Fincimex no quiere renunciar al monopolio de las remesas

Un hombre muestra un peso convertible cubano y un dólar estadounidense frente a una oficina de la Western Union en La Habana.

La empresa financiera cubana Fincimex, subsidiaria del complejo económico-militar de GAESA, publica este viernes en su página de Facebook que no pueden desmantelar en 30 días el mecanismo que han tenido por décadas para recibir las remesas desde el exterior y acopiar un porcentaje por la transacción.

Fincimex niega la posibilidad de que las remesas puedan ser enviadas a otras entidades que no están bajo el tutelaje de los empresarios de verde oliva, y que el régimen no va a “establecer una red de pagos en Cuba diferente a la red actual”.

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Reconocen los financistas del régimen, que por 20 años Fincimex se han beneficiado de la operación financiera e invertido en “equipamiento, locales, preparación y capacitación del personal y en infraestructura de comunicaciones” y consideran que es imposible montar por el régimen cubano un sistema similar en 30 días, según lo estipulado por las regulaciones del Departamento del Tesoro de EEUU.

Dice en la nota de Fincimex que el “70% de la red de puntos de pago está conformada por empresas incluidas en la lista de entidades restringidas”, sin mencionar las que componen el restante 30 por ciento.

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Expertos del tema han expresado la posibilidad de que bancos nacionales, que se consideran bajo control civil se encarguen de la operación, así como la ya existente formula de pagar en el extranjero y entregar el dinero a los familiares en Cuba. También en las redes se han desatado una lluvia de sitios digitales que apuestan por cambios en bitcoins y criptomonedas; burlando los porcentajes que se apropia el régimen.