Formulan 15 cargos penales en contra de exdiplomático de EEUU acusado de ser agente del gobierno de Cuba

Edificio del Tribunal Federal de Miami donde fueron presentados los cargos contra Víctor Manuel Rocha.

Los fiscales han formulado quince acusaciones penales en contra del exdiplomático estadounidense Víctor Manuel Rocha, de 73 años, que, según documentos legales, mantuvo vínculos con la Dirección de Inteligencia de Cuba.

La documentación develada este miércoles por el Tribunal Federal de Miami menciona como primer delito el haber conspirado para actuar como agente al servicio de un gobierno extranjero y defraudar a Estados Unidos. La pena máxima por este cargo es de 5 años de privación de libertad.

La segunda audiencia de Rocha y su representación legal prevista para este miércoles en Miami fue pospuesta para el martes 12 de diciembre, fecha que serán presentadas las acusaciones.

Documento Acusación en contra de Víctor Manuel Rocha (en inglés)

Otros cargos que aparecen en el pliego acusatorio es el de fraude electrónico, declaración falsa para obtener un pasaporte, y transferencia electrónica falsa de dinero. Este último prevé una pena máxima de 20 años de prisión.

Las sumas de las sanciones máximas estipuladas por los 15 cargos totalizan 60 años.

Según el fiscal general Merrick Garland, los cargos exponen una infiltración prolongada y de gran alcance en el Gobierno de Estados Unidos por parte de un agente extranjero.

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A partir de, aproximadamente, el año 1981, y hasta el presente, Rocha, originario de Colombia y naturalizado estadounidense, presuntamente apoyó en forma secreta a la República de Cuba y su misión clandestina era la de acopiar información de inteligencia de Estados Unidos como agente secreto del país caribeño.

La información oficial asegura que Rocha, que además trabajó en el Consejo de Seguridad Nacional entre 1994 y 1995, actuó como agente del gobierno cubano y buscó y consiguió puestos dentro del gobierno de EEUU que le proporcionaban acceso a información no pública, y la posibilidad de afectar la política exterior estadounidense.

Entre 1995 y 1997 se desempeñó como subdirector de la Sección de Intereses de EEUU en La Habana y fue embajador en Bolivia del 2000 al 2002.