Quince casos de cólera se han encontrado en el mayor centro penitenciario de La Habana, el Combinado del Este, reporta la agencia independiente Hablemos Press, que cita a fuentes dentro del penal.
Los casos que dieron positivos, varios reportados como graves, fueron trasladados desde la sala de cuidados intensivos del Hospital Nacional de Reclusos enclavado en ese correccional hacia el IPK (Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí), así como a hospitales como el Calixto García y Salvador Allende”, dijo a Hablemos Press el prisionero Daniel Pérez Díaz.
En conversación telefónica desde el reclusorio, Pérez Díaz precisó asimismo que el pasado día 18, alrededor de las tres de la tarde, dos ambulancias del Sistema de Urgencias Médicas (SIUM) acudieron a la cárcel con notable rapidez para trasladar hacia el centro hospitalario conocido como La Covadonga a dos de los reclusos infectados, los cuales se encontraban en condiciones críticas.
Según el reporte, hasta el 1ro. de septiembre se contaban en el Combinado 53 casos con síntomas diarreicos, aunque se desconoce cuántos de ellos fueron puestos en cuarentena. También se supo que el pasado 30 de agosto fueron sacados por 24 horas los pacientes de la sala de terapia intensiva, para una esterilización masiva del local, y los aquejados de otras patologías fueron reasignados a diferentes salas.
Otra de las medidas puestas en vigor fue la restricción parcial de las visitas y la entrada de alimentos y bebidas llevados por los familiares de los reclusos, con el objetivo de evitar la contaminación desde el exterior.
“Los principales dirigentes del Ministerio de Salud Pública hicieron un recorrido por las instalaciones a raíz del brote descrito”, comentó Pérez Díaz, quien protagonizó recientemente una huelga de hambre y fue amenazado con celda de castigo y privación de atención médica si continúa haciendo públicos “detalles internos” del centro penitenciario.
Paralelamente, el prisionero político Ramón Alejandro Muñoz, esposo de la Dama de Blanco Sonia Garro y también recluido en el Combinado, confirmó por vía telefónica que más de 30 reclusos de su destacamento han presentado síntomas diarreicos.
“Los destacamentos 1, 2 y 3 han sido declarados en cuarentena”, dijo Muñoz.
Debido a las pésimas condiciones higiénicas y de los alimentos y el agua en las prisiones, el cólera, que reapareció en Cuba en junio del 2012, ha estado haciendo estragos entre la población penal en penitenciarías como Las Mangas, de la provincia Granma; Quivicán, en Mayabeque, Kilo 7 y Kilo 9, en Camagüey; Boniato, en Santiago de Cuba; Guantánamo y Holguín, en las provincia homónimas, entre otras.
Los casos que dieron positivos, varios reportados como graves, fueron trasladados desde la sala de cuidados intensivos del Hospital Nacional de Reclusos enclavado en ese correccional hacia el IPK (Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí), así como a hospitales como el Calixto García y Salvador Allende”, dijo a Hablemos Press el prisionero Daniel Pérez Díaz.
En conversación telefónica desde el reclusorio, Pérez Díaz precisó asimismo que el pasado día 18, alrededor de las tres de la tarde, dos ambulancias del Sistema de Urgencias Médicas (SIUM) acudieron a la cárcel con notable rapidez para trasladar hacia el centro hospitalario conocido como La Covadonga a dos de los reclusos infectados, los cuales se encontraban en condiciones críticas.
Según el reporte, hasta el 1ro. de septiembre se contaban en el Combinado 53 casos con síntomas diarreicos, aunque se desconoce cuántos de ellos fueron puestos en cuarentena. También se supo que el pasado 30 de agosto fueron sacados por 24 horas los pacientes de la sala de terapia intensiva, para una esterilización masiva del local, y los aquejados de otras patologías fueron reasignados a diferentes salas.
Otra de las medidas puestas en vigor fue la restricción parcial de las visitas y la entrada de alimentos y bebidas llevados por los familiares de los reclusos, con el objetivo de evitar la contaminación desde el exterior.
“Los principales dirigentes del Ministerio de Salud Pública hicieron un recorrido por las instalaciones a raíz del brote descrito”, comentó Pérez Díaz, quien protagonizó recientemente una huelga de hambre y fue amenazado con celda de castigo y privación de atención médica si continúa haciendo públicos “detalles internos” del centro penitenciario.
Paralelamente, el prisionero político Ramón Alejandro Muñoz, esposo de la Dama de Blanco Sonia Garro y también recluido en el Combinado, confirmó por vía telefónica que más de 30 reclusos de su destacamento han presentado síntomas diarreicos.
“Los destacamentos 1, 2 y 3 han sido declarados en cuarentena”, dijo Muñoz.
Debido a las pésimas condiciones higiénicas y de los alimentos y el agua en las prisiones, el cólera, que reapareció en Cuba en junio del 2012, ha estado haciendo estragos entre la población penal en penitenciarías como Las Mangas, de la provincia Granma; Quivicán, en Mayabeque, Kilo 7 y Kilo 9, en Camagüey; Boniato, en Santiago de Cuba; Guantánamo y Holguín, en las provincia homónimas, entre otras.
