El cardenal Jorge Urosa oficia una homilía por el Jueves Santo en la que indirectamente rechaza el culto rendido por el gobierno en Venezuela el extinto Hugo Chávez.
El Arzobispo de Caracas, el cardenal Jorge Urosa Savino, ofició una misa por Jueves Santo en la que subrayó palabras que ya había expresado el Domingo de Ramos cuando advirtió que no se puede comparar a ningún gobernante con Jesucristo, una alusión indirecta a los seguidores del extinto presidente Hugo Chávez que le rinden culto como si fuera una figura sobrenatural.
"Jesús está en un nivel divino, trascendental, religioso y sobrenatural. No puede haber un Cristo nuevo y diferente a Jesús de Nazaret. No podemos igualar a ningún gobernante al nivel de Jesucristo, aunque le tengamos un cariño muy especial", dijo Urosa.
Al afirmar que “Divino sólo Dios", el cardenal fue secundado por aplausos y vivas de los feligreses que colmaban la Catedral. Urosa llamó luego a los laicos a que sientan de nuevo el gozo de pertenecer a la Iglesia Católica y profesar su fe con orgullo, "en tiempos cuando soplan vientos de rechazo hacia Dios".
El prelado dio gracias a Dios por la asunción del Papa Francisco y dijo que "su sencillez y bondad serán instrumentos para el crecimiento y la renovación de la vida de la Iglesia, que está siempre llamada a renovarse. En estos momentos -- puntualizó -- esa renovación se está dando”.
Durante la homilía, el arzobispo demandó a los sacerdotes que se acerquen más a los pobres y les dijo que hoy más que nunca se impone la entrega a Dios en celibato, la vivencia plena de la castidad y la actitud evangélica de Jesucristo. También les pidió administrar con "pulcritud, honestidad y cuidado extremo los bienes que los fieles entregan a la Iglesia".
"Jesús está en un nivel divino, trascendental, religioso y sobrenatural. No puede haber un Cristo nuevo y diferente a Jesús de Nazaret. No podemos igualar a ningún gobernante al nivel de Jesucristo, aunque le tengamos un cariño muy especial", dijo Urosa.
Al afirmar que “Divino sólo Dios", el cardenal fue secundado por aplausos y vivas de los feligreses que colmaban la Catedral. Urosa llamó luego a los laicos a que sientan de nuevo el gozo de pertenecer a la Iglesia Católica y profesar su fe con orgullo, "en tiempos cuando soplan vientos de rechazo hacia Dios".
El prelado dio gracias a Dios por la asunción del Papa Francisco y dijo que "su sencillez y bondad serán instrumentos para el crecimiento y la renovación de la vida de la Iglesia, que está siempre llamada a renovarse. En estos momentos -- puntualizó -- esa renovación se está dando”.
Durante la homilía, el arzobispo demandó a los sacerdotes que se acerquen más a los pobres y les dijo que hoy más que nunca se impone la entrega a Dios en celibato, la vivencia plena de la castidad y la actitud evangélica de Jesucristo. También les pidió administrar con "pulcritud, honestidad y cuidado extremo los bienes que los fieles entregan a la Iglesia".