El Servicio de Guardacostas de Estados Unidos repatrió a 52 migrantes cubanos el miércoles a Bahía de Cabañas, Cuba. Las repatriaciones son el resultado de tres interceptaciones en el estrecho de Florida.
El sábado, los guardacostas detectaron una balsa improvisada al sur de Cayo Hueso, Florida, con
26 cubanos a bordo. Siete de ellos presentaban heridas de bala (les dispararon en Cuba, según han declarado) y seis que se encontraban en estado crítico fueron llevados a un hospital local.
Además, el domingo, la Guardia Costera interceptó una embarcación al sur de Cayo Hueso, con siete migrantes cubanos a bordo. Se encontraban en buen estado.
Ese mismo día, los guardacostas encontraron una embarcación de 35 pies con 25 migrantes cubanos a bordo al sur de Dry Tortugas.
"La seguridad de las personas en el mar sigue siendo la principal preocupación de la Guardia Costera", dijo el capitán Mark Gordon, jefe del Séptimo Distrito de la Guardia Costera.
"Las aguas peligrosas del estrecho de la Florida pueden ser implacables para aquellos que se lanzan al mar en viajes ilegales. Las políticas de inmigración no han cambiado y queremos instar a las personas a no lanzarse al mar en embarcaciones no aptas para navegar. Es extremadamente peligroso e ilegal. Animar o ayudar a un extranjero a entrar a Estados Unidos sin previa autorización es un delito punible con hasta cinco años de prisión y una multa; en el caso de que cualquier extranjero sea introducido de contrabando en Estados Unidos y sufra una lesión corporal grave, el delito se castiga con hasta 20 años de prisión".
La Guardia Costera ha observado un aumento constante en los intentos de salidas marítimas ilegales desde Cuba hacia el sureste de Estados Unidos desde el anuncio de la normalización de relaciones diplomáticas EEUU-Cuba en diciembre de 2014.
Desde el 1 de octubre, la Guardia Costera estima que 2.753 cubanos han tratado de emigrar ilegalmente a través del mar.
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Balseros cubanos atentan contra su vida para evitar la repatriación