El huracán Iván prosiguió el viernes su marcha inexorable hacia la isla de Jamaica con vientos máximos sostenidos de cerca de 145 millas por hora (230kph) y a las dos de la tarde su vórtice se hallaba en el Mar Caribe, a sólo unas 85 millas (140 kilómetros) al sur-sudeste de Kingston, la capital de ese país, donde ya se sentían ráfagas con fuerza de perturbación ciclónica.
Los vientos con fuerza de huracán llegaban hasta 60 millas (95 kilómetros) del vórtice y los vientos con fuerza de perturbación ciclónica (tormenta tropical) llegaban hasta 175 millas de distancia (280 kilómetros).
Se predecía que el vórtice, donde están los vientos más fuertes, llegaría a la costa de Jamaica el viernes por la noche o madrugada del sábado.
Iván se trasladaba rumbo al oeste-noroeste a una velocidad de 12 millas por hora (19 kph) y la oficina en Miami, Florida, del Centro Nacional de Huracanes informó que la fuerza del viento comenzaría a aumentar pronto en Jamaica, donde los preparativos para proteger vidas y propiedades ya debían haber sido concluidos para evitar una situación catastrófica.
El Boletín Número 33A del Centro de Huracanes advirtió nuevamente que todos los centros de población situados en el Mar Caribe central y occidental deben vigilar cuidadosamente el avance de este peligrosísimo huracán que pudiera impactar en Cuba durante el fin de semana o comienzos de la próxima para luego internarse en la zona oriental del Golfo de México. Las proyecciones de su ruta lo llevaban a la costa de la Florida, a la altura de la región de la Bahía de Tampa, en la costa occidental de la península.
El gobierno de Cuba ha implantado el estado de vigilancia de huracán en toda la isla, incluyendo la Isla de la Juventud. Una advertencia de "tormenta tropical" (perturbación ciclónica) estaba en efecto desde la costa sur del extremo oriental de Cuba desde Cabo Cruz hasta Santiago de Cuba.