El País: triunfo de Maduro se queda corto

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El periódico destaca que lo que parecía que iba a ser un paseo triunfal de Maduro no lo fue.

El diario español dice en un editorial que tras las elecciones en Venezuela el candidato opositor Henrique Capriles se halla en una buena posición y en las filas del chavismo reina el desconcierto.
La ajustada victoria de Nicolás Maduro sobre Henrique Capriles en las elecciones del domingo en Venezuela ha provocado el desconcierto en las filas chavistas y abre un panorama inédito en 14 años de revolución bolivariana, dice este martes un editorial del diario español El País.

El periódico pone de relieve la diferencia a favor del candidato oficialista de apenas 200 mil votos cuando las encuestas le concedían una ventaja de entre 10 y 15 puntos.

La participación ciudadana en los comicios, “cercana al 79 por ciento, es muy similar a la registrada en los comicios de octubre de 2012—apunta-- cuando Chávez obtuvo 10 puntos sobre Capriles. Es decir, ha habido un claro trasvase de votos chavistas al candidato opositor”.

En adición destaca que la oposición se niega a reconocer los resultados de los comicios y exige un recuento de votos luego de más de tres mil denuncias de irregularidades, a pesar de lo que, subraya, “Maduro fue proclamado ayer mismo ganador oficial, sin esperar siquiera a que el proceso haya concluido formalmente”.

Según el editorial, Maduro contaba con “la bendición de su mentor, el clima emocional generado por la desaparición de Chávez, los recursos económicos del Estado y la apisonadora de los medios de comunicación controlados por el poder”, pero lo que parecía que iba a ser un paseo triunfal “se quedó en salvar los muebles”.

Eso explica, señala, por qué reina el estupor en el gobernante Partido Socialista Unificado de Venezuela, y por qué Capriles se halla en una buena posición. “Semejante caudal de votos—dice—le confirma como la alternativa al chavismo, siempre que la oposición no repita los errores del pasado y mantenga su estrategia de unidad”.

El País destaca que la tarea que tiene por delante Maduro es dura. “Con su personalidad arrolladora—precisa—, Chávez mitigaba el descontento. Desaparecido el caudillo, la oratoria ya no basta. La población va a exigir soluciones”.

También contrasta las felicitaciones hechas a Maduro por Cuba, Rusia y China con el anuncio de la OEA de que apoya el recuento de votos exigido por la oposición, “una declaración adecuada—señala— “después del silencio que los Gobiernos latinoamericanos han guardado ante las violaciones a la Constitución y las anomalías del proceso venezolano”.