Siete cubanos prófugos de la justicia de EEUU que viven en la isla

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El Servicio de alguaciles de los Estados Unidos, ofreció al diario floridano The Sun Sentinel detalles de cubanos que escaparon de la justicia estadounidense que se sabe están en la isla.

El Servicio de alguaciles de los Estados Unidos, ofreció al diario floridano The Sun Sentinel detalles de cubanos prófugos de la justicia estadounidense que se sabe están en la isla.

Aunque se desconoce el paradero de más de 500 cubanos buscados por el Servicio de Alguaciles de Estados Unidos, funcionarios federales presumen que de ellos unos 100 o 130 estarían en Cuba. El Sentinel asegura haber tenido documentación de la corte con la constancia de que otros 50 están sanos y salvos en la isla.

El diario ha publicado los nombres de siete ellos acusados de contrabando, falsificación de cheques, tráfico de cocaína e importación ilegal de aves.

Angel Pérez Robles de 39 años, acusado de fraude con tarjetas de crédito, lleva seis años huyendo de la justicia estadounidense. En los Estados Unidos estuvo preso durante tres años, luego que lo encontraron culpable de contrabando humano al traer cubanos a la Florida en una embarcación en el 2003. Cuatro años después fue arrestado y acusado de conspirar con un empleado de la tienda Macy del Dadeland Mall para usar números de tarjetas de crédito robadas en la compra de mercancías valoradas en más de $100000. Salió bajo fianza y para abril del 2008 había desaparecido. Las autoridades estadounidenses tuvieron noticias de que fue encarcelado en Cuba en el 2011.

Robin Carlos Pérez, de 42 años, acusado de posesión con intento de distribución de cocaína. Prófugo por 5 años. Fue detenido en diciembre del 2009 por una patrulla de carreteras cuando transportaba 40 kilogramos de cocaína junto a Rolando Morales Yanes. Fueron liberados bajo fianza y huyeron de Estados Unidos. Marzo del 2010 se emitió una orden de captura y Morales Yanes fue atrapado en junio de ese mismo año tratando entrar en Canadá, luego relató a las autoridades que se había fugado a México, luego viajó a Cuba, después a Chile y de ahí a Canadá. Morales Yanes dijo a las autoridades estadounidenses que Pérez estaba en Cuba y dio una localización general.

Eduardo Moreno, de 46 años, acusado de fraude al Sistema de salud. Prófugo por siete años. Llegó a Estados Unidos en 1997 y en el 2007 fue acusado de desfalcar al Medicare, reclutó a un cubano recién llegado a Estados Unidos para que firmara documentos y cheques de dos compañías falsas de equipos médicos en Coral Gables y en Miami. En tres meses las compañías facturaron al Medicare más de $3.8 millones y recibieron pagos de $77,000. Moreno supuestamente utilizó $10.000 para pagar el impuesto de ventas en un 2004 Rolls-Royce Phantom para su novia. Pagó una fianza de $250,000 y regresó a La Habana, donde se anuncia como DJ y tiene una compañía que abastece las bodas más exclusivas.

Yamile Domínguez, de 39 años, acusada de falsificación de cheques, huyó hace tres años. Fue arrestada en marzo del 2011 por inspectores del Servicio Postal. Salió bajo fianza y se refugió en Cancún, México. Estados Unidos emitió una orden de captura, pero antes de que el papeleo estuviera listo, tomó un vuelo a la isla.

José Angel Flores, de 50 Años. Contrabando de aves exóticas. Prófugo por 26 años. En abril de 1988, después de recibir una llamada de socorro, la guardia costera abordó un barco cerca del faro Sombrero Key que transportaba 293 pájaros en la cabina, incluyendo una guacamaya, 48 loros, un periquito bigotudo y 190 otras aves no identificadas. Los funcionarios también encontraron un recibo de motel de Cuba y varios souvenirs de la isla. Las autoridades lo acusaron de contrabando de fauna y flora. Pagó una fianza y salió de la cárcel pero no se presentó ante la corte. Dos décadas más tarde, el servicio de alguaciles de Estados Unidos recibió información de que estaba en Cuba.

Inocente Hernández Lores ha pasado la mitad de su vida como fugitivo, pues a sus 54 años lleva 27 huyendo de la justicia. Fue acusado en 1987 de distribución de marihuana, pero se dio a la fuga. Meses más tarde, en febrero de 1988, fue capturado por la Guardia Costera de Cuba a bordo de un barco de nombre “María” junto a otros traficantes, que transportaba 7.700 libras de marihuana y que las autoridades estadounidenses aprendieron. Permanece en Cuba desde 2012.

Junior Arce de la Cruz, de 39 años, acusado de contrabando de personas, prófugo desde hace seis años. En agosto de 2008, la Guardia Costera de Estados Unidos observó una lancha rápida aproximándose al Cayo Loggerhead, en el Parque Nacional Dry Tortugas, que dejó en tierra a 35 ciudadanos cubanos, de acuerdo con la denuncia penal. Un jurado lo acusó de tráfico de personas; salió bajo fianza, pero no se presentó a la corte un mes después. El año pasado, un familiar suyo informó a la policía de EEUU que Arce había regresado a Cuba y proporcionado a las autoridades el número de teléfono de su madre en Pinar del Río. Los agentes estadounidenses llamaron y hablaron con él e intentaron convencerlo de regresar a Estados Unidos donde volvería a ver a su hijo de 10 años. Arce de la Cruz pidió algo de tiempo para pensarlo. Semanas más tarde, cuando las autoridades estadounidenses consiguieron su número de celular y lo llamaron, descubrieron que trabajaba en Cuba como taxista. El fugitivo les dijo entonces que temía cruzar el Estrecho de la Florida de nuevo y se negó a "subirse a un avión y volar de vuelta a Miami y rendirse".