“De tal manera que si hay un juicio no será producto de una demanda del gobierno mexicano, porque ésta, en efecto, nunca se presentó”, aclaró Pascoe.
Por ello, el ex embajador considera prudente que el gobierno mexicano pida información para saber de qué se trata, y para ver si realmente son las personas involucradas en el incidente del 27 de febrero del 2002.
En su libro titulado “En el filo. Historia de una crisis diplomática, Cuba 2001-2002”, publicado en abril del 2004, Pascoe dijo que los tres cubanos que ingresaron antes del “guaguazo” a la embajada, fueron “sembrados”, sugiriendo que habían sido enviados por el gobierno de Fidel Castro.
De acuerdo con el diplomático mexicano, los cubanos fueron impulsados por las declaraciones del entonces canciller mexicano, Jorge Castañeda, referidas a que las puertas de su embajada estaban abiertas para todos los cubanos.
“Ciertamente hubo ese elemento que generó confusión en la población de Cuba; indudablemente las declaraciones de Castañeda fueron extremadamente irresponsables, se comportó como militante partidista, no como canciller”, concluyó Ricardo Pascoe.
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