El equipo de paz de las FARC se desmarcó de las acusaciones realizadas por el Gobierno de Colombia y declararon hoy en La Habana que no pueden confirmar si realmente el general Rubén Darío Alzate está en manos de la guerrilla, aunque esperan poder aportar más información sobre el suceso.
El comandante insurgente Félix Antonio Muñoz Lascarro, en una declaración leída ante periodistas, manifestó su "sorpresa" por el anuncio del Gobierno colombiano de suspender los diálogos argumentando que los avances logrados hasta el momento en el proceso han activado "una esperanza de la reconciliación" que "no puede arriesgarse con determinaciones
impulsivas”
Ingrid Betancourt, ex rehén colombo-francesa que pasó varios años de cautiverio, también se pronunció a este respecto y llamó el martes a la prudencia luego de la reciente captura del General del ejército supuestamente por parte de la guerrilla.
"Es un momento que nos obliga a tener mucha prudencia; lo más adecuado es decir lo menos posible, hay muchas especulaciones", dijo Betancourt en una entrevista con la emisora local RCN en relación con la retención el pasado domingo del General.
Esta ex candidata presidencial, que estuvo secuestrada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia entre febrero de 2002 y julio de 2008, agregó que "estamos en un momento del proceso (de paz) en que se ha avanzado muchísimo y, obviamente, es mayor la fragilidad".
Las conversaciones entre los rebeldes y el Gobierno de Santos comenzaron a fines de 2012, llegando hasta el momento a acuerdos parciales en tres puntos de una agenda preestablecida de seis: el problema de la tierra, la participación política y el combate al narcotráfico.
Santos suspendió unilateralmente las conversaciones de paz después que se informara la captura del general Alzate que, junto a una mujer de profesión abogada, fue interceptado el domingo por hombres armados cuando viajaban en una embarcación de alta velocidad por un río de Quibdó, en el departamento de Chocó, a unos 310 kilómetros al oeste de Bogotá.