Los hechos que colmaron los medios de prensa de la semana pasada, donde se acusa al senador demócrata Bob Menendez por presuntos cargos de corrupción, indican una pérdida de credibilidad en el Departamento de Justicia de la Administración Obama y ha creado un escepticismo que divide ideológicamente la situación, publica hoy el diario The Wall Street Journal en un editorial.
"Es imposible juzgar los cargos sin una acusación formal –indica el diario–, y Menendez, senador por Nueva Jersey, sería acusado de usar su influencia para ayudar a un amigo y donante de Florida, el oculista Salomon Melgen. Ante tales acusaciones Menéndez contestó: "Siempre he tenido una conducta apropiada y he actuado de acuerdo a la ley".
Para el rotativo, hay "escepticismo por la naturaleza politizada del Departamento de Justicia que dirige de Eric Holder", así como los abusos anteriores en su Sección de Integridad Pública.
Añade que "el momento en que ocurren los cargos contra Menendez también es políticamente sospechoso. El Senador demócrata es un destacado crítico de la política exterior de Obama con respecto a Rusia, Cuba e Irán". Y afirma que Obama acusó recientemente a los críticos de su diplomacia con Irán de ceder ante sus donantes políticos, es decir, a los judíos estadounidenses.
Según el Wall Street Journal, Menendez asistió a una reunión privada de senadores demócratas para decirle al Presidente que se sintió personalmente ofendido por sus comentarios.
Las negociaciones sobre el programa nuclear de Irán están llegando a un punto crítico este mes, y no hace daño al Presidente si un crítico prominente está operando bajo una nube de ética.