El periódico recuerda que mientras que el gobierno del presidente George W. Bush endurecía algunas sanciones, el Congreso enviaba el mensaje contrario al votar por poner fin a las restricciones de viaje.
La Unión Europea adoptó sanciones simbólicas, pero su comercio y sus turistas siguen proveyendo las divisas que sostienen al régimen cubano. Sobre Latinoamérica, el diario critica a quienes tilda de populistas irresponsables que, como el presidente argentino Néstor Kirchner, cortejan a Castro, agrega el editorial.
Mientras tanto, y pese al acoso y las amenazas del régimen de La Habana --apunta el editorial-- las esposas de los 75 presos políticos de la oleada represiva de marzo de 2003 llevan adelante su valiente campaña de denuncia de las crueles condiciones carcelarias de sus maridos.
El matutino cita una carta publicada la semana pasada por el líder opositor Oswaldo Payá, donde expresa que aunque los 75 y sus familiares sufren, los presos están proclamando desde la oscuridad de sus celdas la "Primavera de Cuba, que es la esperanza de todo el pueblo".
El Washington Post anticipa que esa primavera probablemente no llegará este año, debido a la reticencia de la comunidad internacional a pedir cuentas a Fidel Castro. Pero hasta el propio Castro, aferrado a su fracasada ideología, debe saber en su corazón que ya está llegando, concluye diciendo el editorial.