Primer día de compras en dólares y con la PNR controlando las colas (FOTOS)

Policías cuidan las colas mientras los cubanos compran en dólares.

Cuba abrió este lunes tiendas que comercializan en monedas extranjeras y eliminó el gravamen al dólar estadounidense, profundizando un proceso de captación de divisas fuertes para hacer frente a la crisis económica, fundamentalmente con el dinero que mandan los exiliados a sus familiares en la isla.

El líder opositor Manuel Cuesta Morúa catalogó la jornada como la reinstalación del apartheid económico, y consideró la medida como una ignomia nacional.

En la capital cubana, largas colas se formaron desde horas tempranas de la mañana en una media docena de comercios dedicados a la venta de alimentos y productos de aseo bajo esta nueva modalidad, constató la AP en un recorrido.

La mercancía ofertada se paga mediante tarjetas nacionales o extranjeras con respaldo en monedas duras --no se acepta efectivo--, incluyendo las de operadoras como Visa o Mastercard.

En las góndolas de la nave gigante de la tienda de Camagüey y Boyeros, en la capital, por ejemplo --que siempre se usó como comercio minorista-- se colocaron productos faltantes en los almacenes de moneda nacional: detergentes, picadillos de pollo, carne de res o conservas enlatados.

La agencia española de prensa EFE constantó en un video las largas filas de habaneros para adquirir en dólares los productos de primera necesidad que se ven en las tiendas desde este lunes.

“Lo veo bien para un momento crítico que hay en el país con la comida, hay de todo ahí”, comentó a la AP Lenon Fernández, un emprendedor de 32 años que fue de compras al centro comercial de Calle 70.

El opositor cubano José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba, (UNPACU), publicó en su cuenta de Twitter la foto de una tienda en el oriente de Cuba llena de productos de primera necesidad que habían desaparecido de los establecimientos comerciales de la isla.

También publicó imágenes de las colas que se formaron a horas tempranas del día en Santiago de Cuba, mostrando la aglomeración de personas sin mascarillas.

La situación económica desfavorable en la isla tiene como factor las ineficiencias internas de un sistema socialista, incluyendo un crecimiento del Producto Interno Bruto cercano a cero, la falta de productividad y la tendencia a importar más que a producir. Ahora, además, la pandemia dejó a la isla sin los ingresos de turismo y recortó el envío de remesas, dos rubros claves. El resultado fueron largas colas y exasperación por la carencia de alimentos.

Estas nuevas tiendas se suman a un proceso de dolarización del comercio minorista que comenzó a finales de 2019, cuando se abrieron bajo la modalidad de venta en divisas extranjeras para electrodomésticos. El efecto fue un incremento del precio del billete verde en el mercado negro, dado que los bancos tampoco ofrecían dólares.

Desde 2004, cuando se retiró el dólar de las calles, estaba prohibido realizar cualquier transacción en monedas que no fueran las emitidas por Cuba.

La modalidad de venta en divisas extranjeras para alimentos y bienes de aseo fue anunciada la semana pasada por el dictador designado, Miguel Díaz-Canel, como una manera desperada de obtener ingresos y contribuir al abasto de la población.

El régimen comunista dijo que mantendrá las tiendas en pesos convertibles o CUC --oficialmente en paridad con el dólar- y en pesos cubanos --24 por un CUC-, las otras dos monedas circulando en la isla.

Las autoridades cubanas se resisten a los cambios aperturistas --pese a un tímido proceso iniciado por el dictador Raúl Castro en 2010-- alegando que supuestamente desean limitar los efectos negativos de la desigualdad o el incremento de sectores vulnerables.

También entró en efecto este lunes la eliminación del gravamen del 10% sobre la utilización del dólar circulante vigente desde 2004. Es decir, cuando cualquier persona cambiaba 10 unidades de billete verde por CUC para comprar en el mercado local, recibía el valor de 9.

Agrupaciones defensoras de derechos humanos como el Observatorio Cubano de DDHH, con sede en Madrid, declararon que la eliminación del impuesto del 10% es positivo, pero los cubanos más vulnerables no tienen dólares.

(Con información de agencias de prensa y las redes sociales)