consulta popular del pasado 7 de mayo.

El proyecto de ley, aprobado el pasado lunes, será enviado apenas ahora al presidente de la Asamblea, Fernando ‘Corcho’ Cordero (AP), en dos semanas, para que defina la fecha en que se convocará al pleno para el primer debate.

El documento establece suprimir la frase “Casinos, salas de juego (bingo-mecánicos)” de la letra f del art. 5 de la Ley de Turismo. Mientras tanto ayer los casinos del país lucían semivacíos, en su mayoría con mujeres de la tercera edad. En la pista de los artistas solo quedaban cables sueltos. Y los músicos jóvenes que animaban las noches perdieron la oportunidad de darse a conocer y ganar dinero.

Para el legislador Vicente Taiano (Prian), la ley derogatoria debió ser tratada antes de iniciar el cierre definitivo de los casinos, que funcionan amparados en la Ley de Turismo. “Se debe dar paso a esta ley y cumplir con el mandato popular de cerrar los locales de juegos de azar, aunque se debió pensar en las consecuencias para la inversión extranjera y los trabajadores”, dice Taiano.

Los dueños de casinos, en su mayoría extranjeros, ya se han ido del país y han liquidado a su personal. Las máquinas de juego irán a parar a la Aduana. Ahora lo que les preocupa a muchos legisladores es que, al igual que ocurrió en Brasil, empiecen a proliferar los garitos clandestinos y se dispare una mafia subterránea que controle el juego ilegal. El as está sobre la mesa.
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