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En Corea del Norte el fracaso deportivo no es una opción


Delegación de Corea del Norte en el desfile inaugural de los Juegos Olímpicos Londres 2012.
Delegación de Corea del Norte en el desfile inaugural de los Juegos Olímpicos Londres 2012.

Los deportistas norcoreanos que pierdan en las Olimpiadas de Londres – 2012 podrían ser enviados a campos de concentración

A los atletas norcoreanos que ganen una medalla de oro en la Olimpiada de Londres les espera el paraíso cuando regresen a su país, pero a los que pierdan, el infierno, según constata la agencia de información Reuters.

Así, en pocas palabras, se podría definir la suerte que correrán los deportistas de este país estalinista tras su resultado deportivo. Un periódico surcoreano que se hizo eco de una fuente de inteligencia indicó que los deportistas norcoreanos que resultan derrotados en eventos deportivos internacionales son enviados a campos de concentración, auque este planteamiento ha sido rechazado por atletas del país comunista.

El desertor norcoreano Lee Chang-soo dijo a Reuters en marzo pasado que la diferencia entre ganar y perder una competencia deportiva internacional podría ser un asunto de vida y muerte en Corea del Norte.

Chang-soo agregó que los deportistas norcoreanos que pierden con los surcoreanos son obligados a trabajar en “gulags” o centros de trabajo forzados. Amnistía Internacional señala que unos 200,000 ciudadanos norcoreanos son obligados a trabajar en estos lugares con poca comida y bajo la amenaza de ser ejecutados.

La agencia Reuters indica que una vida de lujo espera a los triunfadores norcoreanos en Londres y que aquellos que pertenecen a una elite deportiva en Corea del Norte reciben dinero en efectivo, automóviles y la “codiciada” membresía en el Partido de los Trabajadores de Corea.

La información destaca que Chang-soo, medalla de bronce en el Campeonato Mundial de Judo de 1989, fue abandonado por el Gobierno cuando perdió frente al judoka de Corea del Sur en la final de los Juegos Asiáticos de Beijing de 1990. Su derrota le costó ser enviado a trabajar en una mina de carbón.
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