Una gira de dos semanas llevó a la líder opositora birmana por varias ciudades estadounidenses
La líder de la oposición en Myanmar, Aung San Suu Kyi, finalizó su recorrido por los Estados Unidos en la ciudad de Los Angeles.
La Premio Nobel de la Paz hizo su última aparición pública el martes ante un grupo de miles de seguidores donde expresó su visión de un Myanmar democrático basado en la negociación y el compromiso.
El ícono de la oposición birmana Aung San Suu Kyi manifestó que su país debe buscar su "propia vía" hacia la democracia, al homenajear este martes a los países que ya han concretado esa transición, al término de un histórico viaje a Estados Unidos.
"Tenemos muchas lecciones que aprender (los países)" que conocieron una transición hacia la democracia, pero "debemos encontrar nuestra propia vía, porque los problemas de nuestro país, no son los mismos que los de otros países", declaró Aung San Suu Kyi ante varios miles de militantes reunidos en Los Angeles (California, oeste).
San Suu Kyi recibió durante su visita la medalla de oro que el Congreso de los Estados Unidos le otorgara en el 2008 cuando se encontraba bajo prisión domiciliaria, y se encontró con el presidente Barack Obama y la secretaria de Estado, Hillary Clinton.
La Premio Nobel de la Paz hizo su última aparición pública el martes ante un grupo de miles de seguidores donde expresó su visión de un Myanmar democrático basado en la negociación y el compromiso.
El ícono de la oposición birmana Aung San Suu Kyi manifestó que su país debe buscar su "propia vía" hacia la democracia, al homenajear este martes a los países que ya han concretado esa transición, al término de un histórico viaje a Estados Unidos.
"Tenemos muchas lecciones que aprender (los países)" que conocieron una transición hacia la democracia, pero "debemos encontrar nuestra propia vía, porque los problemas de nuestro país, no son los mismos que los de otros países", declaró Aung San Suu Kyi ante varios miles de militantes reunidos en Los Angeles (California, oeste).
San Suu Kyi recibió durante su visita la medalla de oro que el Congreso de los Estados Unidos le otorgara en el 2008 cuando se encontraba bajo prisión domiciliaria, y se encontró con el presidente Barack Obama y la secretaria de Estado, Hillary Clinton.