En un comunicado conjunto, la OEA, Naciones Unidas, la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa para la Libertad de los Medios de Comunicación, y la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos para la Libertad de Expresión, destacaron los peligros que los periodistas corren.
Subrayaron que frecuentemente los periodistas son asesinados, intimidados y hostigados por las investigaciones políticas, económicas y sociales que realizan para informar al público.
Las mencionadas instituciones expresaron que en la mayoría de los casos los crímenes contra los periodistas no son adecuadamente castigados y que poner fin a la impunidad de esos crímenes reforzaría el papel que el estado de derecho debe tener en todas las sociedades.
Las cuatro instituciones reconocieron que las empresas privadas son importantes en el desarrollo de la prensa, pero criticaron que “la concentración de la propiedad de los medios de comunicación” posiblemente impide que el público reciba una adecuada diversidad de información y puede afectar la independencia de los periodistas.
Dijeron además en el comunicado, que a veces leyes contra la difamación y el libelo incluidas en el Derecho Penal aumentan la presión sobre los periodistas distorsionando su capacidad de juicio independiente y les restringen la libertad de expresión.