Cubanos en Panamá temen estratagema del gobierno para deportarlos

  • Lizandra Díaz Blanco

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Cubanos varados en Panamá buscarían modo de legalizarse en ese país

Un alto oficial panameño se reunió con 69 cubanos varados en un campamento militar de la localidad de Lajas Blancas para informarles de su traslado a un albergue de Inmigración, con limitación de libertad.

Un alto oficial de Inmigración de Panamá comunicó a un grupo de cubanos varados en un campamento militar de Lajas Blancas que serían reubicados a un albergue de la capital, pero los migrantes temen que se trate de una estratagema para deportarlos a Cuba.

“Él nos quiere hacer firmar un papel casi prácticamente obligado, que no nos deja ni mirar. Nosotros no tenemos a nadie que nos represente, nosotros no sabemos las leyes que hay en Panamá. ¿Cómo vamos a firmar un papel a ciegas, que no sabemos lo que dice? Nosotros, ninguno de los que estamos aquí, queremos ir para Cuba”, dijo a Martí Noticias Yudisleidys Vordagues.

El jefe de Inmigración panameño, identificado como teniente Ortega, se reunió con los 69 cubanos ubicados en este campamento militar en la selva panameña, para informarles de su traslado a la capital hacia un albergue de Inmigración, con limitación de libertad.

El teniente Ortega les informó además que serían evaluados por funcionarios del servicio de Inmigración para determinar si son elegibles para la residencia en ese país.

No obstante, los cubanos allí se mantienen escépticos, pues hace varias semanas las autoridades panameñas hicieron algo similar con un pequeño grupo, y en lugar de ser procesados, fueron deportados.

“El viene aquí diciendo que nos va a hacer unos documentos, como mismo se llevó engañadas a dos muchachas, de que nos van a hacer los trámites de 6 meses a dos años. Cuando llegan a Inmigración es con orden de deportación”, dijo Ilearsy Muñoz, otra de las migrantes.

La cubana Aliuska Cardoso, apoyada por un grupo de cubanos que la rodeaban, agregó que quieren transparencia y respeto en el modo en que se les trata.

“Nosotros queremos que si nos toca deportación, que no nos engañen más, que a pesar de que seamos migrantes tenemos derechos, y queremos que nuestros derechos se nos respeten, porque nosotros [llevamos 58 días] aquí en Panamá y estamos respetando sus leyes”, dijo Cardoso.

A sus reservas se suman las recientes declaraciones del director del Servicio Nacional de Migración (SNM) de Panamá, Javier Carrillo, quien reiteró la voluntad de esa agencia proceder con la deportación de toda persona que se halle en el país de manera irregular.

"Si no se retiran voluntariamente, los 400 cubanos que aún permanecen en albergues de la Iglesia Católica, la población fronteriza de Lajas Blancas y el SNM, serán devueltos a su país de nacimiento, lo que es obligatorio, no voluntario", dijo Carrillo.

"El que no se quiera acoger, tendremos que aplicarle la ley. Hay algunos que de manera voluntaria están acogiéndose a la deportación. No podemos permitir que el país se convierta en centro de acopio de indocumentados", insistió.

El funcionario recordó que México y Estados Unidos deportan a los cubanos indocumentados, por tanto no tiene sentido que pasen o permanezcan en su territorio.

Algunos de los migrantes cubanos a los que la eliminación de la política de “pies secos/pies mojados” les sorprendió en Panamá, han solicitado asilo a través de la Oficina Nacional para la Atención de los Refugiados (ONPAR).

Los migrantes recuerdan que el presidente panameño Juan Carlos Varela, a principios de febrero, dijo que su gobierno podría buscar alternativas a los cubanos que deseen radicarse en el país.

Carrillo indicó que el SNM se subordina a la decisión que la ONPAR, pero agregó: "No hago juicios de valor, porque no es mi tema, pero me parece muy extraño que alguien se declare perseguido y salga legal (de su país) por un aeropuerto; eso no suena lógico".

Panamá y Cuba firmaron un memorando de entendimiento durante su IV Ronda de Conversaciones Migratorias, en La Habana, entre los días 28 de febrero y 1 de marzo. El acuerdo estuvo enfocado en la deportación de los cubanos, según destacó en ese momento el propio Carrillo.

Cinco días después, el director del SNM explicó que habían comenzado las deportaciones antes de la firma del memorando, como un gesto de buena fe. “Deportamos a más de 25 y tenemos otros 24 o 25 en un albergue del SNM, en espera de la deportación”, indicó el funcionario, que aclaró que Panamá no distingue nacionalidades.

De acuerdo a estadísticas del Servicio Nacional de Migración, en la actualidad se encuentran en territorio panameño unos 500 cubanos: 383 están alojados en la Pastoral Social Cáritas, en ciudad de Panamá; 92 en la población de Lajas Blancas, en la provincia de Darién, y 24 en un albergue de Migración.

(Con la colaboración del periodista Ricardo Quintana)