El periodismo en Venezuela pasa por un momento crítico: ni los mismos herederos chavistas han logrado escapar a la cuchilla afilada de la censura.
Dos programas televisivos venezolanos: La Hojilla, del chavista Mario Silva en la cadena estatal Venezolana de Televisión (VTV) y Buenas Noches, en Globovisión pasaron a mejor vida con los primeros pasos del gobierno de Nicolás maduro para imponer un nuevo modelo de censura en el país suramericano
El periodismo en Venezuela pasa por un momento crítico, tanto que ni los mismos herederos chavistas han logrado escapar a la cuchilla afilada que baja desde el palacio Miraflores hasta los medios de comunicación social.
¿Palos de ciego o una milimétrica y calculada operación de limpieza de voces disonantes? Los dos espacios televisivos se contraponían, pero mostraban la Venezuela que todos estaban viviendo. Desde las ínfulas mesiánicas de Hugo Chávez hasta el empuje de Henrique Capriles, los televidentes paseaban por un país plural y diverso. La única coincidencia era en el horario de transmisiones. Aun así, muchos lo sienten como un zarpazo a la libertad de prensa.
Mario Silva, es estrella de la televisión pública cuyo fulgor se ha apagado ahora, presuntamente se ha refugiado en Cuba. Su conversación con un agente de la inteligencia castrista la semana pasada y divulgada por fuerzas de la oposición, reveló los vínculos del presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello con un supuesto golpe contra Maduro y con resultado de la defenestración de Silva, el encendido defensor del Chavismo.
Una nota del diario ABC de Madrid señala que Mario Silva viajó a Cuba por «razones de salud», pero habría afirmado que regresaría lunes pasado para reiniciar su programa, pero hasta ahora no ha regresado a Caracas.
En una ambivalencia poco común, Silva, denunció casos de corrupción en los que la oposición lo inmiscuye, al tiempo que arremete contra el oficialismo por no haberle defendido en la diatriba. Con la salida de varios periodistas de Globovisión ante el giro en la dirección de la televisora, éste calificó de «preocupantes» los celos del poder ante los medios de comunicación masiva.
Por otra parte, en el programa Buenas Noches, de Globovisión, Kiko Bautista, Carla Angola, Pedro Luis Flores y Ronald Carreño renunciaron «por dignidad» tras reunirse con los nuevos dueños de la cadena privada y no llegar a un acuerdo.
Una de las premisas mejor promocionadas por los periodistas críticos con el gobierno Venezolano es “Cuando se cierra una ventana, se abre la otra”, Jorge Lanata, 8uno de sus artífices, lo repite hasta el cansancio. Por eso después dejar el canal ha recibido la propuesta para abrir otro, aunque aún no han confirmado los detalles.
Sabemos que perdimos esa ventana pero vamos a abrir muchísimas más", dijo por su parte Carla Angola al diario argentino La Nación. Ella acompañaba a Francisco "Kico" Bautista, conductor del popular programa de humor político y actualidad de Globovisión Buenas Noches.
La buena nueva para la salud de la libertad de expresión es que estos comunicadores no han bajado la bandera, a pesar de la represión y las afiladas hojas intentan cercenar la discrepancia en Venezuela.
El periodismo en Venezuela pasa por un momento crítico, tanto que ni los mismos herederos chavistas han logrado escapar a la cuchilla afilada que baja desde el palacio Miraflores hasta los medios de comunicación social.
¿Palos de ciego o una milimétrica y calculada operación de limpieza de voces disonantes? Los dos espacios televisivos se contraponían, pero mostraban la Venezuela que todos estaban viviendo. Desde las ínfulas mesiánicas de Hugo Chávez hasta el empuje de Henrique Capriles, los televidentes paseaban por un país plural y diverso. La única coincidencia era en el horario de transmisiones. Aun así, muchos lo sienten como un zarpazo a la libertad de prensa.
Mario Silva, es estrella de la televisión pública cuyo fulgor se ha apagado ahora, presuntamente se ha refugiado en Cuba. Su conversación con un agente de la inteligencia castrista la semana pasada y divulgada por fuerzas de la oposición, reveló los vínculos del presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello con un supuesto golpe contra Maduro y con resultado de la defenestración de Silva, el encendido defensor del Chavismo.
Una nota del diario ABC de Madrid señala que Mario Silva viajó a Cuba por «razones de salud», pero habría afirmado que regresaría lunes pasado para reiniciar su programa, pero hasta ahora no ha regresado a Caracas.
En una ambivalencia poco común, Silva, denunció casos de corrupción en los que la oposición lo inmiscuye, al tiempo que arremete contra el oficialismo por no haberle defendido en la diatriba. Con la salida de varios periodistas de Globovisión ante el giro en la dirección de la televisora, éste calificó de «preocupantes» los celos del poder ante los medios de comunicación masiva.
Por otra parte, en el programa Buenas Noches, de Globovisión, Kiko Bautista, Carla Angola, Pedro Luis Flores y Ronald Carreño renunciaron «por dignidad» tras reunirse con los nuevos dueños de la cadena privada y no llegar a un acuerdo.
Una de las premisas mejor promocionadas por los periodistas críticos con el gobierno Venezolano es “Cuando se cierra una ventana, se abre la otra”, Jorge Lanata, 8uno de sus artífices, lo repite hasta el cansancio. Por eso después dejar el canal ha recibido la propuesta para abrir otro, aunque aún no han confirmado los detalles.
Sabemos que perdimos esa ventana pero vamos a abrir muchísimas más", dijo por su parte Carla Angola al diario argentino La Nación. Ella acompañaba a Francisco "Kico" Bautista, conductor del popular programa de humor político y actualidad de Globovisión Buenas Noches.
La buena nueva para la salud de la libertad de expresión es que estos comunicadores no han bajado la bandera, a pesar de la represión y las afiladas hojas intentan cercenar la discrepancia en Venezuela.