La eterna escasez en Cuba

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Cuando debería haber mayores ofertas, pues la “actualización del modelo económico” comenzó hace varios años, las tiendas en CUC están desabastecidas, a pesar de que las empresas gubernamentales multiplican por más de dos veces el precio de compra.

Llegó a una farmacia de venta en divisas. Por la forma de hablar parecía una joven sudamericana. Buscaba servilletas sanitarias femeninas. Escuchó que no había, tampoco en otras farmacias similares, ni en las tiendas de venta en divisas. Estupefacta preguntó qué hacían las mujeres cubanas. Lo mismo que han hecho durante 55 años, alguien respondió.

Desde hace decenios se venden por el sistema de racionamiento en las farmacias “donde toca comprar”, pero el suministro estuvo ausente durante largos períodos, luego ha sido intermitente o demorado, y las cantidades, insuficientes. Las mujeres que las utilizan, deben recurrir a las tiendas de venta en divisas. Cuando desapareció el papel higiénico hace meses, también una persona desde el extranjero preguntó qué hacían los cubanos. Lo mismo que durante 55 años: buscar sustitutos, como los periódicos Granma y Juventud Rebelde.

Indudablemente, el gobierno ha tenido el éxito de construir, no su seudosocialismo, sino una sociedad minimalista. Una parte considerable de la población sobrevive con la satisfacción mínima de sus necesidades básicas. Además, siempre está ocupada recorriendo las tiendas en busca de algún artículo esencial.

Si lo vio y no llevaba los CUC (divisa), cuando regresó ya se había terminado, pues la bola (noticia) corrió vertiginosamente. Muchos llegaron porque lo vieron en las bolsas de los felices compradores que salían de la tienda, otros se enteraron “casualmente” por algún empleado y se precipitaron a comprar para revender.

Cuando debería haber mayores ofertas, pues la “actualización del modelo económico” comenzó hace varios años, las tiendas en CUC están desabastecidas, a pesar de que las empresas gubernamentales multiplican por más de dos veces el precio de compra.

Luego de meses de ausencia de un producto, se lee en la prensa oficial y única que el desabastecimiento se debe a la contratación tardía de los artículos o de la materia prima para la elaboración de los productos nacionales. No obstante, cada día es más difícil aducir mal trabajo de los compradores, la tardanza del suministrador o el embargo norteamericano. Resulta evidente que el gobierno no tiene dinero para mantener el reducido abastecimiento en las tiendas recaudadoras de divisas, que retornan grandes ganancias.

El control estatal mantiene el yugo al mercado y a la iniciativa creadora. El gobierno continúa desviando las divisas para los pagos más urgentes en otras actividades, imposibilitado de lograr créditos o alargamiento de los períodos de pago.

Hace mucho tiempo que en los estantes de las tiendas se esparce la mercancía de poca demanda, para lograr la impresión óptica de oferta. Sin embargo, no pueden esconder la desidia de los empleados, poco estimulados por el salario, sobresaltados por denuncias de violación del peso y precio de los productos, y el calor sofocante, porque el aire acondicionado se apaga para ahorrar.

Mientras tanto, la sabiduría popular aconseja comprar para guardar y tener cuando escasee…si se tienen los CUC, o el equivalente en CUP.