Por otra parte, el Directorio Democrático Cubano, con sede en Miami, negó las acusaciones del Gobierno de Cuba de vincularlo a la operación con los mexicanos.
René Bolio, ex congresista mexicano, negó informaciones de la televisión cubana que lo acusan de estar detrás de una red que envió a ocho mexicanos para activar protestas en la isla durante la visita del papa Benedicto XVI en marzo.
"Desde hace 20 años trabajo contra el régimen cubano, apoyando desde México muchas cosas a favor de los derechos humanos y las libertades, pero de ahí a que ya me involucren en ese tipo de cosas, pues no", afirmó Bolio a la prensa mexicana.
La Habana dijo la noche del martes que ocho mexicanos ingresaron a la isla para provocar desórdenes con motivo de la visita papal, realizada del 26 al 28 de marzo.
Cuatro de ellos fueron detenidos y deportados entre el 17 y el 24 de ese mes, mientras que los otros cuatro lograron salir del país.
Los mexicanos debían contactar y entregar material de propaganda a activistas y blogueros opositores.
Por otra parte, el Directorio Democrático Cubano, con sede en Miami, negó las acusaciones del Gobierno de Cuba de vincularlo a la operación con los mexicanos.
El grupo de exiliados alertó a la comunidad internacional sobre el peligro que se "cierne sobre los miembros de la resistencia en Cuba".
El secretario general de la organización, Orlando Gutiérrez-Boronat, dijo que el régimen de La Habana "quiere encubrir el asesinato de Oswaldo Payá y Harold Cepero con una campaña de mentiras y ataques contra la solidaridad internacional con aquellos que luchan por el cambio democrático en Cuba".
Agregó que el régimen ha iniciado un plan de "exterminio y violencia contra las voces que dentro de Cuba se levantan para pedir libertad y derechos humanos para el pueblo", en referencia a la muerte de Payá.
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Rechaza dirigente político mexicano acusaciones del Gobierno de Cuba
