El Instituto Internacional de Artivismo Hannah Arendt, INSTAR, denunció por segunda vez en junio el acoso por parte de un grupo de personas que visitaron la sede de la entidad para exigir hablar con la artista y activista Tania Bruguera, directora de INSTAR.
Pero a diferencia de la vez pasada, al menos cuatro agentes de la Seguridad del Estado estaban cerca del Instituto, el cual está ubicado en la calle Tejadillo de Habana Vieja.
“Denunciamos el uso reiterado de esta metodología organizada por la Seguridad del Estado cubano en la que usa a ciudadanos comunes para intimidar a los activistas”, se lee en un post de la página de Facebook de INSTAR.
En un video publicado por el Instituto se ve cómo el grupo de personas exige a la coordinadora de la entidad, la artista plástica Camila Lobón, junto a la curadora de arte Carolina Barrero y la poetisa Katherine Bisquet, a que llamen a Bruguera para "conversar" con ella.
Sin embargo, las tres artistas, al ver que un agente de la Seguridad del Estado que se hace llamar “Darío” estaba cerca de las instalaciones, salieron a señalarlo públicamente. El hombre, al verse expuesto, corrió a esconderse.
“Así anda la SE (Seguridad del Estado), manipula la opinión de ciudadanos que nos desconocen, los envían a acosarnos, permanecen escondidos y si los descubres corren a esconderse”, escribió Lobón al narrar los hechos en Facebook.
Las artistas aseguran que el plan de las autoridades con este tipo de acto de repudio es “hacer que parezca espontáneo cuando en realidad es un operativo orquestado”.
Lee también Instituto Internacional de Artivismo "Hannah Arendt" denuncia acto de repudioBruguera informó que regresando a su vivienda vió al represor comiendo pizza. Al ver que fue reconocido, volvió a esconder. "Al reconocerlo Katy, el agente Darío salió huyendo de nuevo en este carro verde a toda velocidad.", dijo la activista.
Por su parte, Barrero dio a conocer horas más tarde que se encuentra incomunicada, pues su línea de teléfono fue cortada. “Denuncio las constantes cortes de Internet y teléfono que la DSE instrumenta contra los ciudadanos como método de represión y castigo”.