El último reporte que se dio a conocer en diciembre del 2003, incluía a 315 personas, dijo en el informe, Sánchez Santacruz.
“El hecho de que no ha disminuido significativamente el número total de presos de esta categoría (como tampoco la población penal en Cuba que estimamos entre 80,000 y 100,000 reclusos) expresa la posición de inmovilidad y estancamiento del gobierno”, explicó Sánchez Santacruz.
Entre los 317 presos políticos, hay 84 que están considerados presos de conciencia por la organización Amnistía Internacional y también están incluidos los del “Grupo de los 75” periodistas y opositores que fueron detenidos y condenados el año pasado.
El informe incluye también los disidentes a quienes se les permitio ir a sus casas en las últimas semanas por motivos de salud, ya que su “libertad no es lo incondicional que se reclama para todos ellos debido al hecho indiscutible de que son presos de opinión”.
