Venezuela extendió parcialmente el cierre de su frontera con Colombia y ordenó la movilización de 3.000 efectivos militares para buscar en la zona a posibles contrabandistas y paramilitares, lo cual generó nuevamente un éxodo masivo de colombianos que residían en este país.
Después de que el lunes cerrara el paso Paraguachón, en el estado Zulia, Maduro agregó que se respetará el tránsito del pueblo Wayú o Guajiro, conformado por unos 600.000 aborígenes que habitan, desde hace miles de años, entre Colombia y Venezuela. El presidente venezolano dijo que había decidido, “luego de un diagnóstico exacto, para construir la nueva frontera, proceder al cierre del paso fronterizo de Paraguachón, en el estado Zulia".
Según Maduro, la medida busca "seguir avanzando en la liberación de delitos, criminales, paramilitares y contrabandistas", movilizando a 3.000 militares que se suman a los 2.000 que ya permanecen acuartelados. Junto a estas decisiones, el mandatario socialista decretó también el estado de excepción en tres municipios de Zulia, en los que se suspenden las garantías constitucionales.
La llamada "Operación Liberación del Pueblo (OLP)" que puso en marcha Maduro desde finales de agosto ha sido cuestionada por defensores de derechos humanos y líderes opositores, que han criticado un uso excesivo de la fuerza en los arrestos y desalojos llevados a cabo por militares encapuchados y fuertemente armados. En la frontera terrestre entre los dos países, de 2.219 kilómetros, es frecuente el contrabando y el paso de grupos armados ilegales de un lado a otro.
La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) cifró hoy en 1.467 los colombianos expulsados de Venezuela y en 18.619 los que han abandonado voluntariamente el país vecino. Colombia denuncia además que en las deportaciones se produjeron atropellos y violaciones a los derechos humanos, aunque Caracas ha negado las acusaciones.
Tanto el presidente venezolano Nicolás Maduro como el de Colombia, Juan Manuel Santos, han manifestado que están dispuestos a reunirse dónde sea y cuando el otro lo solicite, aunque aún no se ha anunciado ningún encuentro.