“Yo no sé dónde vamos a parar”, se quejan habaneros ante crisis con gas licuado

Una cola en Cuba para comprar las balitas de gas licuado. (Foto Archivo: REUTERS/Fernando Medina)

La situación con el suministro de gas licuado en los municipios habaneros fuera del casco histórico es crítica, además de las limitaciones con el abasto de agua potable y los apagones, advirtieron este jueves residentes de esas localidades a Radio Televisión Martí.

Vladimir Ríos Cruz, residente en el reparto San Agustín, en La Lisa, dijo que una balita de gas puede llegar a costar unos 300 pesos, y hay que sumarle 400 pesos para pagarle al “colero”, y sin garantías.

“Sí estas hacienda la cola no puedes trabajar, entonces tienes que pagárselo a las personas que se dedican a eso, y vale 700 pesos la balita, y las colas pueden tardar cuatro días y más también. Son colas que se hacen y tienes que ir a rectificar por la noche, a las 12 de la noche y a las seis de la mañana. Tienes que ir haciendo esa rectificación en la cola porque, si no, lo pierdes”, explicó Ríos Cruz.

Añadió que, además, los residentes de ese barrio capitalino tienen "tremenda situación con el agua", en referencia a los problemas con el abastecimiento del preciado líquido.

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Crece incertidumbre en Cuba por falta de insumos básicos

En Arroyo Naranjo, el comunicador independiente Vladimir Turró explicó la crisis con el gas licuado en la localidad. También, dijo, hay un faltante importante de combustible, sobre todo de gasolina, para el transporte.

“Están entrando cada cuatro días o cinco los camiones con seis, siete, ocho balitas de gas para una localidad que cuenta con más de 2.000 clientes. Las personas están durmiendo en esas sedes, donde venden que venden las balitas de gas", detalló.
Según Turró, ha pesar de que disponen de efectos electrodomésticos con los que se puede cocinar, "dígase olla arrocera, olla Reina", el sistema electroenergético cubano "está difícil y ahora, en estos momentos, no se sabe cuándo va a ocurrir un apagón".

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En Arroyo Naranjo, donde reside, y en los municipios aledaños del Cerro y Diez de Octubre, "un solo CUPET, en estos momentos, tiene gasolina regular, y la cola sobrepasa las diez cuadras, podría decir”, expresó.

Enrique Díaz, por su parte, reside en Marianao, donde ya hay residentes que acuden al carbón vegetal para la cocción de alimentos debido a la falta de gas licuado, y también a causa de los inesperados apagones.

“Se están organizando las colas y se recogen los el carnet de identidad para ver cuándo entra la balita de gas, y cuando vas a cocinar con el hornito eléctrico, bueno, pues se va la corriente”, dijo Díaz .

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El sociólogo Ángel Marcelo Rodríguez Pita, que vive en Centro Habana, señaló que en estos momentos, al igual que la electricidad, "escasea el gas licuado, que se envasa en esas llamadas balitas de gas". Este producto, aseguró, es de "vital necesidad” para la población cubana.

Y desde La Lisa, Lucinda González comentó sobre la actual crisis con el gas y otros desabastecimientos.

“Hace más de 15 días que no entra gas. No tenemos gas, no tenemos luz, no tenemos agua, no tenemos medicamentos. Yo no sé a dónde vamos a parar”, concluyó la mujer.