Suicidio de carretillero acosado por multas enciende alarma sobre "cacería de brujas" en sector privado en Cuba

Un carretillero en La Habana. AFP PHOTO / YAMIL LAGE

El lunes el carretillero Jorge Cachón Martínez de 25 años de edad, hombre humilde, que había vendido una pequeña casita en una zona rural, y luego invirtió el dinero para dedicarse a la venta de viandas y vegetales en el poblado de Guaro, en el municipio de Mayarí, provincia de Holguín, cometió suicidio.

Your browser doesn’t support HTML5

Reportaje de Tomás Cardoso


Se ahorcó en su modesta vivienda en la periferia del poblado, luego de dos multas por el monto de 7 mil pesos cubanos, impuestas por policías de la unidad local de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) durante el fin de semana, informa la activista de la organización opositora Corriente Martiana en el Territorio, Teresa Miranda Céspedes.

“Los plátanos, el policía llamado Alexis Góngora, se los decomisó y le puso una multa de 5 mil pesos, y al día siguiente Jorge estaba vendiendo tomates y entonces otro policía, Orisel Taboada Guerra, lo multó con 2 mil pesos más. Dice el muchacho que nos dio el testimonio, que al día siguiente de verlo vendiendo los tomates, el muchacho se ahorcó y fue enterrado el mismo lunes”, contó Teresa.

También en Mayarí, el campesino Osmel Ramírez Álvarez , calificó de trágico y muy lamentable el hecho.

“Asediado por esa multa tan alta, no todo el mundo soporta un golpe así, y sucesos como ese continuarán pasando”, concluyó Osmel.

Mientras que la Federación Latinoamericana de Mujeres Rurales (Sección Cuba), y la Liga de Campesinos Independientes de Cuba, emitieron un comunicado condenando lo ocurrido, y además denunciando el abuso de inspectores y policías con los carretilleros, en medio de la escasez de alimentos en el país.

El presidente de la Liga de Campesinos, Esteban Ajete Abascal dijo que “es un patrón a todo lo largo y ancho de la isla, son muchos los casos de represión en contra de los vendedores, y con multas abusivas”.

Desde Ciego de Ávila, el bicitaxista José Carlos Fernández, a quien no le renovaron su licencia y ahora es carretillero, señala que el gobierno los hostiga, mientras las placitas estatales estas totalmente desabastecidas.

Lee también "El pueblo no come planes", régimen reconoce incapacidad para proveer alimentos a la población

“En el clandestinaje estamos los carretilleros, tenemos que vender los alimentos escondidos, porque las multas oscilan entre 2 y 5 mil pesos”, apuntó José Carlos.

En Sancti Spíritus, el periodista independiente Adriano Castañeda, califica de “Cacería de Brujas”, el acoso en contra de estos vendedores de alimentos.

“Imagínese usted, un joven se suicida por recibir una multa, por llevarle alimentos al pueblo hasta las puertas de sus casas, y el estímulo del régimen es la represión, las multas y el decomiso”, afirmó el comunicador.

Desde Santa Clara, en la provincia de Villa Clara, el activista Guillermo del Sol, lamenta no haber conocido del caso previamente, para brindarle ayuda económica al joven y evitar el desafortunado desenlace.

“Los carretilleros en la ciudad están desaparecidos, operan ocultamente, porque las multas y los decomisos son increíbles. Mi respeto y mis condolencias para la familia de este muchacho, es doloroso, porque lo hubiéramos ayudado entre todos a pagar la multa y evitar esta tragedia”, expresó Del Sol.

Al cierre de este reportaje, en la mañana de este jueves, la activista Teresa Miranda Céspedes, quien divulgó la noticia del suicidio, reporta vigilancia policial en los alrededores de la casa de la familia del joven que se ahorcó.