Colombia alberga 1.4 millones de venezolanos que han huído tras la situación que aqueja a su país. Tanto refugiados como migrantes y los mismos colombianos tienen necesidades básicas insatisfechas, incluído el acceso a alimentos, atención médica básica, alojamiento y documentación.
El aumento de la población incrementa la demanda de servicios en un país que no posee los recursos para afrontar la crisis migratoria venezolana, ya que sobrepasa la capacidad de las autoridades locales para ayudar a la población en necesidad.
Según cifras de migración, en Colombia se encuentran 1.408.055 venezolanos, de los cuales 742.390 se encuentran en situación regular, es decir, cuentan con un permiso especial de permanencia (PEP).
Los venezolanos en situación irregular, sin permiso de permanencia o ingreso sin autorización al país cafetero son 665.665. Estos datos han sido registrados hasta el 30 de junio del presente año por Migración Colombia.
PERMISO ESPECIAL DE PERMANENCIA EN COLOMBIA
Según Christian Krüger, director general de Migración Colombia, durante los últimos meses más del 70% de los venezolanos han renovado el PEP, y se encuentran trabajando, mientras que el 54% se han afiliado al sistema de seguridad social.
"Como país hemos tenido que afrontar la segunda crisis migratoria más grande del mundo, después de Siria. Una crisis que es el resultado de las políticas de expulsión implementadas por una dictadura que hace años robó el poder en Venezuela y que en la actualidad ha llevado a que más de un millón cuatrocientos mil venezolanos se radiquen en Colombia, en busca de un futuro que no tendrían en su país”, indicó Krüger.
También ratificó el trabajo del gobierno colombiano por tratar de normalizar la crisis venezolana dentro del país. “Dentro de este ejercicio el Gobierno Nacional no sólo ha flexibilizado la normatividad migratoria, sino que ha buscado estrategias para que esta población haga parte activa de la vida productiva del país".
Hoy podemos decir que más de 600 mil venezolanos están regularizados en Colombia gracias a esta medida, que muchos de ellos vienen trabajando y afiliándose al sistema de Seguridad Social, dejando así de ser una carga para el Estado Colombiano", afirmó en un comunicado.
Durante la última semana de agosto Krüger dijo que "más de 11 mil ciudadanos venezolanos realizaron el proceso de control migratorio en Rumichaca”, paso fronterizo desde Ecuador hacia Colombia.
El director también señaló que la presencia de oficiales de su oficina aumentó un 30% en el puesto de control de Rumichaca ante la decisión de Ecuador de exigir visa a los venezolanos.
"Siguiendo las instrucciones de nuestro Presidente @IvanDuque nuestro Canciller @CarlosHolmesTru y trabajando de la mano con @MinSaludCol estamos aquí para coordinar acciones con los países de la región para la atención de la migración venezolana", Director @MigracionCol pic.twitter.com/pKy5loKIc6
— Migración Colombia (@MigracionCol) August 26, 2019
Según el director, en Colombia se “respetan las decisiones de cada país, pero insistimos en que imponer medidas drásticas como las visas o llegar a cerrar una frontera, no es la solución para atender una población que está muriendo de hambre, que está padeciendo necesidades”.
Además dijo que este tipo de medidas incentivan la irregularidad y el cruce de migrantes por pasos no autorizados, así como la corrupción.
"La única forma de atender esta crisis migratoria ha sido trabajando unidos como país. Hoy estamos acá apoyando a @MinSaludCol así como durante los últimos 4 años ellos lo han hecho con los miles de venezolanos que cruzan la frontera", Director de @MigracionCol pic.twitter.com/cPCrRMzTsl
— Migración Colombia (@MigracionCol) August 26, 2019
En el Departamento de Antioquia existe una buena recepción a los ciudadanos del vecino país debido a la organización de las autoridades locales frente al tema.
Sin embargo, Toni Vitola, vicepresidente de la Colonia de Venezolanos en Colombia (Colnvenz) asegura que muchos de sus compatriotas volverán a su país cuando cambie la situación.
VENEZOLANOS EN COLOMBIA
La crisis venezolana ha obligado a familias enteras a migrar a diferentes países de Latinoamérica, con el fin de buscar un mejor futuro para sus familias.
Este es el caso de Miguel Angel Rojas en Medellín, un jefe de almacén de una ferretería siderúrgica en Maracai, estado de Aragua, quién "tenía un trabajo estable" y una vida tranquila en su país.
"Antes que yo decidiera venirme para acá, Maduro ya tenía cinco años en el poder, todo se volvió un caos, ya no hay nada en Venezuela, no podíamos seguir aguantando hambre, así que tuvimos que salir y Colombia era el lugar más cercano".
Rojas cuenta que llegó inicialmente a Medellín con 1.000 pesos colombianos. "Ahí conocí un señor que nos daba comida y nos dejaba quedarnos. Después conseguí trabajo como albañil".
Medellín es una ciudad con una población de 2.159.243 habitantes; al ver que la situación no era tan fácil en la capital antioqueña Rojas decidió irse para un pueblo llamado Santafé de Antioquia.
La familia de Miguel Angel ya se había separado hace algún tiempo debido a que la crisis se estaba encrudeciendo, así que Rojas salió en busca de su hijo hacia Colombia.
Muchos inmigrantes salen por la frontera con Cúcuta, y según indicó Miguel Angel "es muy peligrosa hay mucha mafia, yo me vine sin pasaporte, todo fue muy díficil".
Según algunas personas entrevistadas que no quisieron ser identificadas, durante las caminatas al cruzar la frontera, grupos al margen de la ley asedian a los inmigrantes para traficar drogas.
¿QUE OPINAN LOS COLOMBIANOS?
Aunque muchos deciden ayudar a los venezolanos y a sus familias, que encuentran en las calles de Medellín su hogar, otros no ven esta migración con buenos ojos.
Este es el caso de Walter de Jesús Yepes, un taxista que asegura que la "mayoría de venezolanos que están en su ciudad son jóvenes, las personas de la tercera edad no vienen para acá porque ellos tienen una especie de pensión allá apoyen o no apoyen a Maduro".
Yepes considera que los venezolanos "desplazaron la mano de obra de los colombianos" y este es un descontento que se vive en las calles de la ciudad, en un país donde "la plata nunca alcanza".
Es común ver en las calles de Medellín y de muchas ciudades de Colombia familias venezolanas vendiendo dulces o chucherías en los semáforos, al igual que colombianos desplazados por la violencia.
La llegada de mujeres venezolanas a ejercer la prostitución en Medellín se ha convertido en un nuevo conflicto social y de seguridad en el centro de esta capital.
La prostitución es algo que también ha incrementado considerablemente donde muchas prostitutas extranjeras han sido agredidas por colombianas por las tarifas que cobran por sus servicios.
"Una prostituta colombiana se montó a mi taxi frustrada porque las venezolanas estaban cobrando menos por dos mujeres y las estaban dejando sin trabajo", dijo Yepes.
Otro factor que afecta a la población en Medellín es la delincuencia, ya que muchos venezolanos llegan con "otro tipo de intenciones", donde según Yepes "en lo que va de este año han matado 17 venezolanos".
Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, cree que a la emergencia humanitaria compleja, como describe Naciones Unidas la crisis venezolana, se suman los problemas estructurales del conflicto colombiano y el desplazamiento causado por el reacomodamiento de actores armados después de la firma del acuerdo con las Farc.
Lo cierto es que hay opiniones divididas en cuanto a este desplazamiento debido a los problemas internos de Colombia, donde muchos consideran que la situación es "una olla de presión a punto de estallar".