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Yoani Sánchez: valiente patriota


Yoani Sánchez habla en el Instituto Cato en Washington, DC. (EEUU).
Yoani Sánchez habla en el Instituto Cato en Washington, DC. (EEUU).

La mayor parte de sus seguidores viven fuera de Cuba, donde tener acceso a la internet es muy difícil para el ciudadano de a pie.

La gira de 80 días alrededor del mundo de la disidente cubana Yoani Sánchez ha atraído a miles de seguidores, a pequeñas turbas pro-castristas y hasta alguno que otro exiliado que dice que ella no critica lo suficientemente fuerte al gobierno de los hermanos Castro.

Diarios brasileros dijeron que durante su visita al país funcionarios de la Embajada de Cuba les había pagado a personas para que fueran a hacerle actos de repudio a la galardonada bloguera cubana. En Méjico las críticas salieron de miembros de un partido izquierdista con una larga trayectoria de vínculos con Cuba.

Sánchez se ha mantenido serena durante estas protestas. Con tranquilidad y sin miedo les ha dicho que ojala algún día en Cuba hubiera la misma libertad de expresión que permitían a este bonche repudiarla.

Sánchez es una mujer extraordinaria. Ella ha logrado pintar un cuadro realista de la pobreza en Cuba y a la vez tener la esperanza que en el futuro la isla tenga un gobierno democrático. Y todo esto lo hace en sus tweets de 140 caracteres.

Su poder de síntesis y la fuerza de sus palabras en el blog Generación Y le han Ganado múltiples premios. En Nueva York obtuvo el premio Maria Moors Cabot, en España el preciado Ortega y Gasset por su periodismo digital. Y en el 2010 la revista Time la seleccionó como una de las 100 personas más influyentes del mundo.

El mismo nombre de su blog – Generación Y – es parte de su historial. Ella escogió el nombre por esa generación de cubanos que nacieron cuando Cuba estaba bajo la égida de la Unión Soviética y a los niños que nacían les ponían nombres que empezaban con la letra y.

Sánchez es crítica férrea de los que es vivir en Cuba. Su cuenta de Twitter tiene más de medio millón de seguidores que ven con frecuencia sus críticas a la férrea censura que impera en la isla.

La mayor parte de sus seguidores viven fuera de Cuba, donde tener acceso a la internet es muy difícil para el ciudadano de a pie.

Pero Sánchez escribe de Cuba para los cubanos – adentro y fuera de la isla. Al terminar su viaje regresara a la isla donde ella sabe le esperan acusaciones y actos de repudio – posiblemente hasta la cárcel. Pero ella ve el futuro con optimismo; quiere utilizar el dinero que ha ganado con sus premios para empezar a publicar un periódico digital en Cuba.
Para mi Sánchez es una patriota. Hay quienes en el exilio discrepan porque en Brasil ella dijo que creía que Estados Unidos debía levantar el embargo. Eso para muchos de mis compatriotas fuera de Cuba es el pecado original.

En Nueva York simpatizantes del castrismo tenían pancartas increpándola y preguntándole cuánto dinero le pagaba la CIA? Lo mismo ha ocurrido en Washington.
Sánchez participara en varios actos en el sur de la Florida el 1ero de abril. Ya hay grupos del exilio que la critican. Uno dijo que le iban a hacer un acto de repudio y cuando se dieron cuenta de la estupidez que decían cambiaron para explicar que iban a protestar su presencia en Miami.
A estos grupos de exiliados de la línea dura les molesta que Sánchez hable del embargo. Ellos no quieren nada que ver con su viaje o con ella. Hasta la famosa novelista cubana Zoe Valdés la crítica desde Paris donde vive.Ellos no confían en la joven de 37 años porque no comparte a plenitud sus ideas.
Creo que los exiliados que critican a Sánchez están equivocados. En Cuba hay cientos de disidentes, de los cuales Sánchez es una, aunque la más conocida. Estos disidentes dentro de la isla son el futuro de una Cuba libre y soberana. Una Cuba en la cual, si creemos lo que dice Sánchez, tendrán elecciones libres y libertad de expresión para todos.
Yo no tengo que estar de acuerdo con todo lo que dice Sánchez. No soy un robot. Pero puedo decir que de lo más profundo de mi corazón lo único que siento al ver su nombre y oír lo que dice es que ella y todos los disidentes en la isla se merecen mi respeto y respaldo.
Cuando venga a Miami iré a verla para aplaudirla y respaldarla por su valentía y su talento.
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