PCC advierte a periodistas contra política de Obama

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Orlando Ortega salió del carril número 5 y ganó en los 60 metros vallas de la reunión de atletismo en pista cubierta de Torun (Polonia), el viernes, 10 de febrero, con un tiempo de 7 segundos y 48 centésimas, que es un nuevo récord de España.

Las advertencias de no ser demasiado optimistas llegan en el primer aniversario del anuncio de recuperación de relaciones EEUU-Cuba. Apuntan que "la intención expresa de destruir la revolución nunca cambiará".

"Hay cosas que nunca cambian". Con ese título el Partido Comunista de Cuba (PCC) insta a los medios de prensa oficiales a no descuidar el mensaje ideológico que desde 1959 han dirigido a los cubanos.

En el primer año desde el anuncio de reanudación de las relaciones diplomáticas EEUU-Cuba, los funcionarios castristas han insistido en que la política estadounidense ha variado los métodos pero no el objetivo de subvertir el sistema socialista.

Este miércoles, el diario oficial Vanguardia, de Villa Clara, va más lejos en el asunto al reportar la conferencia ofrecida a periodistas por una profesora de la escuela provincial del Partido Comunista Carlos Baliño.

"Ni optimistas ni ingenuos hemos de andar los cubanos, ante el capítulo que se abrió el pasado 17 de diciembre con el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos", cita el periódico a Lizbeth García, profesora que dicta
cursos obligatorios a los militantes del Partido Comunista.

"Ni confiarnos del discurso de los gobernantes de la nación norteamericana sobre empoderamiento del pueblo o beneficios políticos para este, porque la intención expresa de destruir la revolución nunca cambiará", agregó.

La prensa en Cuba, controlada por el Partido Comunista, ha sido clave en la defensa de las posiciones oficiales en su enfrentamiento ideológico contra Estados Unidos, a quien culpa de la crisis económica en la que está sumida la isla desde hace décadas. El Gobierno cubano concibe los medios de prensa como una trinchera contra las "campañas mediáticas" de sus "enemigos", que critican la falta de libertad de prensa en la isla.

El diferendo político entre La Habana y Washington ha sido utilizado como argumento para frenar una deseada apertura de los medios. Los problemas internos de Cuba no suelen publicarse por la política dictada por el Departamento Ideológico del Comité Central, que dirige la censura.

El periódico Vanguardia publica que la profesora "demostró" con hechos históricos durante su conferencia a periodistas que desde la Administración de Eisenhower hasta la de Obama se ha mantenido el objetivo pero que han cambiado las tácticas para ejecutarlo.

"Ahora estamos viendo un soft power para 'defender' los derechos y libertades de los ciudadanos cubanos, pero con el que en realidad pretender fomentar la oposición interna al Gobierno, y para ello apelan al desmontaje de la historia, como recurso esencial", dijo García en la conferencia titulada "Las relaciones Cuba-Estados Unidos: de la historia a los desafíos futuros".

El reporte de Vanguardia aludió a una entrevista a Fidel Castro en 1992, en la que dijo al nicaragüense Tomas Borge que Cuba está más preparada para enfrentar una política de agresión que para una política de paz.

Los periodistas que asistieron a la conferencia, manifestaron "la necesidad de propiciar el intercambio de las personas con sus representantes políticos y gubernamentales, el aprovechamiento de los espacios de participación ciudadana y potenciar la confianza en los jóvenes", según el periódico.

En los últimos años, periodistas cubanos y hasta el propio Raúl Castro han pedido un giro en el periodismo que se hace en la isla. Pero poco se ha visto debido, en parte, a que las políticas informativas dictadas desde el Comité Central continúan controlando los contenidos y modos de hacer de la prensa.

Un congreso de la oficial Unión de Periodistas de Cuba abogó sin éxito en el 2013 por cambios en los medios y arremetió contra los enfoques triunfalistas. Algunos participantes incluso instaron a que la prensa fuera incluida dentro del plan de reformas económicas que ha otorgado mayor autonomía a las empresas estatales y potenciado el trabajo privado.