Arte y Cultura
Es traductor de Borges al ucraniano, tiene 75 años y no piensa dejar Kiev: “Aquí me voy a morir”

Este artículo de Joaquín Sánchez Mariño, enviado especial a Ucrania, fue publicado en el sitio digital de Infobae, el 11 de marzo del 2020. Un audiovisual de la entrevista se puede ver en esa página.
Sergio Borschevsky recibió en su apartamento de la capital al enviado especial de Infobae y contó cómo es su vida hoy y por qué no piensa marcharse a pesar de los bombardeos rusos
(Kyiv, enviado especial) Sergio Borschevsky nació en la capital ucraniana el 31 de marzo de 1946, un año después del fin de la segunda guerra. “Yo vi la ciudad destruida, entonces ahora veo todos los edificios derrumbados y pienso en mí infancia”, dice.
Junto a él está su esposa, Olena, de 70 años. Ninguno de los dos se irá de Kyiv, aunque su vida hoy sea un secuestro. Cada tarde, cuando cae el sol, Sergio y Olena salen de su casa, en el piso 8 de un complejo de edificios post soviético, y se dirigen a lo de su hija. Allí pasan la noche en el refugio, y a las siete de la mañana, cuando se levanta el toque de queda, vuelven a su departamento.
“Aquí está mi computadora, y tengo que revisar mí correo y responder todos los días. Además, escribo artículos. Necesito estar acá, necesito mi computadora”, dice. Sergio siente que, aunque no pueda tomar las armas, sus palabras son una forma de participar de esta guerra.
Muchos de esos artículos los escribe en español. En esa lengua hablamos, la misma que estudió en la Facultad de Traductores de la Universidad Taras Shavshenko. “En Kyiv teníamos una sola librería de literatura extranjera, pero era pura propaganda cubana. Así que no podía acceder a muchos autores en ucraniano. Entonces llegó Borges. Lo conocí a través de las traducciones al polaco. Ellos traducían muchas obras, y yo hablo polaco, y mi esposa es traductora del polaco. Y a través de ese idioma intentábamos conocer más libros”, cuenta.
Su vínculo con la obra de Jorge Luis Borges se convirtió en su vínculo con la Argentina. Por sus traducciones recibió la Orden de Mayo y fue invitado a la Feria del Libro de Buenos Aires, que visitó en el 2019.
“Me gustó mucho Buenos Aires, es una ciudad formidable para vivir, pero Ucrania es mi patria”, dice. Todo por estos días se trata de la patria. Ahora, recita: “En la antigua Confitería del Águila, en Florida a la altura de Piedad, oímos la historia. Se debatía el problema del conocimiento. Alguien invocó la tesis platónica de que ya todo lo hemos visto en un orbe anterior, de suerte que conocer es reconocer; mi padre, creo, dijo que Bacon había escrito que, si aprender es recordar, ignorar es de hecho haber olvidado”. Es un fragmento de La noche de los dones, de El Libro de Arena.
-Resuena bastante con lo que pasa hoy ese fragmento…
-Claro, por eso lo elegí. Yo conozco este libro casi de memoria.
También tradujo a Cortázar, a García Marquéz, a Neruda y a Gabriela Mistral. Tiene muchos de esos libros en su casa, y los muestra orgulloso.
“Tengo más de 40 traducciones hechas”, cuenta.
recibo mensajes de Ucrania y de América Latina, y debo responder.
Olena también entiende español, pero no interrumpe. Deja que sea él el que hable, sabe que disfruta de la conversación y no quiere robarle protagonismo. Cada tanto, cuando sucede algo gracioso o no nos entendemos, se miran entre ellos, dicen algo en ucraniano y se ríen. Ella fue su alumna en la facultad, y muy poco tiempo después ya estaban enamorados. Durante años, se la pasaron cada uno en su computadora traduciendo libros de un idioma a otro. Todo cambió en el mundo, Ucrania está sumida en el caos, pero ellos sostienen su rutina. “¿Por qué nos tenemos que ir? Esta es mi ciudad. No pertenece ni a Putin ni a su Estado Mayor, ni al Ministro de Defensa de Rusia…”.
-Los hombres entre 18 y 60 no se pueden ir del país por la Ley Marcial. Pero usted tiene 75 años. Cualquiera diría: ¿por qué no se van?
-Es mi ciudad y es mi apartamento. Yo vivo aquí. En mis años de niño vi esto destruido por alemanes nazis. Yo lo vi, porque nací en el 46. Y yo veía Kyiv destruido, nací un año después de la guerra. Y ahora cuando veo estas imágenes de ciudades destruidas por el ejército ruso, recuerdo mi niñez. Y puedo decir que yo no pienso salir de aquí. Yo moriré en esta ciudad. ¿Ahora o después? No sé, pero en esta ciudad.
-¿Tomaron la decisión en conjunto con su esposa?
-Sí, porque ella nació en Kyiv también, cinco años más tarde que yo. Aquí está nuestra hija con su familia. Yo no sé cómo dejar a mi nieto mayor, que tiene 18 años, que es estudiante. ¿Yo debo salvar mi vida siendo viejo, teniendo 75 años, y dejarlos a ellos aquí, siendo más jóvenes? Nunca.
-¿Cómo pasan sus días?
"¿Por qué nos tenemos que ir? Esta es mi ciudad. No pertenece ni a Putin ni a su Estado Mayor, ni al Ministro de Defensa de Rusia"
-Tenemos toque desde las siete de la mañana a las ocho de la noche, entonces dormimos en lo de nuestra hija porque tiene refugio y salimos a las siete de ahí y venimos al departamento, donde pasamos todo el día. Cada uno de nosotros tiene su edad y tomamos medicinas, entonces yo tengo que tomar pastillas cada día para la tiroides. Por lo demás, tenemos suerte de tener electricidad y tener agua. En muchas partes de Ucrania no la hay. ¡Yo tengo suerte de haberme podido afeitar y bañar hoy!
-¿No le da miedo estar acá? Es un piso alto, no muy seguro para los bombardeos.
-Pero es mi casa. Aquí está mi computadora, aquí veo mi correspondencia y escribo mis artículos. Además recibo mensajes de Ucrania y de América Latina, y debo responder. Y divulgar lo que escribo. Además soy investigador del centro de estudios rusos. Yo escribo corto porque la gente no tiene tiempo hoy para leer.
-¿Cómo vive el resto de Kyiv estas horas?
-Ustedes tuvieron posibilidad de verlo, los obstáculos para los tanques, los erizos para los vehículos. Así vivimos.
-¿Qué significa “slava ukraine”, ese lema que escuchamos en cada esquina?
-Significa “gloria a Ucrania”. Es una consigna bastante vieja. La aprovechó el Ejército Rebelde de Ucrania en los años 40. Luchaba tanto contra los nazis alemanes como contra los ocupantes soviéticos.
-¿Su mujer es de familia rusa?
Olena: Mis padres provienen de Rusia, pero yo nací en Kyiv, soy ucraniana. Tengo dos hermanas que también son ucranianas. Son patriotas.
-¿Tenían alguna simpatía por Rusia antes de la guerra?
Olena: Ninguna simpatía.
-¿Cómo se explica que la patria de su familia esté invadiendo su patria?
Olena: Toda la vida ellos hicieron lo peor para Ucrania. Todo lo que pueden.
Sergio: Ucrania vive ahora la época de San Martín, de Rivadavia… la de-colonización. Lo que los pueblos latinoamericanos pasaron en el siglo XIX. La Unión Soviética, que fue el apodo de Rusia (pues la Rusia zarista pasó a ser la URSS), fue el último imperio del mundo. En América Latina tenemos Estados independientes que tuvieron su guerra por la independencia. Es lo que pasa ahora con Ucrania: es el proceso de de-colonización.
-¿Rusia está intentando volver a colonizar Ucrania?
cumplo 76 años. Mí deseo es poder festejarlo en mi ciudad, y que sea libre
-Claro. Rusia, y Putin en persona, quieren restablecer el imperio. Sabemos que la popularidad de Putin crece cuando gana una guerra pequeña. Así ganó la guerra en Georgia y su imagen subió. En el año 2014 pasó lo mismo con Crimea. La tomó, y subió su popularidad. Entonces no solamente Putin es el culpable sino también la gente por festejarlo. Pero ahora esa gente tiene pánico. Hay miles de personas saliendo de Rusia por la frontera de Finlandia.
-Pronto es su cumpleaños, ¿cierto? ¿Tiene algún deseo?
-Sí. El 31 de marzo, si Putin no interviene, cumplo 76 años. Mí deseo es poder festejarlo en mi ciudad, y que sea libre.
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Artista recrea el concepto de Cuba como un país cárcel con la serie "Cercados" (FOTOS)

“Cercados” es el nombre de la nueva serie de dibujos que ofrece el artista cubano autodidacta Dayán Melián Castro.
Nacido en Camagüey y criado en La Habana desde muy pequeño, el joven dijo a Martí Noticias que sus inicios en las Artes Plásticas surgen a partir de su participación el año 2020 en la pintura de varios murales, invitado por el grafittero Yulier P., cuando comenzó a imbuirse en el arte callejero y contestatario.
Sobre su primera serie que se llamó “Luminarias” nos explica que reflejaba la aguda situación del país, con los apagones generales y la desidia gubernamental.
El artista nos presenta ahora “Cercados”, una serie que, según él, “nace de la propia realidad de los cubanos, dentro un país cárcel donde los ciudadanos no tienen los mínimos derechos para vivir en libertad, todo esto amparado por el Código Penal Cubano”.
Melián Castro usa su obra en esta nueva serie para denunciar precisamente la falta de la libertad de expresión y las condenas injustas que se imponen en la Isla a quienes piensan diferente.
Con detalles precisos, el artista retrata y versiona el Escudo Nacional, encierra al gorro frigio en una jaula de metal, en clara referencia a las restricciones en Cuba.
También nos presenta la figura del Héroe Nacional José Martí realizando con sus manos el gesto de la "L" de libertad, que hacen los opositores cubanos y lo dibuja cercado con alambres de púas. En sus obras aparece el icónico Malecón habanero y también palomas volando en libertad.
La última de las imágenes de “Cercados” representa al Tocororo, el ave nacional cubana, encerrada también en una jaula de metal.
Dayán Melián Castro ha compartido en sus redes sociales todos los dibujos que pertenecen a esta nueva serie “Cercados” nombrada así en alusión a las faltas de libertades en Cuba.
La colección "Rompiendo el silencio" del diseñador Alberto Leal: un grito por la libertad de Cuba
En el segmento "Exprésate con arte" el diseñador cubano, radicado en Estados Unidos, Alberto Leal presenta su colección "Rompiendo el silencio".
El arte sobrevivirá, no los que trataron de destruirlo, aseguran cineastas cubanos

La Asamblea de Cineastas de Cuba (ACC) reiteró este martes el derecho de los creadores cubanos a hacer un cine sin prohibiciones y a ser respetados, independientemente de sus posturas religiosas, ideológicas o de su cosmovisión.
“Tenemos derecho a que nuestro cine sea libre y exhibido sin restricciones, que nuestros artistas sean reconocidos respetando sus posiciones políticas, sus creencias y sus maneras de comprender y representar nuestro entorno”, afirmaron en una declaración publicada en su perfil oficial en Facebook.
En relación con la nueva declaración de la ACC, tres creadores cubanos dieron sus criterios a Martí Noticias.
“La Asamblea de Cineastas suele tener un tono moderado a la hora de pronunciarse, cosa que es entendible porque está compuesta por personas muy diversas que tienen distintas perspectivas sobre los asuntos relativos a la política cultural cubana y a la cultura en Cuba, pero coinciden en que es importante colisionarse y expresarse como comunidad de creativos ante las autoridades de cultura”, indicó desde España, el artista visual Julio Llópiz Casal.
El comunicado reconoce a colegas de la talla de Tomás Gutiérrez Alea, Humberto Solás, y Nicolás Landrián, entre otros, “que demostraron el enorme poder que tienen las imágenes para describir lo que fuimos, somos o quisiéramos ser”.
“Ellos hicieron sus obras, nosotros hoy, hacemos las nuestras. No tienen que ser iguales, no tienen que ser mejores, solo tienen que ser honestas”.
Sin embargo, “para ciertos funcionarios culturales, con una mentalidad vieja, la honestidad es una plaga, que debe ser exterminada”, lamenta la nota.
“Me hace perder credibilidad en qué se está defendiendo. No se puede pasar página cuando lo principal esté irresuelto y lo principal es la autonomía”, consideró la actriz, escritora y productora Lynn Cruz, desde la capital cubana.
“Es llamar a las cosas por su nombre. Es denunciar que el Decreto Ley 373 dejó al cine en un campo de batalla entre cineastas y burócratas, pues es absolutamente ambiguo cuando dice que los contenidos tienen que estar ‘dentro de las libertades que permite la revolución cubana’, en un país donde institución y revolución son la misma cosa”, añadió la actriz.
La declaración de los cineastas critica al Grupo Temporal de Trabajo (GTT), establecido por el Gobierno: “Hay una clara reticencia a reconocer a la Asamblea como interlocutora, en cambio se citan selectivamente a cineastas para dar la impresión de que existen diálogos y acuerdos, repitiendo el viejo método de "divide y vencerás"’.
Al respecto, Llópiz Casal señaló que le pareció positivo en la declaración “que hagan referencia al hecho de que las autoridades se niegan a dar legitimidad a la Asamblea y la ignoran, pero, por otra parte, se dedican a citar de manera individual a miembros cuidadosamente elegidos de la Asamblea para dar una idea de que están interesados en dialogar con los artistas”.
Asimismo, aplaudió que la Asamblea aluda a “los artistas que se mantienen en silencio y que evaden la posibilidad de expresarse de manera frontal, independientemente de las consecuencias, están contribuyendo al menoscabo del entramado cultural que, desde hace muchos años, por demás, lleva sufriendo esta censura y que ha tenido que denunciar una y otra vez porque no suceden cosas que beneficien la libertad de expresión”.
En ese sentido, Cruz apuntó que “no son solo las instituciones las que han dado la espalda a la Asamblea, sino los propios miembros que han participado y que han continuado dialogando con dichas instituciones, de espaldas a la Asamblea y que además han creado divisiones”.
Los integrantes de la Asamblea expresaron, otra vez, su rechazo a la censura y la exclusión en cualquier tipo de manifestación del arte o la literatura.
“De nada vale “rehabilitar” o “perdonar” con el tiempo a las víctimas, si las ideas que legitimaron un procedimiento siguen vigentes y caen sobre nuevos cuerpos y obras”, dijeron los cineastas en referencia a la vieja práctica de las autoridades de condenar al ostracismo a escritores y artistas y luego volver a admitirlos en las instituciones:
“Hay artistas injuriados, perseguidos, maltratados. Sobre ellos pesan la sospecha y la incertidumbre”, subrayaron.
“Hemos denunciado durante décadas esos atropellos y los que tienen que tomar las decisiones para acabar con ellos de raíz, se muestran impávidos y condescendientes. Eso se llama irresponsabilidad política”, calificó la comunicación de la Asamblea.
“El arte sobrevivirá, a los que un día hablando en su nombre, hicieron todo lo posible por destruirlo. Será su vergüenza, pero no la nuestra”, concluye.
“Me parece muy loable que hayan usado la palabra vergüenza, que es una palabra tan precisa y que no se presta a malentendidos para referirse a que la vergüenza caerá sobre quienes censuran, no sobre los artistas que hacen su obra con honestidad”, elogió Julio Llópiz Casal.
La escritora y periodista, Yania Suárez, consideró que la Asamblea de Cineastas es un esfuerzo combinado contra la censura que “hay que tener en cuenta” y “entender su complejidad”.
“A veces puede desilusionarnos, por ejemplo, yo no estoy de acuerdo con que no hayan dejado entrar a prensa independiente a sus predios; a veces a uno puede parecerle un poco tibia alguna declaración, como esta última que parece pecar de ingenuidad, parece escrita por personas que no han vivido en Cuba durante 60 años, que se enteran ahora de que la censura existe, que existe un aparato represivo”, precisó la narradora, residente en La Habana.
“Pero hay que pensar que son muchos artistas de dentro y de fuera de Cuba, tratando de ponerse de acuerdo y que, como cada esfuerzo colectivo que ocurre en este país contra la censura, está muy minado por la Seguridad del Estado”, agregó.
Pero han obtenido resultados significativos: “El fondo para el desarrollo del cine cubano manejado por artistas”, la inclusión de artistas de fuera de Cuba y artistas censurados en la Isla.
“Creo que hay personas inteligentes pensando cómo hacer las cosas. Les quedan muchas estrategias de resistencia por explotar. Ahora quisieron ir al cementerio, ingenuamente, a hacerle un homenaje a Landrián; no los dejaron, pero ya es algo que está avisando al poder, diciéndole ‘mira, podemos salir a la calle también”’, destacó Suárez.
Erotismo y realismo sucio en las “Noches y Días Urbanos” de Edel Carrero

“Noches y Días Urbanos” es el debut literario del actor y activista cubano Edel Carrero, un texto de realismo sucio donde el humor negro, el erotismo y la realidad cubana son los ingredientes fundamentales.
El libro se divide en tres capítulos: “Explorando La Habana, “Mis adorados y tormentosos romances” y “El Tabla, Spider y yo”.
En conversación con Martí Noticias el autor dijo que estos textos nacen a raíz de sus estudios de actuación en el Grupo Olga Alonso y las enseñanzas de su profesor Humberto Rodríguez acerca de "las escenas invisibles, que no es más que lo que el público no ve en una obra de teatro".
“El profesor nos enseñó a escribir sobre estos personajes. De ahí empecé a contar sobre los que interpretaba y me di cuenta que se me daba de manera fácil armar una historia y crearles una vida”, relató el actor.
Con estas herramientas, su facilidad de palabra y el impulso de su buen amigo, el actor Rubén Cortada, se decidió a escribir este libro.
También confesó que le sirvió de inspiración la lectura de “Trilogía sucia de La Habana”, de Pedro Juan Gutiérrez, quien escribe también sobre realismo sucio, pero aclaró que bajo ningún concepto lo copió, sino que se inspiró en ese estilo.
"El género es muy interesante ya que se puede utilizar para muchas cosas, además de que es un estilo de lectura fácil, que lo entiende desde el más catedrático hasta la persona más sencilla", afirmó.
Carrero dijo que le gusta mostrar la vida como es, porque muchas personas intentan ser supuestamente correctas "algo que no entiende porque esa línea entre lo correcto y lo incorrecto, es bien difusa".
“Todos los personajes son reales al igual que los lugares, solo cambié los nombres para proteger la identidad de cada uno de ellos” explicó.
El humor que caracteriza a los cubanos está presente en las historias del libro, el autor insiste en que lo emplea para narrar y criticar varios flagelos de la sociedad cubana: el machismo, la falta de libertades, el sistema impuesto por el régimen, la prostitución, la situación de los artistas cubanos y las dificultades por las que pasan los jóvenes en la Isla por no tener opciones para disfrutar.
Utiliza además en su narrativa recursos literarios como el erotismo, lo que unido a una alta dosis de realismo sucio, nos ofrece un retrato descarnado de la vida nocturna y real de La Habana.
El escritor adelanta que tiene en preparación una segunda parte de este libro que lleva el nombre de “Cocinando en libertad” donde cuenta todos los sucesos que giran sobre lo sucedido en las protestas del 11 de julio de 2021.
Carrero participó en la sentada del 27 de noviembre del 2020 frente al Ministerio de Cultura, dando origen al movimiento 27N y también se manifestó frente al antiguo Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), conocido ahora como Instituto de Información y Comunicación Social, durante el levantamiento popular del 11J.
Por su activismo contra el régimen fue expulsado de su trabajo como informático en el Centro de Teatro de La Habana.
“Noches y Días Urbanos” ya está disponible en todos los formatos y puede ser adquirido en la plataforma Amazon.
"Rompiendo el silencio": diseñador cubano conmueve al público en Semana de la Moda de Milán (VIDEO)

La colección “Rompiendo el silencio”, del diseñador cubano Alberto Leal, deja huellas en quienes pudieron disfrutarla durante la semana de la Moda de Milán, en Italia, que se celebró del 19 al 25 de septiembre, una cita mundial con la moda y sus creadores.
El propio Leal confirmó el logro de su muestra a Martí Noticias.
“Sí, se logró el propósito, llevamos el mensaje, lo trajimos hasta aquí y lo hemos llevado muy lejos porque, ya te digo, hay personas de todos los países y la gente preguntaba, pudieron ver lo que queríamos mostrar”, aseguró el diseñador.
Alberto Leal, quien reside en Estados Unidos, nos comentó que es natural de Regla, en La Habana, y que se inició en el giro de la moda hace 25 años.
El creador nos describió lo sucedido durante la exhibición, que se presentó el pasado 23 de septiembre en el Palacio Barotsi, en Milán, donde cada prenda llevaba un mensaje, algunas por la libertad de Cuba y en contra del comunismo y la guerra.
“Este es el proyecto más importante que he hecho en mi carrera como diseñador. La que pasó el vestido Stop a la Guerra fue una modelo ucraniana que, cuando vio el vestido, rompió a llorar; fue un momento muy fuerte, porque nos identificamos todos con la misma causa, ellos están en una guerra con bombas y nosotros estamos en una guerra con ideales y con hambre”, advirtió Leal.
“Las modelos cubanas no pudieron defender mejor cada uno de los trajes que representaban. Las Damas de Blanco era algo que yo no podía dejar pasar, pues nada, quise hacerles mi pequeño homenaje. ¡Ojalá hubiese podido hacer mucho más. Al comunismo bueno, creo que eso no lleva ni explicación, todos estamos en contra, todos sabemos que el comunismo de destruye sociedades, que todo es hambre y miseria. Otros mensajes, como el abuso infantil, eso fue otro momento en el desfile que fue impactante para muchas personas, la gente lloró, la gente se erizaba viendo el traje, como me pasó a mí cuando lo estuve haciendo”.
Durante el desfile, los participantes además pudieron escanear el código QR Cuba Duele.com, un aporte de la activista Avana de la Torre.
“Que lo hizo Avana en el mes de agosto, que es maravilloso porque a medida que puedes ver la belleza de los vestidos, puedes ver la realidad de Cuba, entonces es lo que lo que yo quise lograr, desde la moda que ha sido siempre tan elitista, pues que la gente ponga los pies en la tierra y diga, ¡Oh, wow!, esto está sucediendo de verdad, cuánta miseria, cuánto dolor está sintiendo nuestro pueblo”.
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