Ayer domingo, protegido por al menos 100 guardias fuertemente armados, el Primer Ministro Iraquí, Ayad Allawi, visitó inesperadamente la ciudad de Najaf, actualmente envuelta en una de las más duras confrontaciones armadas contra insurgentes en Iraq.
Durante su visita de una hora, Allawi se reunió con el gobernador de la ciudad e hizo un llamado a los militantes Shiítas a deponer sus armas.
Según reporte de Foxnews.com, al tiempo del paso de Allawi por Najaf, podían escucharse en las cercanías explosiones y disparos de armas de fuego, además del sonido de un helicóptero militar norteamericano sobrevolando la zona. Se informó de la muerte de dos guardias nacionales iraquíes y 13 personas heridas.
El Primer Ministro Iraquí dijo que su gobierno exige que los insurgentes armados deben salir de los sitios sagrados y del lugar donde está el Imam Alí Shrine en Najaf, y acogerse a la obediencia de la ley.
Mientras tanto, en los últimos cuatro días, continuaban los enfrentamientos en otras comunidades Shiítas del país tales como el vecindario Sadr City en Bagdad, donde el domingo se reportó que tres soldados norteamericanos habían sido heridos y un helicóptero de las fuerzas armadas estadounidenses tuvo que hacer un aterrizaje forzoso al verse bajo ataque de fuego enemigo, la tripulación de la aeronave resulto ilesa.
Por su parte, el gobierno iraquí anunció la reinstalación de la pena de muerte como parte de la estrategia para poner fin a los 15 meses de insurgencia en Iraq, la pena capital será aplicada de acuerdo a ley contra aquellas personas que resulten convictas de asesinato, de poner en peligro la seguridad nacional o de distribuir drogas en Iraq.