Las protestas realizadas en las últimas semanas en el estado de Guerrero por la desaparición de 43 jóvenes han provocado una caída del 60% en el turismo del puerto de Acapulco, informó hoy la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
En una entrevista telefónica con Efe, el presidente de Coparmex en Acapulco, Joaquín Badillo, dijo que sólo en las dos últimas semanas se han registrado pérdidas entre 50 y 60 millones de pesos (3,7 y 4,4 millones de dólares).
"Hoy ya tenemos un desplome de la economía, concretamente de la actividad turística, que es el principal sector del que dependemos todos los acapulqueños, ya se ha desplomado en un 60%", afirmó. El representante de los empresarios señaló que en el pasado Acapulco recibía una afluencia turística del 80% y 90% en un puente de fin de semana y "hoy a duras penas están alcanzando un 40%".
"Eso ha afectado la cadena de valor de toda la proveeduría de generación de empleo temporal que abastece a toda esa cadena económica que representa el turismo", indicó.
Desde el pasado 26 de septiembre, cuando murieron 6 personas y desaparecieron 43 estudiantes de la escuela de formación de docentes de Ayotzinapa a manos de policías y del grupo criminal Guerreros Unidos en Iguala, se han realizado numerosas protestas sociales.
Las manifestaciones contra la represión violenta que sufrieron los estudiantes de Ayotzinapa, presuntamente por órdenes del entonces alcalde José Luis Abarca, ha afectado principalmente a las ciudades de Acapulco, Chilpancingo e Iguala, cuyos edificios oficiales han sido atacados y varios comercios, saqueados.
"En sólo Acapulco registramos pérdidas diarias de un millón de pesos (73.400 dólares) en términos generales", precisó Badillo. La Coparmex dijo que comparte el dolor y demanda justicia y castigo a los responsables de la desaparición de los estudiantes, pero pidió a los manifestantes "que se conduzcan con estricto apego a la ley". "Que no se rompa el Estado de derecho y que no afecten el desarrollo económico, particularmente de Acapulco, que es el motor de la economía de Guerrero", indicó.
Badillo calificó de "muy complicada" la situación que vive el sector empresarial en Acapulco. "Ayer cerraron dos plazas comerciales (...) Estos anuncios de marchas, esta psicosis generalizada que se ha creado en la ciudadanía está desplomando la economía", insistió el dirigente, quien advirtió que esta incertidumbre puede detonar el retiro de inversiones. Las grandes empresas no pueden "surtir a los municipios, no les permiten transitar por Acapulco porque toman los camiones, saquean el producto, toman las autopistas", señaló.
Coparmex Acapulco demandó una intervención inmediata de los tres niveles de Gobierno e invitó a un diálogo a los manifestantes para que tomen conciencia de las afectaciones que están generando al sector empresarial.
"Como iniciativa privada hemos decidido no esperar a que el
Gobierno o la autoridad actúe, puesto que hemos visto que ha quedado rebasado y nos ha dejado en un estado de indefensión", indicó.
La Confederación informó que prepara una estrategia mediática
para invitar a la paz, la reconciliación y promocionar al puerto de
Acapulco. "La única problemática que existe son marchas y pueden venir a
Acapulco sin ningún temor de que algo pueda afectar su integridad
física", destacó Badillo.