Al igual que hiciera su predecesor Benedicto XVI hace cinco años, éste abogó por la libertad religiosa, "que es un derecho humano fundamental y que espero firmemente sea tenido en gran consideración en todo Medio Oriente y en el mundo entero”.
En la primera etapa de su viaje de tres días a Tierra Santa el papa Francisco pidió una salida "pacífica" a la crisis de Siria y una "solución justa" al conflicto entre Israel y Palestina.
En el palacio Real Al Husseini de Ammán y ante las autoridades del reino de Jordania con el rey Abdalá II y su familia presentes, el Papa manifestó que "es necesario y urgente encontrar una solución pacífica a la crisis siria, además de una justa solución al conflicto entre israelíes y palestinos", Añadió también: "constato con dolor que sigue habiendo fuertes tensiones en la región medio-oriental”.
En un país que acoge a miles de refugiados palestinos, iraquíes y de otras zonas en conflicto, Francisco agradeció a las autoridades de Jordania esta labor humanitaria, especialmente con Siria, "destruida por un conflicto que está durando demasiado tiempo", dijo. Al igual que hiciera su predecesor Benedicto XVI hace cinco años, éste abogó por la libertad religiosa, "que es un derecho humano fundamental y que espero firmemente sea tenido en gran consideración en todo Medio Oriente y en el mundo entero”.
Sus palabras también aludieron a las persecuciones de cristianos en la región, reclamando la liberad para "manifestar públicamente la propia creencia”. En un discurso pronunciado en italiano, el papa también saludó a la comunidad musulmana de este modo: "Aprovecho la ocasión para renovar mi profundo respeto y consideración a la comunidad musulmana y expresar mi reconocimiento por el liderazgo que su majestad el rey ha asumido para promover un entendimiento adecuado de las virtudes proclamadas por el Islam y la serena convivencia entre los fieles de las diversas religiones".
El papa se acompaña de un rabino y un musulmán
Durante este viaje, Francisco está acompañado por un rabino y un profesor musulmán, amigos y compatriotas suyos, en una elección personal como gesto de tolerancia y diálogo entre las tres religiones monoteístas. Con un saludo "lleno de afecto a las comunidades cristianas" que habitan en Jordania desde "los tiempos apostólicos" trató de acercarse a todos los grupos religiosos de la zona.
Debido al papel de interlocutor del mundo islámico de Jordania, esta escala está cargada de importancia, pues el país ejerce una suerte de mediador para la paz en la zona. Además de haber evitado las convulsiones de la 'primavera árabe', su amplia comunidad cristiana -unas 250.000 personas entre católicos y ortodoxos- conviven en cierta armonía con el resto de religiones.
Como continuación de su viaje, el papa celebrará en la tarde una homilía en el Estadio de Ammán con un mensaje de paz y diálogo a la región ante cientos de refugiados. 1.400 niños recibirán además la primera comunión durante este acto. Después, Francisco se trasladará al río Jordán donde bendecirá sus aguas, como hicieron Juan Pablo II (2000) y Benedicto XVI (2009) antes.
Más tarde y desde Betania, a unos 35 kilómetros al oeste de Ammán y donde según la tradición fue bautizado Jesús por San Juan Bautista, niños huérfanos y víctimas de la guerra civil en Siria tendrán un encuentro con él y le trasladarán sus testimonios. El domingo se desplazará en un helicóptero militar jordano a la ciudad palestina de Belén, donde se reunirá con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abas, y oficiará una misa para 8.000 personas en la plaza del pesebre.
En el palacio Real Al Husseini de Ammán y ante las autoridades del reino de Jordania con el rey Abdalá II y su familia presentes, el Papa manifestó que "es necesario y urgente encontrar una solución pacífica a la crisis siria, además de una justa solución al conflicto entre israelíes y palestinos", Añadió también: "constato con dolor que sigue habiendo fuertes tensiones en la región medio-oriental”.
En un país que acoge a miles de refugiados palestinos, iraquíes y de otras zonas en conflicto, Francisco agradeció a las autoridades de Jordania esta labor humanitaria, especialmente con Siria, "destruida por un conflicto que está durando demasiado tiempo", dijo. Al igual que hiciera su predecesor Benedicto XVI hace cinco años, éste abogó por la libertad religiosa, "que es un derecho humano fundamental y que espero firmemente sea tenido en gran consideración en todo Medio Oriente y en el mundo entero”.
Sus palabras también aludieron a las persecuciones de cristianos en la región, reclamando la liberad para "manifestar públicamente la propia creencia”
Sus palabras también aludieron a las persecuciones de cristianos en la región, reclamando la liberad para "manifestar públicamente la propia creencia”. En un discurso pronunciado en italiano, el papa también saludó a la comunidad musulmana de este modo: "Aprovecho la ocasión para renovar mi profundo respeto y consideración a la comunidad musulmana y expresar mi reconocimiento por el liderazgo que su majestad el rey ha asumido para promover un entendimiento adecuado de las virtudes proclamadas por el Islam y la serena convivencia entre los fieles de las diversas religiones".
El papa se acompaña de un rabino y un musulmán
Durante este viaje, Francisco está acompañado por un rabino y un profesor musulmán, amigos y compatriotas suyos, en una elección personal como gesto de tolerancia y diálogo entre las tres religiones monoteístas. Con un saludo "lleno de afecto a las comunidades cristianas" que habitan en Jordania desde "los tiempos apostólicos" trató de acercarse a todos los grupos religiosos de la zona.
Debido al papel de interlocutor del mundo islámico de Jordania, esta escala está cargada de importancia, pues el país ejerce una suerte de mediador para la paz en la zona. Además de haber evitado las convulsiones de la 'primavera árabe', su amplia comunidad cristiana -unas 250.000 personas entre católicos y ortodoxos- conviven en cierta armonía con el resto de religiones.
El papa Francisco junto al rey Abdalá de Jordania.
Esta es una circunstancia que no se da con los cristianos en Medio Oriente, que sufren graves ataques. Representan actualmente el 2% de la población, cuando hace medio siglo eran el 10%, según la página católica Religión Digital.Como continuación de su viaje, el papa celebrará en la tarde una homilía en el Estadio de Ammán con un mensaje de paz y diálogo a la región ante cientos de refugiados. 1.400 niños recibirán además la primera comunión durante este acto. Después, Francisco se trasladará al río Jordán donde bendecirá sus aguas, como hicieron Juan Pablo II (2000) y Benedicto XVI (2009) antes.
Más tarde y desde Betania, a unos 35 kilómetros al oeste de Ammán y donde según la tradición fue bautizado Jesús por San Juan Bautista, niños huérfanos y víctimas de la guerra civil en Siria tendrán un encuentro con él y le trasladarán sus testimonios. El domingo se desplazará en un helicóptero militar jordano a la ciudad palestina de Belén, donde se reunirá con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abas, y oficiará una misa para 8.000 personas en la plaza del pesebre.