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La FAO, el hambre y los cubanos


La canasta familiar racionada, la única asequible, cada vez se reduce más
La canasta familiar racionada, la única asequible, cada vez se reduce más

Cubanos de a pie reaccionan a una carta en la que el director de la FAO felicita a Fidel Castro por logros en la lucha contra el hambre.

José Graciano Da Silva Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), dirigió una carta de felicitación a Fidel Castro que se burla del pueblo cubano. El texto proclama la certeza de que el gobierno de Cuba cumplió la meta propuesta de la Cumbre Mundial de la Alimentación, en 1996, la reducción del hambre.

La misiva encumbrada por la prensa oficial, finaliza con la propuesta de homenajear a Cuba por encontrarse entre los 15 países que más éxito han tenido en este sentido.

Para responder a las afirmaciones del Director General de FAO, tomé el periódico Granma del lunes 6 de mayo, donde aparece la carta y me dispuse a buscar la opinión del pueblo.

Indagar sobre la reducción del hambre en Cuba resultó peligroso. Las personas consultadas comenzaron por insultarme cuando, en busca de una opinión, mostraba la carta de Graciano Da Silva. Solo cuando aclaraba que no era de la prensa oficial, se relajaban las tensiones.

¨Por qué no le dice a ese señor que venga a vivir a Cuba con una pensión de 200 pesos (8 dólares), después de 40 años de trabajo¨, comenta una jubilada del municipio Centro Habana. ¨Vamos ver si no se queda la mitad del mes con el plato vacío¨, agregó.

¨Quién es ese loco que dice que en Cuba no hay hambre¨, expresó un trabajador agropecuario del municipio de San José de las Lajas, provincia Mayabeque. ¨La producción de alimentos en este país es un caos¨, añade. ¨Ahora quieren que pongamos a producir la tierra que ellos (el gobierno) echaron a perder. Eso lleva tiempo, los suelos están maltratados por el abandono¨.

Tamarindo es uno de los barrios periféricos de la capital, ubicado en el municipio Arroyo Naranjo. Los vecinos de este lugar se mostraron explosivos ante el tema de la alimentación.

¨Lo que se sabe no se pregunta¨, manifiesta una de las mujeres que permanecen bajo el sol, detrás de un camión estatal que vende huesos de res, en mal estado. ¨ ¿Que alimentación hay aquí? Ninguna. Lo que estamos comiendo es basura, picadillo de soya que nos está j...la vesícula. No entiendo nada, porque eso del hambre lo sabe todo el mundo¨, protesta.

¨Para que vamos hablar si ustedes siempre dicen ahí (refiere el ejemplar de Granma que yo tenía en la mano) que todo está bien¨, exclamó otras de las mujeres de la cola. ¨Para que hablar si esto está cada día peor. Mira eso, ahora dicen que comemos todos los días¨, añade.

Humberto padre de tres niñas, asegura que cada día es un reto para llevar darle de comer a sus hijas.¨ Los mandados de la bodega se acaban en la primera semana del mes, el resto, debemos enfrentarnos a los precios del mercado que nos dejan sin comer¨. ¨Nosotros priorizamos a nuestras hijas pero a veces, darles arroz y frijoles se nos hace difícil.

Dependientes de la red comercial Habaguanex, perteneciente a la Oficina del Historiador de la ciudad debatieron la carta publicada.

¨No entiendo como un alto funcionario de las Naciones Unidas para la alimentación puede confabularse con el hambre¨, expreso uno. Otro de los empleados señaló que ¨el tema está politizado en el periódico más triunfalista del mundo¨.

Especialistas en nutrición consultados coincidieron en que la desnutrición es un tema delicado para el debate. Según confirmaron las cifras manejadas públicamente no describen la realidad de la deficiente alimentación del pueblo. Concordaron que los verdaderos números están perdidos en los barrios marginales.

¨La mayoría de los casos de desnutrición infantil que atiendo en la consulta tiene una base de mal manejo materno, en la alimentación del niño¨, explicó uno de los nutricionistas en el área de pediatría del municipio Plaza. ¨Los pacientes desnutridos como consecuencia de la pobreza, llegan pocos a esta consulta, señaló.

Los cubanos desconocen los programas de la FAO para elevar la alimentación y la eficiencia nutritiva de la población. Sobre el tema, experimentan la desigual distribución y comercialización de los alimentos que afectan los niveles nutritivos de las poblaciones rurales, que emigran sin otro remedio para la escasez de comida.

El hambre es un tema enquistado en la realidad de los cubanos. Si de algo debe vanagloriarse el gobierno que homenajea la FAO, es de haberla repartido por igual, para toda la población de la isla.

(Publicado por Cubanet el 9 de mayo del 2013)
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