"Mi hijo duerme a pocos metros de este sitio donde escribo un tweet, pero si estuviera lejos, si el mar nos separara... que sentiria?", publicó
La bloguera cubana Yoani Sánchez, reconocida internacionalmente entre las 150 mujeres más valientes del mundo, según la revista digital The Daily Beast, ha publicado en su cuenta de Twitter como luchadora social, pero hoy sobretodo, como mamá.
“Las pataditas en el útero, las noches en vela, la inquietud por llenarles el plato; el afecto, las preguntas, el abrazo, la maternidad”, publicó a todos sus seguidores en tanto confesaba que su hijo la ha hecho “más tolerante, atenta a los demás, más abierta al perdón. Hoy deberían felicitarlo a él, no a mi! Felicidades Teo!”.
Refieriéndose a la gran separación que sufre el pueblo cubano reflexionaba: “Ninguna ideología, ningún gobierno debería separar a una madre de sus hijos. En la mesa familiar todo retorno tiene su silla”.
“Si no fuera madre a lo mejor me callara, aplaudiera, simulara. Pero unos ojitos negros me cuestionan, frente a ellos no puedo evadirme”, anotaba.
Madre desde hace 17 años, ya no imagina Yoani la vida sin las preguntas incisivas de su Teo a quien considera “un motivo para seguir. Bendita sea la maternidad”.
Poco antes de llegar el Día de las Madres Yoani pensaba “en todas esas cubanas separadas de sus hijos por culpa del absurdo migratorio” que mantiene a los cubanos presos en su isla.
“La situación es tan frágil- advierte Sánchez- que la chispa puede ser un partido de béisbol o un ama de casa molesta por el alto precio de la carne de cerdo”.
En el Día de las Madres “la Madre Cuba aguarda porque sus hijos se arranquen la mascara, se decidan a actuar, se den a luz a sí mismos”.
“Las pataditas en el útero, las noches en vela, la inquietud por llenarles el plato; el afecto, las preguntas, el abrazo, la maternidad”, publicó a todos sus seguidores en tanto confesaba que su hijo la ha hecho “más tolerante, atenta a los demás, más abierta al perdón. Hoy deberían felicitarlo a él, no a mi! Felicidades Teo!”.
Refieriéndose a la gran separación que sufre el pueblo cubano reflexionaba: “Ninguna ideología, ningún gobierno debería separar a una madre de sus hijos. En la mesa familiar todo retorno tiene su silla”.
“Si no fuera madre a lo mejor me callara, aplaudiera, simulara. Pero unos ojitos negros me cuestionan, frente a ellos no puedo evadirme”, anotaba.
Madre desde hace 17 años, ya no imagina Yoani la vida sin las preguntas incisivas de su Teo a quien considera “un motivo para seguir. Bendita sea la maternidad”.
Poco antes de llegar el Día de las Madres Yoani pensaba “en todas esas cubanas separadas de sus hijos por culpa del absurdo migratorio” que mantiene a los cubanos presos en su isla.
“La situación es tan frágil- advierte Sánchez- que la chispa puede ser un partido de béisbol o un ama de casa molesta por el alto precio de la carne de cerdo”.
En el Día de las Madres “la Madre Cuba aguarda porque sus hijos se arranquen la mascara, se decidan a actuar, se den a luz a sí mismos”.