Un portavoz militar americano informó que Hussein cenó el domingo por la noche, víspera del primer aniversario de su captura, y que son otros los prisioneros han estado rehusando raciones completas de alimentos, aunque aceptan porciones pequeñas y líquidos.
La declaración tuvo lugar después que el abogado defensor del ex primer ministro de Iraq, Tariq Aziz, dijo que desde el viernes pasado, Saddam Hussein y otros 11 detenidos dejaron de ingerir alimentos en protesta contra su detención.
Por otra parte, a las nueve de la mañana del lunes, hora de Bagdad (1 A.M. del lunes, hora de Nueva York), un terrorista suicida detonó la bomba que llevaba en su automóvil en la hilera de vehículos que aguardaban turno para ingresar en la fortificada Zona Internacional Verde de Bagdad donde se encuentran la Embajada de Estados Unidos y edificios del gobierno de Iraq.
Portavoces del cercano Hospital Yarmouk informaron que la explosión mató a 11 civiles iraquíes e hirió a 13. Todos esperaban turno para entrar en la Zona Internacional Verde para trabajar en embajadas, construcciones y otros centros de empleo.
El ataque terrorista ocurrió después de un fin de semana particularmente sangriento. Ocho soldados de la Infantería de Marina murieron cuando las tropas americanas combatieron a insurgentes en la violenta región occidental donde grupitos de ellos siguen luchando en Faluya, y pequeñas poblaciones vecinas.