Israel confirma ataque en Siria

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Fotografía de archivo del ministro israelí de Defensa Ehud Barack, (c).

El ministro de Defensa de Israel, Ehud Barack, mencionó el tema durante una reunión sobre seguridad en Múnich, Alemania, e implícitamente reveló el papel del gobierno israelí en el episodio
Un alto funcionario del gobierno de Israel confirmó implícitamente el domingo que aviones de ese país realizaron un ataque esta semana cerca de Damasco, mientras el presidente de Siria acusó directamente al gobierno israelí de buscar "desestabilizar" el país ya despedazado por una guerra civil.

En tanto, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán saludó enfáticamente el anuncio formulado por el líder opositor sirio Ahmed Moaz al Jatib sobre su disposición para negociar, bajo determinadas condiciones, con representantes del gobierno de Bashar al Asad.

Cuatro días después que el gobierno de Damasco denunciara un ataque aéreo a un complejo militar próximo, el ministro de Defensa de Israel, Ehud Barack, mencionó el tema durante una reunión sobre seguridad en Múnich, Alemania, e implícitamente reveló el papel del gobierno israelí en el episodio.

Al hablar en la Conferencia sobre Seguridad, realizada en Múnich, Barack dijo a la prensa que el episodio fue "una prueba que cuando decimos una cosa, lo mantenemos".

"Ya hemos dicho que no pensamos que se deba permitir que sistemas sofisticados de armas sean transferidos al Líbano, para el Hezbolá, desde Siria, cuando Asad caiga", dijo.

El ataque del miércoles fue dirigido contra una plataforma de lanzamiento de misiles tierra-aire y un complejo militar que supuestamente reúne agentes químicos, de acuerdo con una fuente militar estadounidense que pidió anonimato.

El gobierno sirio amenazó con represalias, haciendo aumentar aún más los temores de una extensión regional del conflicto interno en Siria, que según la ONU ya dejó un saldo de más de 60.000 personas muertas.

Apenas dos días después del ataque, el secretario estadounidense de Defensa, Leon Panetta, dijo a la AFP en Washington que había una creciente preocupación sobre la posibilidad de que el "caos" en Siria permita al poderoso grupo libanés Hezbolá obtener armamento sofisticado desde Damasco.

Después del ataque, funcionarios israelíes aumentaron el tono en su retórica sobre el arsenal sirio, en especial los agentes químicos, alertando sobre las graves consecuencias caso esas armas terminen en manos de Hezbolá, un grupo aliado a Irán.

Casi simultáneamente, en Damasco, Asad acusó el domingo a Israel de buscar "desestabilizar" a Siria, de acuerdo a un reporte de la agencia estatal SANA.

El ataque "muestra el verdadero papel jugado por Israel, en colaboración con las fuerzas extranjeras enemigas y sus agentes en suelo sirio, para desestabilizar y debilitar a Siria", dijo Asad en un encuentro con Said Jalili, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional en Irán.

En tanto, Irán -un sólido aliado tanto de Hezbolá como de Damasco- saludó el domingo la disposición de Jatib de abrirse a un diálogo con representantes del gobierno sirio.

En el terreno, la violencia continuaba en Siria un día después que 145 personas murieron en diversas ciudades del país, 73 de ellos civiles, según la entidad opositora Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

En la ciudad de Deir Ezzor, en el Este del país, rebeldes islamistas lograron avances el domingo. "Durante meses, la batalla en el este del país, en la frontera con Irak, estaba centrada en la zona rural. Ahora rebeldes han avanzado hacia las ciudades y están avanzando rápidamente", dijo el el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.