Ubican a Ángel Jesús Véliz Marcano con reos de alta peligrosidad, alerta su madre

Ángel Jesús Véliz Marcano, junto a su madre. (Foto: Facebook/Ailex Marcano)

Ángel Jesús Veliz Marcano, quien cumple una condena de seis años en la prisión de Kilo-8, en Camagüey, por su participación en las protestas populares del 11J, abandonó, a petición de su familia, la celda de confinamiento en la que pasó más de 70 días, pero su situación se tornó más complicada.

Las autoridades del penal ubicaron al preso político en el Destacamento seis, con reos comunes de alta peligrosidad, denunció este lunes a Radio Televisión Martí su madre, Ailex Marcano.

“Ángel Jesús ya hacía 78 días que estaba en esa celda de aislamiento. Ya me habían amenazado de que iba ser sacado, quisiera él o no, a los 90 días, de esa celda en solitario, y que, quizás, me lo trasladaran a Oriente", explicó la mujer.

Según Marcano, para evitar todo esto, su hijo decidió ceder: "Me dijo: ‘Mamá, ya estoy siendo reubicado en el destacamento número seis; no te preocupes, yo voy a estar bien, lo hago por ti, solamente por ti’", añadió.

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Madre de preso del 11J asegura que su hijo corre serios peligros

El único manifestante del 11 de julio preso allí, en el Destacamento número seis, es Veliz Marcano, "en un medio tan hostil, con los presos comunes, todos por hechos de sangre", señaló angustiada la madre del joven.

"En estos momentos, la vida de mi hijo Ángel Jesús Veliz Marcano corre peligro, ahora más que antes. Responsabilizo al gobierno cubano por la integridad física y mental de mi hijo”, enfatizó.

Mientras, en la prisión de Agüica, en Matanzas, se encuentra el preso del 11J Fidel García Hernández, quien cumple una condena de 14 años de prisión por los presuntos delitos de “atentado” y “desórdenes públicos”, tras su participación en las protestas populares en el municipio de Cárdenas.

García Hernández es un cuentapropista que trabajaba como transportista privado y se encuentra en pésimas condiciones y sin medicamentos en el penal, alertó su esposa Edney Cantero.

“Bueno, yo lo veo cada 45 días. La situación de él es pésima porque allí están pasando tremenda necesidad. La comida está malísima. Nosotros tenemos un niño de dos años que, con mi trabajo, me entra algo para la casa, pero no es suficiente, más todo lo que tengo que llevarle a él para Agüica. Estuvimos todos los días hablando de su papá", detalló Cantero.

"¿Por salir a la calle a gritar nada más, tantos años? Eso yo lo veo injusto”, sentenció la esposa de García Hernández.