La revista comenta el escándalo de una grabación que pone al descubierto pugnas dentro del chavismo y alude a la hipótesis de que el gobierno cubano pudo haberla filtrado para perjudicar a Diosdado Cabello.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, parece haber emprendido una cruzada para desviar la atención de la crisis económica, la violencia que sacude al país, y el hecho de que ganó apretadamente las elecciones del mes pasado, y como parte de ese esfuerzo ha llamado a la creación de milicias obreras para defender la soberanía de la patria, destaca esta semana la revista Time.
Pero mientras habla de invasiones imperialistas, dice un artículo de la publicación, “un nuevo escándalo sugiere que la mayor amenaza para el gobierno de Maduro está dentro de la revolución bolivariana, socialista y anti-Estados Unidos que Chávez le encomendó dirigir”.
El escándalo al que Time alude se refiere a la grabación difundida la semana pasada por la oposición y en la que el periodista oficialista Mario Silva habla presuntamente con un oficial de la inteligencia cubana acerca de rivales que Maduro tendría dentro de las filas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), a los que tilda de corruptos y acusa de querer dar un golpe militar.
Para la revista no es una sorpresa escuchar a Silva, “un marxista radical” decir en la grabación que Maduro debe seguir los consejos de Fidel Castro de deshacerse de las “elecciones burguesas” porque estas pueden dar al traste con la revolución bolivariana.
Lo que llama la atención, señala, es que Silva confirma lo que los expertos han estado por largo rato especulando: “primero, que Cuba ejerce una desorbitada influencia en Venezuela. Y más importante, que el PSUV(…) o el chavismo, que lleva 14 años en el poder, está dividido entre una facción más ideológica liderada por Maduro (…) y una más pragmática encabezada por el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello”.
La revista se hace eco de la hipótesis de muchos analistas venezolanos para quienes “el gobierno cubano—que depende de que Maduro siga la política de Chávez de enviar a la isla comunista más de 100 mil barriles de petróleo barato al día—puede haber filtrado intencionalmente la grabación para debilitar a Cabello, aun cuando eso signifique poner también en una situación embarazosa a Maduro”.
También cita a Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano en Washington DC, quien dijo que “las feroces pugnas intestinas e intrigas que (Silva) expone de manera tan explícita suenan plausibles”, porque a su juicio con Chávez ya muerto no hay otra figura dentro del chavismo que pueda aglutinar fuerzas.
La publicación subraya además que Cabello ha rehusado discutir públicamente las acusaciones en su contra sobre corrupción y la eventualidad de un golpe de estado contra Maduro.
Según Time, “el régimen de Chávez podría muy bien estar deshilvanándose desde adentro, especialmente porque la ineptitud económica del gobierno, la elevada inflación y la escasez de artículos básicos como el papel higiénico, anulan los pasos dados por la revolución para reducir la pobreza”.
Pero mientras habla de invasiones imperialistas, dice un artículo de la publicación, “un nuevo escándalo sugiere que la mayor amenaza para el gobierno de Maduro está dentro de la revolución bolivariana, socialista y anti-Estados Unidos que Chávez le encomendó dirigir”.
El escándalo al que Time alude se refiere a la grabación difundida la semana pasada por la oposición y en la que el periodista oficialista Mario Silva habla presuntamente con un oficial de la inteligencia cubana acerca de rivales que Maduro tendría dentro de las filas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), a los que tilda de corruptos y acusa de querer dar un golpe militar.
Para la revista no es una sorpresa escuchar a Silva, “un marxista radical” decir en la grabación que Maduro debe seguir los consejos de Fidel Castro de deshacerse de las “elecciones burguesas” porque estas pueden dar al traste con la revolución bolivariana.
Lo que llama la atención, señala, es que Silva confirma lo que los expertos han estado por largo rato especulando: “primero, que Cuba ejerce una desorbitada influencia en Venezuela. Y más importante, que el PSUV(…) o el chavismo, que lleva 14 años en el poder, está dividido entre una facción más ideológica liderada por Maduro (…) y una más pragmática encabezada por el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello”.
La revista se hace eco de la hipótesis de muchos analistas venezolanos para quienes “el gobierno cubano—que depende de que Maduro siga la política de Chávez de enviar a la isla comunista más de 100 mil barriles de petróleo barato al día—puede haber filtrado intencionalmente la grabación para debilitar a Cabello, aun cuando eso signifique poner también en una situación embarazosa a Maduro”.
También cita a Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano en Washington DC, quien dijo que “las feroces pugnas intestinas e intrigas que (Silva) expone de manera tan explícita suenan plausibles”, porque a su juicio con Chávez ya muerto no hay otra figura dentro del chavismo que pueda aglutinar fuerzas.
La publicación subraya además que Cabello ha rehusado discutir públicamente las acusaciones en su contra sobre corrupción y la eventualidad de un golpe de estado contra Maduro.
Según Time, “el régimen de Chávez podría muy bien estar deshilvanándose desde adentro, especialmente porque la ineptitud económica del gobierno, la elevada inflación y la escasez de artículos básicos como el papel higiénico, anulan los pasos dados por la revolución para reducir la pobreza”.