Mesa-Lago toma de nuevo el pulso a las reformas raulistas

  • martinoticias.com

El profesor emérito de la Universidad de Pittsburgh, Pennsylvania, Carmelo Mesa-Lago.

En entrevista con Diario Las Américas, el prestigioso economista analiza someramente por qué no han cumplido sus objetivos, y el costo que infligen a la sociedad cubana.
El economista cubanoamericano Carmelo Mesa Lago actualiza su visión de las reformas económicas y sociales emprendidas por el régimen de Raúl Castro en Cuba, durante una entrevista con Diario Las Américas publicada este sábado.

En la conversación con el subdirector del periódico miamense, Wilfredo Cancio Isla, a propósito de la candidatura del académico en la categoría de Ciencias Socialesal prestigioso premio español Príncipe de Asturias, Mesa-Lago reitera la conclusión de su libro Cuba en la era de Raúl Castro no han cumplido sus objetivos.

Aunque las reformas “son las más avanzadas bajo la revolución, están correctamente orientadas hacia el mercado, y son racionales y necesarias”, están al mismo tiempo “lastradas por excesivas regulaciones, impuestos y trabas, por lo cual no han logrado hasta ahora aumentar el crecimiento económico y la producción agrícola”.

En ese sentido la meta del gobierno de despedir 1.8 millones de empleados estatales innecesarios no se ha podido cumplir, debido –explica-- a la insuficiente expansión del sector no estatal (usufructuarios de tierras, trabajadores por cuenta propia, cooperativas no agropecuarias).

A continuación, el profesor emérito de la Universidad de Pittsburgh, cuya principal rama de especialización económica es la seguridad y protección social en América Latina, se extiende sobre los efectos sociales de la llamada “actualización” del modelo.

Mesa-Lago revela que a pesar de los aumentos del salario nominal (remuneración que recibe el trabajador por su trabajo), el salario real en Cuba (salario nominal relacionado con el índice de precios al consumidor) ha caído 72% desde 1989.

Paralelamente, "al costo de agravar la situación social, se han suprimido muchas gratuidades costosas y se ha reducido la canasta familiar de productos subsidiados por el racionamiento. Los gastos de salud se han recortado, y hay un deterioro en el acceso y la calidad de esos servicios.

En la educación, se han cerrado programas educativos ineficientes y mejorado la matrícula en carreras clave, lo cual el experto considera positivo.

En materia de pensiones, opina que la reforma era necesaria, "pero no ha logrado reducir el déficit sufragado por el fisco, y la pensión real cayó 50%".

Mesa-Lago considera el fin de la prohibición de la compraventa de viviendas en Cuba una medida acertada, pero apunta que las ventas sólo llegan al 7% del fondo habitacional, mientras que la construcción estatal de viviendas bajó.

Aunque "la asistencia social es clave para paliar los efectos adversos de las reformas", ésta --afirma el especialista-- "se ha reducido sustancialmente".

Mesa-Lago evalúa varias de las más recientes medidas (Zona Especial de Desarrollo del Mariel, primeros pasos hacia la unificación de la moneda, reforma de precios, y nueva ley de inversión extranjera) las más importantes hasta ahora, pero se abstiene de evaluarlas hasta ver sus resultados.

En su respuesta a una pregunta acerca de cuáles son los países al sur del Río Bravo que han avanzado más y por qué, Mesa-Lago ofrece una de las posibles claves de la infecundidad de las reformas en Cuba:

“Los países más avanzados” –dice—“son aquellos que han combinado desarrollo económico, con equidad social dentro de un sistema democrático, entre ellos, Chile, Costa Rica, Brasil, Uruguay y más recientemente Panamá y Perú".

"Los países en peor estado son los que han instaurado sistemas con total o excesivo control estatal de la propiedad y la economía, que anula el incentivo individual indispensable para progresar, y con regímenes autoritarios o totalitarios”.

A propósito de su nominación al Príncipe de Asturias

El portal Cubaencuentro publicó el pasado 25 de abril una extensa reseña de la obra del intelectual cubano.

Carmelo Mesa-Lago es experto fundamentalmente en cuatro campos de conocimiento: economía de la seguridad social; sistemas económicos comparados y desarrollo; economía, política social e historia económica de Cuba y estudios latinoamericanos. En todos ha hecho aportes fundamentales.

La economía de la seguridad social tiene que ver con los sistemas de pensiones, la sanidad, asistencia y protección social y los programas contra la pobreza. Mesa-Lago, considerado “el maestro de la seguridad social en América Latina”, ha publicado 60 libros y monografías, así como 150 artículos científicos y capítulos de libros en dicho campo.

Fue pionero en la aplicación de técnicas de ciencias sociales a la seguridad social, ha creado metodologías innovadoras y enfoques comparativos, generado series estadísticas normalizadas (únicas en la región); diseñado taxonomías para clasificar las reformas de pensiones y sanidad y construido indicadores para evaluar sus efectos en los principios de la seguridad social.

En lo que respecta a los sistemas económicos comparados, ha publicado 4 libros y 14 artículos y capítulos que han revitalizado la teoría de desarrollo, acuñado una nueva metodología para contrastar las políticas y evaluar los resultados de modelos socioeconómicos diversos, con un arsenal de estadísticas normalizadas y un nuevo Índice de Desarrollo Socio Económico (elogiado como superior a los indicadores del Banco Mundial y el PNUD), en los cuales demuestra que los países más exitosos son los que combinan el crecimiento con la equidad y democracia.

Reconocido como el “decano de estudios cubanos”, ha escrito 26 libros y monografías y 129 artículos y capítulos sobre la economía, la política social y la historia económica de esa nación. Su obra es mundialmente elogiada por su rigor científico, objetividad y elevación del nivel del análisis y el debate, a par de construir puentes con economistas y otros científicos sociales en Cuba.

Para más información lea Un cubano universal
publicado por Alejandro Armengol en Cubaencuentro.