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Cuba

Proyecto Varela: la obra maestra de Payá y el MCL

ARCHIVO. Payá tras la entrega de dos proyectos de ley en la Asamblea Nacional.
ARCHIVO. Payá tras la entrega de dos proyectos de ley en la Asamblea Nacional.

Empezó como la visión febril de un moderno profeta. Lo insólito es que se materializara. Los protagonistas nos cuentan cómo.

El laico cubano Dagoberto Valdés, ex miembro de la Comisión de Justicia y Paz de la Iglesia Católica y ex director de la prestigiosa revista Vitral y ahora de Convivencia, ha llamado al Proyecto Varela “el ejercicio cívico más importante en el último medio siglo” en Cuba.

Payá (d) abandona la sede del Parlamento cubano luego de entregar una caja con 14364 firmas de ciudadanos avalando las reformas que promueve el Proyecto Varela. Lo acompañan su esposa y un activista del MCL.
Payá (d) abandona la sede del Parlamento cubano luego de entregar una caja con 14364 firmas de ciudadanos avalando las reformas que promueve el Proyecto Varela. Lo acompañan su esposa y un activista del MCL.
Algunos datos rápidos pueden confirmar esa aseveración: a pesar del "miedo ambiente", cerca de 25.000 cubanos –se entregaron a la Asamblea Nacional 11,020 firmas en mayo del 2002 y 14,384 en octubre del 2003-- avalaron con sus nombres, rúbricas, direcciones y números de carnet de identidad su apoyo al Proyecto; el gobierno se vio forzado a convocar una de sus votaciones compulsivas para enmendar su propia Constitución y blindar como “irrevocable” el socialismo totalitario; y más de la mitad de los 75 condenados de la Primavera Negra del 2003 pertenecían a lo que la gente había empezado a llamar “los Varela", los infatigables gestores del programa que se quería llevar a plebiscito.

Se necesitaría tener la visión política y la ecuanimidad cristiana que reunía el ingeniero Oswaldo Payá Sardiñas para concebir y luego convertir en realidad un proyecto despojado de rencores, polaridad y apasionamientos, diseñado de forma tal que muchos cubanos pudieran apoyarlo a la primera lectura.

En entrevista con el periodista cubano radicado en México Edelmiro Castellanos, publicada por la revista Letras Libres, Payá, que había fundado en 1988 el Movimiento Cristiano Liberación (MCL), resumió la esencia de su plan:

“Entre 1996 y 97, redacté el Proyecto Varela, que el MCL adoptó como propio. Se basa en un derecho establecido en la Constitución vigente, según el cual los ciudadanos pueden proponer cambios en el orden jurídico, y así se propone que, mediante la consulta popular, el pueblo decida sobre la realización de los cambios y el alcance de los mismos. Este referéndum no es sobre un sistema político, sino sobre algo más primario, los derechos fundamentales, que ni la ley ni la práctica respetan. El pueblo decidiría si la ley debe cambiar para que se garanticen esos derechos”.

El opositor cubano Oswaldo Payá, líder del MCL, junto a otros opositores sin identificar, anunció el 22 de noviembre de 2007, en La Habana, la creación de un "Comité Ciudadano de Reconciliación y Diálogo"
El opositor cubano Oswaldo Payá, líder del MCL, junto a otros opositores sin identificar, anunció el 22 de noviembre de 2007, en La Habana, la creación de un "Comité Ciudadano de Reconciliación y Diálogo"
Al basarse en un derecho presente en la Constitución Socialista de 1976 (el consignado en el artículo 88 que permite a los ciudadanos proponer leyes si 10.000 electores registrados presentan sus firmas a favor de la propuesta), Payá aprovechó, como antes los movimientos disidentes de Europa del Este, los errores del contrario. Por ejemplo, Carta 77 en Checoslovaquia se basó para sus demandas en la firma, ratificación y promulgación por el gobierno comunista de los Pactos Internacionales de Derechos Humanos. Un “error” que el gobierno totalitario cubano sigue aplazando hasta las calendas griegas.

Vale la pena dejar constancia de que Payá nunca fue un disidente, porque no fue ni pionero, pero sí fue reprimido por sus principios (una vez lo condenaron a trabajos forzados por negarse a transportar a unos presos políticos mientras cumplía el Servicio Militar) y por lo que Dagoberto Valdés llama “el martirio civil cotidiano de todos los que son tratados como ciudadanos de segunda clase, como “no confiables” (…) por tener creencias religiosas.

Además de su legalidad, importante para vencer el “miedo ambiente” cubano, el Proyecto Varela tenía las virtudes de su sencillez y su sensatez: cinco puntos a llevar a un referendo, que cabían en un pequeño plegable, se podían leer en un minuto, y con los cuales cualquiera se podía identificar:

--Derecho a la libre asociación.

--Derecho a las libertades de expresión y de prensa.

--Amnistía para los presos políticos.

--Derecho de los cubanos a formar empresas de propiedad individual y cooperativa, armonizando esta participación de los ciudadanos en la economía con la orientación social de la empresa, el respeto al consumidor y los derechos de los trabajadores.

--Una nueva ley electoral, para que los candidatos a delegados a la Asamblea Municipal y la Provincial, y los candidatos a Diputados a la Asamblea Nacional fueran propuestos y escogidos directamente por los electores de su circunscripción, con pluralidad de candidatos y permiso para hacer campaña electoral.

Payá muestra su premio Andrei Sajarov en el Parlamento Europeo.
Payá muestra su premio Andrei Sajarov en el Parlamento Europeo.
El impacto internacional del Proyecto Varela es conocido: el presidente Jimmy Carter lo alabó públicamente en La Habana en mayo del 2002, apenas días después de la entrega de las primeras firmas. Y el Parlamento Europeo le otorgó a Payá su Premio Andrei Sájarov de 2002 a la libertad de conciencia. El prestigio del fundador del MCL era tal que el gobierno accedió a que viajara a Estrasburgo a recoger el galardón en noviembre de 2002.

Y nadie le creyó al inefable canciller Felipe Pérez Roque cuando meses después intentó justificar la ola represiva de marzo del 2003 y desacreditar al proyecto y su autor—quien a diferencia de otros opositores nunca aceptó ayuda de Estados Unidos—con las consabidas acusaciones de mercenarios pagados por USA: “El Proyecto Varela forma parte de la estrategia de subversión contra Cuba, ha sido concebido, financiado y dirigido desde el exterior, con la participación activa de la Sección de Intereses norteamericana en La Habana; forma parte del mismo esquema de subversión, no tiene el menor asidero en las leyes cubanas, es una burda manipulación de la Constitución y las leyes de Cuba”.

Pero lo que le preocupaba más al gobierno no era el impacto internacional del proyecto, sino justamente su autenticidad y la extraordinaria movilización social que estaban logrando sus activistas alrededor de un plan oficialmente vetado como “contrarrevolucionario”.

DEL SUEÑO A LA REALIDAD

ARCHIVO. Alejandro González Raga a su llegada a Madrid.
ARCHIVO. Alejandro González Raga a su llegada a Madrid.
A principios del 2002 recuerdo haber llamado por teléfono desde Radio Martí al periodista independiente camagüeyano Alejandro González Raga. Desde 1995 el periodismo independiente se había ido extendiendo por toda la isla y yo peinaba telefónicamente a diario el territorio nacional, en busca de crónicas y reportajes, en las voces de sus autores, para el programa Sin Censores ni Censura. Pero González Raga me pidió que lo disculpara, porque él y su colega y coterráneo Luis Guerra Juvier estaban tan ocupados recogiendo firmas para el Proyecto Varela que no tenían tiempo para escribir.

Una decisión que hasta hoy no lamenta, pese a que González Raga cumplió en las prisiones cubanas la mitad de la sentencia a 14 años de prisión dictada contra él en abril del 2003. Desde Madrid, donde vive desterrado y dirige el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, contó a martinoticias sus vivencias en torno al “ejercicio cívico más importante en el último medio siglo en Cuba”.

“Los plegables, con una síntesis del proyecto y la boleta para recoger las firmas, nombre, dirección y número de identidad de hasta diez firmantes, había que ir a recogerlos a La Habana, a casa de Oswaldo. Traíamos cada vez entre varios centenares y un millar. Luego repartíamos los plegables en la calle, o tocando puertas, o visitando a amigos que invitaban a otros amigos --hay que recordar que no había celulares, nos comunicábamos cara a cara--. Y animábamos a quienes lo leían a firmar allí mismo. En algunos casos nos tiraban la puerta en la cara, o nos botaban de sus casas, pero también otros se sensibilizaban con el tema y hasta acababan recogiendo firmas”

“En la primera entrega nosotros desde Camagüey y Ciego de Avila aportamos unas 600 firmas. Originalmente eran más de mil, pero después hubo que verificarlas. Oswaldo quería que todo estuviera en regla, y ciertamente se detectaron firmas falsas. Por eso se regresaba a las direcciones de los firmantes para confirmar con ellos que habían suscrito el proyecto”

LAS CLAVES DEL CARNET DE IDENTIDAD

Osmel Rodríguez
Osmel Rodríguez
Osmel Rodríguez, hoy en Miami, explica una de las claves que tenían los gestores en Villa Clara para detectar las firmas falsas. “En los números del carnet de identidad de Cuba los primeros dígitos te dan la fecha de nacimiento. Pero casi nadie sabe que los últimos identifican la provincia y el género. A través de ese mecanismo nosotros pudimos constatar que algunas firmas eran falsas”.

“Llegábamos donde los firmantes sin preguntar mucho, y les decíamos que queríamos entregarles un reconocimiento por firmar el Proyecto Varela, y que si podían firmar como constancia de haberlo recibido (incluyendo, de nuevo, el número de carnet de identidad). En algunos casos nos decían: ‘Sí, yo firmé, pero ¿tú crees que aquí podría firmar mi sobrino y un amigo mío que vive aquí atrás?’. Y otros: ‘¿Tú eres de la Seguridad del Estado? Pues sí, yo lo firmé ¿y qué?’”.

Rodríguez explica que en la segunda etapa, después de la Primavera Negra que sacó de circulación a muchos gestores del proyecto, aplicaron un método de "progresión geométrica": a los que habían firmado les llevaban boletas para que ellos a su vez recogieran firmas. Así, inexplicablemente para el régimen, que creía haber privado a Oswaldo de sus mejores activistas, en octubre de 2003 el líder del MCL entregó casi un 30 por ciento más de firmas que en mayo del 2002.

“DIJERON QUE NOS IBAN A AHORCAR”

Pero los firmantes deben haber sido muchos más, sólo que una parte importante del acoso de la policía política contra los gestores consistía en arrebatarles las firmas. De las más de 5.000 acopiadas en las provincias orientales sólo en la primera entrega Jesús Mustafá Felipe recogió 364, la mayoría en Palma Soriano, pero también en Santiago de Cuba y hasta en la Sierra Maestra.

Jesús Mustafá Felipe
Jesús Mustafá Felipe
“No paraba, sólo iba a la casa a almorzar y seguía. Y claro, tenías que abordar a muchas más personas que las que te firmaban, porque te decían ‘eso está muy bueno pero no lo puedo firmar’”. Es más, yo fui testigo de como visitaban a los que habían dado su firma para que se retractaran”.

“Y eso cuando no te las quitaban. Recuerdo que una vez fuimos a las Minas de Cambute y cuando regresábamos tuvimos que internarnos en la Sierra y dar un rodeo para burlar un punto de control, porque nos estaban esperando para quitarnos las firmas".

"En otra ocasión regresábamos 15 en un camión de Las Tunas, donde habíamos ido a apoyar una protesta, y nos pararon cerca de Pinos de Baire, donde habían concentrado una brigada de respuesta rápida integrada por campesinos. Nos golpearon, nos arrastraron por el terreno, y sacaron una soga y nos amenazaron con ahorcarnos. Nos abrazamos, nos dimos las manos y comenzamos a cantar el Himno Nacional. En ese episodio nos quitaron unas 200 firmas que llevábamos".

En el juicio de Mustafá en abril del 2003, los cinco encartados, miembros del Grupo de los 75, eran gestores del Proyecto Varela: él, Leonel Grave de Peralta, Alexis Rodríguez Fernández, Ricardo Silva Gual y José Daniel Ferrer. Entre los cinco la "justicia" revolucionaria repartió 95 años de cárcel.

LA SEMILLA

González Raga recuerda que la experiencia que más le marcó alrededor del Proyecto Varela fue la de los muchachos de la universidad de Camagüey. “Jorge Enrique Ribes Peña, un activista, nos presentó a una muchacha, Karina, que estudiaba farmacéutica en el Instituto Superior de Ciencias Médicas. Ella firmó de inmediato y nos pidió que fuéramos el fin de semana a su casa en el municipio Florida, que iba a llevar a algunos compañeros suyos que estaban interesados en conocer el Proyecto Varela. Fuimos yo y Alfredo Pulido, otro de los 75, y allí conocimos a Roger Rubio y Harold Cepero, dos jóvenes católicos que terminarían siendo expulsados de la universidad por involucrarse con el proyecto”.

“Roger, Harold y Karina se conocían de conferencias y retiros espirituales que organizaba el padre Alberto Reyes Pía. En uno de ellos los muchachos le preguntaron por el Proyecto Varela y el sacerdote les explicó, y de ahí nació la inquietud. Después de nuestra entrevista un grupo de jóvenes de Medicina Veterinaria, la carrera que cursaba Harold, pidieron a las autoridades universitarias que les explicaran por qué no se daba curso legal al Proyecto Varela. Luego hubo algunos actos de vandalismo estudiantil, dañaron un mural alegórico al Desembarco del Granma. La cosa acabó con la expulsión de tres universitarios, entre ellos Roger y Harold”

Desde Missouri, en EE.UU., a Roger se le quiebra la voz hablando con martinoticias.com de Harold, fallecido en circunstancias aún no aclaradas en julio del 2012 junto a Payá. Su amigo había crecido en la oposición cívica al totalitarismo hasta convertirse en hombre de confianza del líder del Movimiento Cristiano Liberación. Roger cursaba otra carrera, Educación Plástica, en el Pedagógico, pero los dos compartían en los dormitorios y con amigos comunes.

Luego de la reunión en casa de Karina se dedicaron a dar a conocer el proyecto y recoger firmas en la Universidad y fuera de ella. Como quería Payá, habían perdido el miedo

"Cuando el gobierno pretextando un discurso del presidente George W. Bush el 20 de mayo, inició esa campaña para hacer 'irrevocable' el socialismo, nosotros sostuvimos fuertes debates en los dormitorios de la Universidad para aclarar que la verdadera razón era el Proyecto Varela. Fueron debates espontáneos, pero abiertos, en los que participaron bastantes estudiantes”.

ARCHIVO. Los activistas del MCL Roger Rubio (izq) y el fallecido Harold Cepero.
ARCHIVO. Los activistas del MCL Roger Rubio (izq) y el fallecido Harold Cepero.
“Después de eso empezaron a llamar a algunos de nosotros, a Harold, Joan Columbié, a mí, para que nos reuniéramos con el primer secretario del Partido Comunista en la Universidad; y a enviarnos mensajes con otros compañeros de que íbamos a tener problemas. Como no nos dejamos amedrentar, a mí me llamaron y me expulsaron en septiembre. En noviembre, a Harold y Joan los llevaron a un acto de repudio para expulsarlos también”.

“Harold fue mi mejor amigo desde que nos conocimos en 2002. Fuimos más que amigos, familia. Me despidió cuando partí a Estados Unidos. Era una persona alegre, tenía muchos amigos y vocación de líder, le gustaba el deporte, y se tomaba los problemas de sus amigos como si fueran suyos. Era alguien muy especial. Si estuvo estudiando en el seminario para hacerse sacerdote fue porque vio la necesidad que tenían los jóvenes cubanos de formación cristiana para que hubiera un cambio de vida en Cuba. Estamos convencidos de que fue asesinado”.

“Como Payá, con quien no tuve muchos encuentros, pero que fue para mí un maestro del que aprendí muchas cosas por lo que decía sobre la vida y la realidad cubanas. Es muy difícil encontrar gente como él en Cuba, precisamente porque el gobierno cubano trata de deshacerse de ellos de alguna manera, ya sea forzándolos a que salgan del país, o enviándolos a la cárcel. O asesinándolos, cuando puede. Estoy muy agradecido por haberlos conocido a los dos, a Payá y a Harold”.

Ofelia Acevedo viaja a España para homenaje a su esposo Oswaldo Payá
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EN IMÁGENES: La situación de la basura en La Habana

Obispos remarcan necesidad de un diálogo nacional en Cuba: "la Iglesia Católica lo desea, y está dispuesta"

Procesión de la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba, el 8 de septiembre de 2019. (AP/Ismael Francisco)
Procesión de la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba, el 8 de septiembre de 2019. (AP/Ismael Francisco)

Obispos y otros miembros de la Sociedad Civil de Cuba coincidieron este domingo, en declaraciones a Martí Noticias, en la necesidad de favorecer una conversación entre diferentes actores de la nación para buscar una respuesta efectiva a la crisis que asola la Isla.

El presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, Monseñor Emilio Aranguren, Obispo de la Diócesis de Holguín, remarcó la importancia del diálogo esclarecedor.

“En Cuba utilizamos el dicho ‘hablando nos entendemos’. Es importante, por tanto, tener la disposición y el espacio para conversar sobre el bien común, que es propiamente lo nuestro, por eso considero que lo importante es tener la disposición. Como es lógico, la Iglesia Católica lo desea, y está dispuesta, para intercambiar con cuantos grupos integramos la sociedad", afirmó.

Añadió que un estado laico está integrado por grupos intermedios, y cada grupo "tiene su punto de vista, también sus criterios, y eso es lo que hace falta conversar, que es lo que, verdaderamente, logra el bien común", afirmó.

El Arzobispo de Santiago de Cuba Dionisio García Ibáñez, evaluó, por su parte, que “por el bien de este pueblo, la iglesia, de la misma manera que ayuda a otras personas, está dispuesta siempre a cooperar, pero eso significa también que las partes quieran y se les pida”.

Las declaraciones de los obispos, coinciden con las hechas la semana pasada por el Secretario Adjunto de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, el padre Ariel Suárez, al medio estadounidense NBC. Suárez dijo que la Iglesia católica está disponible para facilitar el diálogo, “si los distintos actores políticos” lo acuerdan, para encontrar una solución a la crisis que vive el país.

Suárez recordó las protestas que sacudieron el extremo oriental del país en marzo pasado.

“En las protestas del 17 de marzo pasado, este dolor se convirtió en un grito, en un grito que fue escuchado y que ha sido aceptado, digamos, por todos los niveles del país”, señaló Suárez. “Ese grito reflejaba angustia, reflejaba desesperación, y que la gente pedía, evidentemente, una situación diferente a la que estaban atravesando”, agregó.

El 17 de marzo pasado, cientos de pobladores de la capital santiaguera, del municipio El Cobre en la misma provincia y de Bayamo, en la provincia Granma, salieron a las calles a pedir alimentos, medicinas y el fin de los constantes cortes del servicio eléctrico.

Los problemas que reclamaron los manifestantes tuvieron un alivio momentáneo, pero siguieron sin resolverse, pese a las promesas de las autoridades gubernamentales.

La entrevista de Suárez presta atención a la declaración difundida, tras las demostraciones de marzo, por la diócesis de Holguín, que encabeza Aranguren.

“Como iglesia, nos corresponde apoyar la creación de espacios de diálogo donde puedan participar los diferentes sectores de la sociedad, para encontrar caminos que nos ayuden a seguir adelante con una disposición tranquila y esperanzada”, advierte el comunicado.

Suárez indicó que los obispos han convocado a rezar para que “quienes están en el poder tengan la sabiduría y la audacia para tomar decisiones que beneficien la vida de las personas”.

Al respecto, el activista político Manuel Cuesta Morúa cree tener el consenso de dos plataformas que agrupan a varias de las organizaciones de la Sociedad Civil independiente cubana: D’Frente y el Consejo para la Transición Democrática en Cuba.

“Eleva a un nivel de conciencia social y política, y sobre todo nacional, que es el enfoque fundamental en este momento, a una institución, justamente, como la Iglesia Católica, con sedimento histórico en la fundación misma de la nación, que yo creo que eso es clave, porque genera una capacidad de consenso importante para todos los cubanos, independientemente de la diversidad religiosa”, subrayó el politólogo.

“Creo que es clave que los actores de la sociedad civil y los actores de la comunidad política prodemocrática apoyen este llamado en un diálogo que, por supuesto, debe incluir a todos cubanos, fuera y dentro, sobre todo, los que tienen una voluntad positiva de enrumbar un proceso que es complicado de transición democrática, en el que se beneficien todos con la participación de todos”, resaltó.

En relación con las afirmaciones del Padre Ariel Suárez, el periodista independiente y analista Evert Oscar, desde Moa, Holguín, se mostró reticente.

“Habría que preguntar si le es posible enumerar con nombres y apellidos cada factor que contempla elegible para parlamentar, mesa por medio, con la empresa criminal conjunta, que es también la dueña de esa mesa y sus asientos, así como de la prensa que oficiaría para documentar lo convenido a la usanza dictatorial, editando y filtrando”, dijo en referencia al régimen cubano y la prensa estatal.

“Los enquistados en el poder se arrogan el derecho a designar a los que se sentarían a teatralizar la farsa que vende bien al mundo, prueba de ello es lo fácil que han minado y suplantado a la sociedad civil cubana, con actores propios y parciales, de muy flexible moral, para camuflar al estado fallido de emprendedores lícitos”, opinó.

No obstante, el también vicesecretario de la Conferencia Episcopal cubana expresó su deseo de que las diferentes posiciones “no sean hostiles” entre sí y que “puedan ayudar a encontrar las soluciones concretas que este pueblo necesita”.

“Sí hay contradicciones y las hostilidades de todo tipo vigentes hace tanto tiempo, que no las generó el pueblo nuestro y sí los delincuentes con los que pretende, nos reunamos y razonemos”, puntualizó Evert Oscar.

Líderes opositores al régimen han precisado que la solución pasa por una transición pacífica de Cuba hacia una democracia que garantice los derechos humanos y las libertades civiles del pueblo.

En el Plan Pastoral 2023-2030 de la Iglesia se despliegan consecuencias de la política económica del régimen como la carencia de alimentos y medicinas, la inflación y el malestar creciente de una población agobiada por la crisis.

Devuelven a Cuba a 19 balseros interceptados cerca de Cayo Hueso

Una embarcación de fabricación casera en la que viajaban migrantes cubanos. (Foto: @USCGSoutheast)
Una embarcación de fabricación casera en la que viajaban migrantes cubanos. (Foto: @USCGSoutheast)

La tripulación del guardacostas William Trump, de la Guardia Costera de EEUU (USCG), repatrió a 19 migrantes a Cuba el viernes, interceptados en el mar cerca de Cayo Hueso, Florida, cuando intentaban arribar al país de forma irregular.

Los migrantes fueron avistados el sábado, 13 de abril, por la tripulación de un avión de Control de Aduanas y Protección Fronteriza que notificó inmediatamente a los guardacostas del sector de Cayo Hueso sobre un presunto viaje de migrantes, dijo la USCG en un comunicado de prensa.

“Los inmigrantes que intenten ingresar ilegalmente a Estados Unidos por mar serán descalificados indefinidamente de la política de libertad condicional de inmigración legal para cubanos y haitianos”, dijo el teniente Peter Hutchison, de la División de Cumplimiento del Séptimo Distrito de la Guardia Costera.

Añadió que a los migrantes interceptados en el mar, independientemente de su nacionalidad, no se les permitirá ingresar a territorio estadounidense, y que aquellos que no tengan una base legal para permanecer en el país también serán expulsados.

El Ministerio del Interior de Cuba, por su parte, señaló en un post en su cuenta de X que los migrantes llegaron al Puerto de Orozco, en Bahía Honda, Artemisa.

La devolución de los 19 balseros repatriados por Estados Unidos es la "vigésimo novena operación de retorno de migrantes irregulares desde diferentes países de la región, con 374 personas devueltas", dijo el MININT.

El pasado 13 de abril, otro grupo de balseros interceptado en la misma zona de Cayo Hueso fue repatriado a la isla. Los equipos de la Guardia Costera han devuelto a un total de 367 migrantes a Cuba en lo que va de año fiscal 2024, que comenzó el 1 de octubre de 2023.

"La Guardia Costera y su Grupo de Trabajo de Seguridad Nacional - Socios del Sudeste seguirán teniendo presencia en el aire y en las aguas para detectar y disuadir a los migrantes de intentar ingresar ilegalmente a los Estados Unidos por mar", subraya la nota.

Los cubanos continúan lanzándose al mar y a las rutas irregulares de Centroamérica pese a las reiteradas advertencias de las autoridades estadounidenses. Un total de 19.571 migrantes procedentes de la isla llegaron a la frontera de EEUU en marzo pasado, la mayoría por los diferentes puntos de la frontera sur y por vía marítima, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de EEUU.

Visibilizan situación de presos políticos cubanos en Feria Internacional del Libro de Bogotá

Stand del Programa Cuba de la Universidad Sergio Arboleda, en la Feria Internacional del Libro de Bogotá 2024.
Stand del Programa Cuba de la Universidad Sergio Arboleda, en la Feria Internacional del Libro de Bogotá 2024.

Los presos políticos cubanos tienen un lugar en la Feria Internacional del Libro de Bogotá (Filbo), en la que el Programa Cuba de la universidad colombiana Sergio Arboleda expone producciones relacionadas con la Isla.

“El stand del Programa Cuba presenta una postura de denuncia en torno a los presos políticos cubanos. Toma los datos producidos por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos en torno a la cantidad de presos políticos y muchos de sus espacios de reflexión están orientados a invitar a los colombianos y aquellas personas que visiten el stand a enviar un mensaje, en torno a la libertad, a aquellos que se encuentran dentro de la Isla”, explicó este domingo a Martí Noticias Sergio Ángel Baquero, investigador principal del proyecto, acerca de Cuba del alto centro de estudios colombiano.

"Son dos las estrategias que estamos utilizando para visibilizar a los presos políticos: La primera es un cartel enorme que está en toda la mitad del stand que se encuentra en el Pabellón 8 de Corferias, que es el recinto ferial. Este cartel enorme tiene una referencia a los presos políticos y la segunda estrategia es en un tablero abierto al público, donde las personas envían mensajes dirigidos a los cubanos de cómo se va a escribir esa libertad", precisó .

Espacio dedicado a los presos políticos cubanos en el stand del Programa Cuba de la Universidad Sergio Arboleda
Espacio dedicado a los presos políticos cubanos en el stand del Programa Cuba de la Universidad Sergio Arboleda

El Programa Cuba, que por tercera vez participa en la fiesta del libro bogotana, está ofreciendo charlas, conversatorios y lanzamientos de libros, relacionados con la historia de Cuba y de los cubanos que no se cuenta desde las instituciones oficialistas. Las imágenes fueron desarrolladas por el artista cubano Gorki Águila

“Podrán encontrar libros producidos directamente por el Programa, pero también de editoriales independientes, cómo Hypermedia o Rialta y en este año también tendrá la participación especial de la ONG Gobierno y Análisis político”, dijo Sergio Ángel.

“Desarrollaremos varios eventos, todos ellos en torno a la reflexión sobre lo que está sucediendo en Cuba en la actualidad y todo lo que tiene que ver con el proceso político”, apuntó.

Entre los libros que serán presentados está “Imágenes de rebeldía de Amnistía Internacional, “Sharp Power y redes intelectuales. La presencia de Cuba en América Latina”, una producción de varios autores y “La anatomía de los regímenes poscomunistas”, entre otros.

El año pasado, en este recinto ferial, partidarios del régimen cubano trataron de boicotear un panel que estaba presentando el Programa Cuba, interrumpiendo la charla para descalificar a los comentaristas y a la Universidad Sergio Arboleda a la que acusaron de corrupción sin dar argumentos.

Del 17 de abril al 2 de mayo, lectores, autores y editores se congregan en el importante centro de actividades culturales, sociales y empresariales. En la inauguración estuvieron los presidentes de Brasil y Colombia, Luiz Inácio Lula da Silva y Gustavo Petro.

Stand del Programa Cuba
Stand del Programa Cuba

Según sus organizadores, en la 36ª. edición, Filbo cuenta con alrededor de 2.000 actividades sobre ciencia, medio ambiente, música, poesía, periodismo, debate e inclusión.

También sobre el racismo, las amenazas a los ecosistemas colombianos y la poesía dedicada a la Amazonía. Una parte de la programación ha sido al impacto de la inteligencia artificial en la industria editorial.

Entre los invitados internacionales destacan el argentino Eduardo Sacheri, el periodista radicado en Estados Unidos, Andrés Oppenheimer y, entre los colombianos, Piedad Bonnett, Juan Álvarez y Vanessa Rosales.

Una delegación oficial de Cuba, encabezada por el presidente del Instituto Cubano del Libro, asistió a Filbo 2024.

Gobierno cubano reconoce crisis profunda con servicio de transporte público (VIDEO)

El transporte público en Cuba transporta actualmente a menos del 50% de las personas que trasladaba hace cinco años, según cifras oficiales. (AP Foto/Ramón Espinosa, Archivo)
El transporte público en Cuba transporta actualmente a menos del 50% de las personas que trasladaba hace cinco años, según cifras oficiales. (AP Foto/Ramón Espinosa, Archivo)

El servicio de transporte público en Cuba ha visto reducidas sus operaciones de traslado de pasajeros en un 50% en los últimos cinco años, en medio del deterioro del parque automotor y la crisis energética, reconoció la semana pasada el ministro del sector, Eduardo Rodríguez Dávila.

“Estamos en uno de los peores momentos de los últimos años. Estamos trabajando, aproximadamente, con el 50 % de la transportación de pasajeros que teníamos hace cinco años. Diariamente, hace cinco años, en Cuba se transportaban unos 5.8 o 5.9 millones de pasajeros diarios y hoy se están transportando 2.7 millones”, dijo el ministro en el programa Desde La Presidencia, que conduce el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel.

Según Dávila, la mitad de las rutas estatales de transporte no tienen un funcionamiento estable. "Una parte de los ómnibus tiene problema de paralización técnica y otra parte tiene problemas de abastecimiento de combustible", explicó.

Esta situación deja a la mayoría de la población con una única opción, utilizar el servicio que ofrecen los porteadores privados, dijo el ministro, y recalcó que una de las principales quejas de las personas se relaciona con los elevados precios de este servicio, que responde, dijo, a la inflación.

El "estado de opinión" de la población también señala, dijo el ministro, que los vehículos estatales no paran en las paradas. "Eso lo hemos enfrentado con reuniones, con sanciones, y tengo que reconocer, presidente, que esa es una temática que no hemos logrado resolver".

Info Martí | “De crisis en crisis”, el podcast de Díaz-Canel
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En cuanto al ferrocarril y la aviación, mencionó que requieren productos de importación para su mantenimiento, y los de producción nacional requieren de materias primas importadas, una cadena de desgracias que termina en la canibalización de los vehículos existentes para el cambio de piezas y componentes dañados.

La génesis del problema está en "la falta del suministro oportuno de piezas de repuesto, un problema largo, viejo, que tenemos en Cuba, que hacemos las inversiones en los medios de transporte, sin embargo, no logramos sotener el mantenimiento", señaló.

Dávila mencionó, además, que las necesidades del sector no se cubren con el ingreso por cobro de pasajes, ni con lo que aporta el presupuesto nacional. "¿Cómo resolver lo de las tarifas, si no podemos incrementar más las tarifas a la población? ¿Como resolver si el presupuesto no alcanza para mantener la infraestructura?", se cuestionó. Añadió que el costo del combustible abarca un 20% de la operación del sector.

Una de las medidas del "paquetazo" económico, cuya entrada en vigor fue detenida en febrero pasado tras expresiones de descontento popular, prevé el aumento de las tarifas del transporte estatal. Díaz-Canel intentó explicar en el programa, con algunos ejemplos de exenciones, que la proposición de aumento de tarifas no afectará el bolsillo de sectores vulnerables de la población.

También en el área de transportación de cargas han ocurrido afectaciones considerables, operando actualmente a “la mitad” que hace dos o tres años, apuntó el ministro.

Díaz-Canel, por su parte, señaló que la crisis con el transporte repercute en todos los sectores de la economía y afecta la vida diaria de la población en "aspectos tan sensibles" como la distribución de los productos de la canasta básica que el estado vende en la red de bodegas estatales.

El gobernante cubano, que suele culpar de las dificultades nacionales a las sanciones económicas de Estados Unidos a la isla, atribuyó nuevamente el problema al "recrudecimiento del bloqueo" y la "persecución energética". También mencionó los efectos negativos de la "crisis global" y la pandemia de Covid-19 sobre el sector.

Sobre las posibles soluciones a la crisis del transporte, Dávila mencionó, sin agregar detalles, que se trabaja en "el ensamblaje en Cuba de ómnibus" y en programas centrados en el uso de energías renovables, como la implementación de ómnibus y triciclos eléctricos. Tanto Díaz-Canel como el ministro apuntaron que la ayuda solidaria de algunos países y de organizaciones como Naciones Unidas puede ayudar en la materialización de esos programas.

Dávila habló también de una "actualización en la política de comercialización de vehículos en Cuba, algo que ha sido también una petición de la población y que creemos que va a traer un impacto importante", y del impacto de la inversión extrajera en la recaudación de divisas para el sector.

En febrero pasado, EEUU exportó a Cuba más de 5 millones de dólares en vehículos nuevos y de uso. Según un informe del Consejo Económico y Comercial EEUU-Cuba, los vehículos nuevos sumaron 4.983.708 dólares y los usados 109.500. A ello se suman 2.881 en vehículos de propósito especial; 21.895 en camiones eléctricos autopropulsados, 30.000 en montacargas y 245.797 en palas cargadoras frontales.

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